El gigante de las búsquedas, Google, lo es también en el terreno de los sistemas operativos para móviles con su Android. En el mes de mayo adquiría Motorola Mobility, sentando las bases para plantear un desafío directo al iPhone de Apple, y a finales de junio presentaba su primera tableta económica, la Nexus 7. Sin embargo, parece que el mundo de las redes sociales se le resiste y busca estrategias para enfrentarse a su gran rival, Facebook.
Cuando hablamos de redes sociales, las primeras que nos vienen a la cabeza son dos: Facebook y Twitter. Son menos los que piensan, al menos por ahora, en Google+ como instrumento de comunicación social al mismo nivel de Facebook. Si analizamos la situación, G+ no puede considerarse solo una red social ya que integra una gran cantidad de herramientas (Drive, Docs, Calendar…) perfectamente sincronizadas que podemos manejar tanto desde nuestro ordenador como desde un móvil Android. Google también está aprovechando su supremacía en las búsquedas para potenciar Google+ y poder situarse en una posición de relevancia frente a Facebook que nació como una red social pura. Por otro lado, tenemos un tercer contrincante, Twitter, con el que Google tenía un acuerdo el año pasado que se rompió con la llegada de G+. Es posible que el gigante de las búsquedas, sin prisa, retome esta línea de negocio ya que su posición actual no es la que tenía en 2011 (es mucho mejor), y la de Twitter, lamentablemente, tampoco.
Aciertos y fracasos
Google nació como motor de búsqueda a finales de los 90 y a partir de ese momento empieza a sumar servicios como Gmail, Google Maps, Google Earth, GTalk, el navegador Google Chrome, y su última incorporación, el servicio de red social Google+. A esto hay que añadir las adquisiciones de, por ejemplo, YouTube en 2006, DoubleClick (empresa especializada en publicidad en Internet) en 2007, Panoramio también en 2007, y la última adquisición, Motorola Mobility en 2011.
Pero no todas los servicios lanzados por Google han sido un éxito. Por ejemplo, en mayo de 2009 la compañía anunciaba Google Wave, una plataforma diseñada para unir servicios de correo electrónico, mensajería instantánea y redes sociales que no tuvo acogida entre los usuarios y que se abandonó en agosto de 2010. Otro ejemplo es Google Buzz, que funcionaba como añadido “social” de Gmail, que se lanzó en febrero de 2010 y desapareció en octubre de 2011. Su funcionamiento dejó de tener sentido cuando se propuso la unificación de todos los servicios a través de Google+.
Otra historia
Efectivamente, G+ es otra historia. Su finalidad es unificar su servicio de mayor éxito de Google, su buscador, con la actividad social del usuario. ¿Por qué? Pues porque cada vez que se realiza una búsqueda implica un conocimiento del usuario: de sus gustos, necesidades, aficiones, etcétera, algo que puede verse ampliado si también se abarca su entorno social: con quién se relaciona y cómo le ven sus amigos.
Ahora la pregunta es: ¿qué implica este conocimiento del usuario? Pues aunque dé un poco de pánico que sepan tantas cosas de nosotros, la primera consecuencia lógica es que las búsquedas serán más precisas y la segunda, que se incentivará la inversión en publicidad ya que el anunciante tendrá más y mejor información sobre su público objetivo (publicidad efectiva). Para alcanzar esta posición dominante Google tiene que conseguir que G+ funcione, entonces su algoritmo será inalcanzable para los rivales, y dará un golpe de efecto en el terreno de las redes sociales que harán temblar los cimientos de Facebook.