Desde que se supiese que Samsung planea una denuncia de gran magnitud para paralizar las ventas del iPhone 5 en Europa, multitud de opiniones se han extendido por la Red. ¿Quién es el verdadero culpable de este posible desenlace? ¿Samsung por su agresiva postura? ¿Apple por su supuesto interés de borrar del mapa a la competencia? Queremos tu opinión.
Nunca antes habíamos asistido a un enfrentamiento de tal calibre. Dos de los colosos tecnológicos frente a frente para defender sus ideales e intereses. Sin embargo, la situación es más compleja aún pues ambas compañías, aparte de rivales en diversos mercados, son socias. Y es que Samsung es el fabricante que proporciona a la firma californiana una buena parte de la circuitería, pantallas y chips de todos sus gadgets.
Tablet contra tablet, smartphone contra smartphone
La situación cada vez se ponía más fea. Un ir y venir de demandas en los últimos meses han acabado por desencadenar una guerra en los tribunales que parece no tener fin. Tal vez el hecho de que Samsung haya empezado a molestar al gigante con unas cada vez más destacadas ventas en el campo de los smartphone y tabletas Android haya sido el desencadenante final para que Apple haya optado por la vía judicial. Y es que los de Palo Alto mantienen una postura inflexible con los productos de la coreana a la que acusan de plagiar sus dispositivos, véase iPhone 4 o iPad 2. Los terminales en el punto de mira han sido el Samsung Galaxy Tab 10.1 y el Samsung Galaxy S 2, uno de los smartphone Android más potentes del momento.
¿Punto de inflexión?
Aunque las demandas en ambas direcciones han sido una constante, hasta el momento las sentencias no habían sido tan perjudiciales para una de las partes. Es aquí donde Samsung empezó a sentir un desequilibrio cuando Apple logró que su tablet Samsung Galaxy Tab 10.1 fuera bloqueada en Alemania, Holanda y Australia además de sendas denuncias en hasta 9 países.
Hasta este momento Samsung se había mantenido en la retaguardia, más en plan defensivo esquivando las flechas lanzadas desde la sede de Cupertino que contraatacando las ofensivas legales de Apple. Sin embargo, en los meses de agosto y septiembre algo ha cambiado y es que los coreanos se han cansado de recibir golpes y ahora toman una posición no defensiva sino que se preparan para el ataque.
¿Conflicto de intereses?
Pero, ¿qué ha cambiado de forma tan radical para que dos empresas que se benefician mutuamente acaben a “golpes”, de esta manera tan feroz? Tal vez al hecho de que Apple nota el aliento de la coreana mucho más cerca de su nuca haya activado otro protocolo, el de la vía legal. Los productos de Samsung, independientemente de que sean parecidos o no estéticamente a los la manzana mordida, han mejorado notablemente tanto a nivel de hardware como se software. Casualmente ese software, el sistema operativo Android, pertenece a Google; empresa “archienemiga” de Apple. ¿Conflicto de intereses?
Otros factores influyentes
Otro aspecto importante a tratar es el hecho de que fuertes rumores sacaban a la luz que Apple tenía prisa por prescindir de Samsung como proveedor principal de los componentes de sus más exitosos dispostivos, iPhone e iPad. Esta compleja relación se ha visto supuestamente perjudicada, aparte de por los roces propios de las negociaciones a la baja por parte de Apple, por la competencia que supone Samsung para Apple en un mercado tan lucrativo como el de los smartphone y las tabletas. Este hecho habría llevado a Samsung a adquirir una postura más agresiva frente a Apple después de interpretar que los de Cupertino tienen intención de escindir su relación con los coreanos.
¿El golpe maestro?
Y es llegado a este punto cuando nos enteramos, por filtraciones de directivos de la propia compañía asiática, que Samsung va a por todas, al punto donde más le puede doler a Apple, su iPhone 5. Dejando de lado todas las demás denuncias por violación de patentes, esta última demanda que preparan los coreanos desde los despachos podría ser la más importante de todas pues en esta ocasión sí perjudicaría de verdad a Apple. De aceptar las autoridades coreanas y europeas (regiones donde parece que presentarán sendas denuncias por infracción de patentes relacionadas con la parte inalámbrica del iPhone 5) las bases esgrimidas por Samsung, el iPhone 5 podría ver empañado su estreno en Europa y Corea.
¿El fin de un ciclo?
¿Cuál será el desenlace? De producirse la demanda y lo más importante, de fructificar, lo más probable es que ambas compañías se sienten a negociar una alternativa viable para sus intereses, algo así como un pacto de no agresión. Por tanto, creemos que más que existir un “primer culpable” existe una situación de intereses económicos y de prestigio generada tanto por Samsung y Apple.
¿Cuál es vuestra opinión, dejando de lado cualquier prejuicio y preferencias por una u otra marca? ¿Cómo terminará todo? ¿Daños irreparables o posible reconciliación por el bien económico de las dos marcas tecnológicas? Esperamos vuestro punto de vista.