¿Por qué los teléfonos con energía solar nunca fue una buena idea? Durante el Mobile World Congress 2025 en Barcelona, Infinix sorprendió con un prototipo que integraba células solares de perovskita en la parte trasera de un smartphone, prometiendo hasta 2 W de potencia para extender la batería. ¿Es esto realmente posible? Te lo explicamos en este artículo.
Aunque la idea de recargar un móvil con luz solar resulta muy atractiva, los fundamentos y las limitaciones de diseño hacen que esta tecnología sea, hoy por hoy, más una curiosidad que una solución de verdad. Vamos a revisar cuáles son los motivos para pensar que no es una idea que pueda funcionar de verdad, como puede ser por la eficiencia de las celdas, los tiempos de recarga, la degradación de los materiales, las condiciones de luz requeridas, los problemas de diseño y el impacto del calor en la batería.
Un concepto prometedor… sobre el papel
Infinix presentó su tecnología SolarEnergy-Reserving, que integra células solares de perovskita en la parte trasera del dispositivo, capaces de generar hasta 2 W en condiciones óptimas mediante un sistema de Maximum Power Point Tracking (MPPT) que regula el voltaje y controla el calor. El prototipo incluye también una funda solar extraíble que, acoplada por distintos puntos de contacto, puede suministrar potencia sin modificar el móvil base.
Pero precisamente esto, es lo que hace que no vaya bien, las células fotovoltaicas más eficientes convierten alrededor de una cuarta parte de la energía solar recibida en electricidad, lo que equivale a unos 240 W/m² en condiciones perfectas. En laboratorio se ha alcanzado un récord del 47,6 % de eficiencia, pero los módulos comerciales se sitúan en torno al 21 %. Con estas cifras, un panel del tamaño de la parte trasera de un móvil podría generar un máximo, muy máximo, de 3 W, aunque el prototipo de Infinix no supera ni los 2 W.
Tiempos de recarga elevados
Por lo tanto, para recargar completamente una batería de 5.000 mAh (aprox. 25 Wh) a 2 W se necesitarían al menos 9 horas de luz solar directa, lo que es una barbaridad. En comparación, muchos modelos económicos actuales con carga rápida de 18 W o superiores, tienen la carga completa en menos de una hora, por lo que ya, de por sí, nos sugiera que es una tontería siquiera pensarlo.
Pero, espera, porque lo peor no es lo que ya te hemos comentado, ya que la degradación acelerada de la perovskita, que son celdas más baratas y ligeras de silicio, para colmo, pueden perder hasta un 8 % de eficiencia anual, frente al 0,5 % de las células de silicio convencionales, lo que hace que su durabilidad sea mala y eleva los costes de reemplazo. Además, la exposición a humedad, oxígeno y altas temperaturas acelera su deterioro.
Las células alcanzan su potencia máxima únicamente con luz solar directa; en sombra o interior la producción cae a microvatios, inútil para recargar. Esto nos sugiere que integrar un panel solar en el móvil obliga a sacrificar espacio, por lo que móvil o es más grueso o bien monta baterías de menor capacidad. ¿What? La carga inalámbrica queda descartada si el panel ocupa todo el reverso, y cualquier funda protectora anula la captación de luz. Además, las células solares son frágiles y se dañan fácilmente con golpes o arañazos. Así que todas estas premisas hacen que no merezca la pena montar micropaneles solares en nuestro móvil, en vez de dar un paso adelante, sería como dar tres para atrás.