¿De verdad se nota la diferencia entre una pantalla de 90Hz, 120Hz y 144Hz?
Si has estado buscando nuevo móvil recientemente, es probable que te hayas fijado en que su pantalla puede ser de 60, 90, 120 o 144 Hz. Esto no es más que la fluidez a la que se mueve la imagen y las animaciones del teléfono. Sin embargo, hay quienes se preguntan si de verdad se nota tanto el salto de una a otra cifra.
La realidad es que la tasa de refresco se nota, y mucho. La sensación de fluidez en cada movimiento junto a la eficiencia energética que promete son dos de las condiciones por las que los usuarios prefieren optar por móviles de 120 Hz, aunque a la hora de llegar hasta los 144 Hz, el salto no es tan grande.
El salto de los 60 a los 90 Hz
El único salto verdaderamente revolucionario está en los móviles que pasan de 60 Hz a 90 Hz. Esto supone un incremento del 50% en la información visual, y nuestros ojos lo perciben al instante.
Las animaciones del sistema se convierten en un movimiento suave. Por ejemplo, al hacer scroll en una red social como Instagram, la fluidez de desplazamiento será mucho mayor y más placentera, obteniendo una experiencia de uso de mayor nivel.
Las pantallas premium de 120 Hz
A priori, podríamos pensar que el salto de los 90 Hz a los 120 Hz es igual que el de los 60 Hz a los 90 Hz debido a que hay 30 Hz de por medio. No obstante, nuestro cerebro no percibe del mismo modo la información visual, así que hay que aclarar ciertos aspectos.

La métrica clave no son los hercios, sino los milisegundos entre cada fotograma:
La respuesta no está en los Hz, sino en los milisegundos que existe entre cada fotograma en función de la tasa de refresco.
- 60Hz: Muestra un fotograma nuevo cada 16,67 ms.
- 90Hz: Muestra un fotograma nuevo cada 11,11 ms (Una mejora de 5,56 ms sobre 60Hz).
- 120Hz: Muestra un fotograma nuevo cada 8,33 ms (Una mejora de 2,78 ms sobre 90Hz).
- 144Hz: Muestra un fotograma nuevo cada 6,94 ms (Una mejora de 1,39 ms sobre 120Hz).
El tiempo de respuesta se reduce a la mitad con cada salto. El cambio de una pantalla de 90 Hz a 120 Hz es notable al comparar uno al lado del otro, pero la diferencia es mucho más sútil que la del salto de 60 Hz a 90 Hz. Los 120 Hz de tasa de refresco se sienten súper fluidos, pero no supone un cambio tan considerable.
¿Se notan los 144 Hz?
El salto de los 120 Hz a los 144 Hz es de solo 1,39 milisegundos. Para la mayoría de los usuarios, esta diferencia es imperceptible para su ojo, siendo una cualidad exclusiva y pensada para sesiones gaming competitivas, donde el tiempo de respuesta juega un papel fundamental y marca la diferencia.
Pero aquí entra una variable oculta: el tiempo de respuesta del píxel. De nada sirve que la pantalla sea de 144 Hz ) si los píxeles (especialmente en paneles LCD) tardan 10 ms en cambiar de color. El resultado es un efecto fantasma donde la imagen anterior deja una estela borrosa. En resumen, un panel AMOLED de 120Hz con un tiempo de respuesta de 1 ms ofrecerá una imagen mucho más limpia y nítida en movimiento que un panel LCD de 144Hz de baja calidad.
La tecnología LTPO al rescate
Todo este debate suele ignorar por completo un aspecto importante para el usuario: la duración de la batería. Una pantalla de 144 Hz consume una cantidad de energía desproporcionada, aunque, para contrarrestarlo, durante los últimos años ha entrado en juego un elemento diferencial: la tasa de refresco adaptativa (LTPO).

Una pantalla LTPO puede funcionar a 120 Hz cuando estamos navegando por una red social, pero ajusta la tasa de refresco automáticamente en función del contenido. Esto sirve para encontrar un equilibrio entre fluidez y ahorro de batería, aunque se trata de un estándar de los móviles de alta gama.