Cada vez que se lanza un nuevo smartphone de gama alta, los fabricantes se deshacen en elogios sobre la gran calidad de la cámara del último modelo. Pero, ¿puede la cámara de un smartphone tan top como la del Apple iPhone 16 Pro Max o la del Samsung Galaxy S24 Ultra sustituir a tu cámara réflex?
Por suerte, además de redactor soy fotógrafo y puedo decir que, aunque se intenta, aún no. Y uno de los motivos es por el zoom.
Zoom del móvil vs Zoom de cámara
La realidad es que las cámaras de los teléfonos inteligentes son más capaces que nunca y pueden capturar imágenes fabulosas. Con la iluminación adecuada o, gracias al procesamiento de imágenes con inteligencia artificial y HDR integrado en el teléfono, estas imágenes pueden rivalizar con algunas cámaras con lentes intercambiables, pero no pueden igualar la calidad de imagen de una cámara dedicada, especialmente si deseas ampliar la imagen o verla a resolución completa en un monitor 4K.
Hoy en día muchos fabricantes de teléfonos inteligentes han usado cámaras adicionales para proporcionar zoom óptico, mucho mejor que el zoom digital a todas luces que no hace más que recortar la imagen obtenida con el sensor principal y, por ende, perder calidad.
Lo que pasa es que los fabricantes de cámaras réflex o DSLR tampoco se han quedado de brazos cruzados y, más allá de poder comprar objetivos con capacidades de zoom altísimas (y carísimos) han mejorado las tecnologías de sus lentes y eso, unido a sus mayores sensores de imagen, siguen ofreciendo mejores resultados que un móvil. Dicho de otra forma, una réflex de rango medio puede hacer mejores fotos, si se sabe usar, que un tope de gama de Apple o Android. Además, una cámara réflex siempre te va a permitir un mayor control sobre el enfoque y el rango de zoom.
El móvil es mucho más cómodo para todo
Al final también hay que tener algo en cuenta, por lo que tengo mi réflex aparcada en un armario. Todo se reduce a un equilibrio entre el control y la comodidad. No es lo mismo ir siempre colgando con una mochila llena de cámaras, objetivos, filtros y baterías, que llevar una muy buena cámara en tu bolsillo.
También es importante saber cómo piensa utilizar sus fotografías. ¿Vas a compartir instantáneas casuales con amigos en las redes sociales, vas a imprimir fotos de eventos familiares para la posteridad o quieres hacer de la fotografía tu forma de vida?
La realidad es que, por mucho que me guste la comodidad de la cámara de un smartphone, hay que reconocer sus limitaciones. Cuando hacemos fotos con el móvil, es casi imposible hacer zoom en una imagen y no notar la falta de bordes definidos, la pérdida de detalles o algún pixel más abrupto que otro. Por lo que, no, el zoom de un móvil, hoy por hoy, no se puede asimilar al de una réflex.
Sin embargo, para muchas situaciones, estoy más que acostumbrado a dejar de lado la pesada cámara y todos sus accesorios por la portabilidad de un buen móvil como los citados al principio de estas líneas.