Sin duda los mejores móviles lo son porque tienen a su vez las mejores cámaras de fotos del mercado. Y estas lógicamente pueden ser mejores o peores en base a unas determinadas características en los teléfonos. Hoy queremos repasar esos aspectos que hacen a la cámara de un teléfono móvil mejor que otra, y que por tanto lo hacen elegible para ser mejor móvil del año.
A veces nos hacemos una idea un tanto equivocada de lo que es una buena cámara de fotos para un teléfono móvil. Y es que muchas veces nos fijamos en datos que no necesariamente nos dicen que esa cámara es buena, sino que destaca en unas funciones que no necesariamente la hacen mejor. Además, uno de los puntos fuertes de los smartphones, es que no es necesario tener Internet para sacar fotos con el móvil.
No todo son los megapíxeles
Esta es quizás la característica más llamativa para todos, y una de las utilizadas normalmente por los fabricantes en su marketing para atraer a los compradores a sus móviles. Y es que el hecho de que una cámara de fotos tenga más megapíxeles en sus sensores no quiere decir necesariamente que esta sea mejor que otras. Y es que tenemos sensores de 108 megapíxeles que no son mejores que otros de 50 megapíxeles actualmente en el mercado. Lo importante no es el número de megapíxeles, sino otros factores, como una apertura adecuada para poder captar más luz. También es importante que los píxeles de la cámara, aunque tenga una resolución inferior, sean más grandes, porque también van a captar más luz de lo habitual, y por tanto más detalle.
Lo mismo ocurre con la tecnología de estos sensores hay algunas como Quad Pixel que reúnen la capacidad de cuatro píxeles en uno para mejorar la calidad de las fotos que se captan. Porque sí, una cámara de 108 megapíxeles puede captar imágenes muy grandes, pero con un detalle inferior cuando nos acercamos a ellas, que por ejemplo un buen sensor de 12 megapíxeles, o 64 megapíxeles. Por tanto estos megapíxeles no garantizan una gran cámara, sino esos otros factores, como la apertura, el tamaño de los píxeles, del sensor y también la tecnología de estos.
Estabilización óptica
Esta es una característica disponible básicamente en los móviles de alta gama o alta gama premium. Gracias a ella una cámara de fotos, mejor dicho su sensor, puede moverse físicamente para estabilizar la imagen, que esta se mueva lo menos posible y por tanto se conserve el mayor detalle en las imágenes. Esta característica conocida como OIS es uno de los indicadores que nos hacen pensar que estamos ante una cámara de fotos de gran nivel, y por tanto que podemos esperar los mejores resultados.
Incluso tenemos cámaras en el mercado con un Gimbal integrado, como es el caso de algunos móviles de Vivo, que básicamente son similares a las que llevan los drones o los estabilizadores, que se mueven para contrarrestar a su vez el movimiento del teléfono, minimizando también las vibraciones en vídeo, y mejorando notablemente el detalle de las fotos y la luminosidad de estas cuando las hacemos por la noche.
Grabación de vídeo
Este es otro de los aspectos esenciales a la hora de considerar que estamos ante una cámara de fotos de alto nivel en un teléfono. En la actualidad es algo que podemos identificar por la resolución a la que graba el vídeo. Si es realmente una cámara de alto nivel y de última generación, esta grabará vídeo en resolución 8K.
En 4K ya graban muchos móviles de gama media, por lo que podremos apreciar la capacidad de esa cámara con una resolución de este tamaño. Además para grabar en 8K hace falta mucho almacenamiento, algo disponible en un móvil con cámara de alta gama y mucho almacenamiento.
Vídeo a cámara lenta
Grabar a cámara lenta es algo que hacen muchísimos móviles en el mercado. Pero no todos lo hacen con la calidad que nos ofrece una cámara de alta gama. Esto es algo que podemos notar en dos aspectos, uno de ellos es el nivel de fps, fotogramas por segundo al que lo hacen.
Este suele ser ya en algunos casos de más de 1000 fps. De esto depende la memoria con la que cuente el teléfono específica para la labor de esta funcionalidad, ya que son cientos o miles de fotos las que hay que hacer y almacenar para conseguir este efecto. Además es necesario un buen procesamiento del software para que la cámara lenta se muestre nítida y con detalle a la hora de reproducirla. Y para ello entrarán en juego todos los factores que hemos visto antes para conseguirlo.