Hace años era impensable hacer fotos tan espectaculares con un móvil. El avance de la tecnología de los sensores y la colaboración con marcas fotográficas por parte de los fabricantes de smartphones ha propiciado que un dispositivo pueda obtener resultados incluso por encima de una cámara de fotos al uso.
En ocasiones resulta sorprendente lo que es capaz de hacer un teléfono. Tener en nuestras manos la posibilidad de capturar cualquier momento a tan solo un par de toques en la pantalla y a una calidad abrumadora es una gozada para el usuario. Sin embargo, en ocasiones abusamos de malas prácticas que no nos permiten fotografiar de la mejor manera, como un mal enfoque de la cámara que puedes solucionar.
No utilizar el modo manual
Ojo, es posible que echar mano del modo automático pueda ser de gran utilidad cuando pretendemos capturar una imagen instantánea que no habíamos previsto. En esta circunstancia no hay ningún problema, pero cuando pretendemos realizar una foto a, por ejemplo, un paisaje, la cosa cambia radicalmente.
Optar por el modo manual no solo te proporciona la posibilidad de ajustar como tu prefieras los diversos parámetros del sensor, sino también obtener unos resultados mejores. En primera instancia, no sería de extrañar que los controles te abrumen, pero no hace falta mucho para comprender cómo y en qué influye cada configuración.
¡Elimina la marca de agua!
Muchos de los smartphones vendidos actualmente cuentan con una marca de agua en las imágenes que indica el modelo y la marca del dispositivo en cuestión. Resulta bastante molesto haber capturado el momento perfecto, pero que esa seña estropee por completo la imagen.
Para eliminarla basta con acceder a los ajustes desde la cámara de tu móvil y te toparás con la opción que buscas al instante. Es un detalle simple, aun así, puede echar a perder una gran foto.
Juega con las luces y el entorno
A la hora de prepararnos para hacer una fotografía, uno de los factores más determinantes, por no decir el que más, es la iluminación. La luminosidad juega un papel fundamental en una imagen. Por ello, debemos tener en cuenta dónde y cuándo pretendemos actuar.
El mejor momento para ello es cuando está amaneciendo u oscureciendo. Básicamente, porque la luz no crea sombras que perjudiquen gravemente a la imagen. Fíjate en si se crean contraluces, puesto que pueden jugarte una mala pasada.
De igual forma, si tu móvil es IP68, puedes jugar a introducir la cámara en el agua para obtener resultados asombrosos sin poner en riesgo el teléfono.
Utilizar solo la cámara del móvil
Es necesario que sepas que existen software fotográfico que permiten obtener capturas de mayor calidad. El abanico de posibilidades es realmente extenso, pero la opción más popular es la proporcionada por Google, es decir, GCam.
Esta te garantiza un procesado de imágenes mucho mejor y la posibilidad de disfrutar de varias herramientas que te ayudarán a conseguir fotos únicas y especiales.
Estabiliza tu teléfono
Es totalmente lógico que las fotografías sufran movimientos no intencionados a causa del pulso natural del ser humano. Por esta razón es recomendable emplear un soporte para tu smartphone. En ocasiones puedes utilizar un elemento de tu entorno como una piedra o cualquier otro objeto que te faculte colocar el dispositivo y sacar el retrato.
Algo que puede ser de gran ayuda es la cuadrícula que puedes activar desde el menú de la cámara. Puede parecer una tontería, pero te servirá para que lo que pretendes fotografiar permanezca recto y no consigas una imagen algo doblada.