Siempre pensamos que un banco es para guardar y sacar dinero, pero no siempre caemos en considerar que las distintas acciones que hagamos con nuestro dinero, pueden requerir también de entregar cierta información al banco. Por ello, te conviene saber cuáles actividades te pueden derivar en tener que darle a tu banco información extra por tus actividades. Así que será mejor evitar estas sorpresas, que pueden ser muy engorrosas, ya que puntualmente podrían bloquear el dinero que tienes en el banco.
De hecho, el envío de datos fiscales al banco es un proceso que está regulado y es bastante común. En realidad, está diseñado para proteger tanto a los clientes como al sistema financiero, especialmente en casos que puedan llegar a implicar movimientos sospechosos con ciertas cantidades de dinero. A continuación, te explicamos las razones principales por las que un banco podría exigirte esta información y qué cuestiones debes evitar si no quieres que esto ocurra.
¿Por qué el banco pide tus datos fiscales?
El requerimiento de datos fiscales por parte del banco no es por mero azar. Generalmente, se debe a que la entidad necesita cumplir con las distintas regulaciones legales que controlan el lavado de dinero, la evasión de impuestos o cualquier movimiento sospechoso en las cuentas. Aquí te explicamos los motivos más frecuentes que se suelen dar:
Movimientos de grandes cantidades de dinero
Si realizas ingresos o retiros en efectivo de cantidades importantes, el banco tiene la obligación de informar sobre estos movimientos a las autoridades fiscales. En España, cualquier ingreso o retiro de más de 10.000 euros en efectivo activa automáticamente esta alerta. Aunque no estés haciendo nada ilegal, el banco podría solicitar tus datos fiscales para justificar la operación y cumplir con la normativa de prevención de blanqueo de capitales. Así que deberás de evitar esta cantidad, si no quieres tener que realizar estos trámites.
Ingresos no habituales o sospechosos
Recibir un ingreso extraordinario en tu cuenta bancaria, como un depósito inesperado o una transferencia con origen poco claro, también puede hacer que el banco solicite tus datos fiscales. Los ingresos que no coinciden con tu actividad habitual pueden levantar sospechas, sobre todo si no se identifican con claridad. Un ejemplo de ello, puede ser que un amigo te ingrese una cantidad importante.
Cuentas con muchos movimientos internacionales
Las transferencias internacionales están siempre en el radar. Si recibes o envías dinero desde o hacia el extranjero con frecuencia, el banco podría solicitar tus datos fiscales. Esto se debe a que algunos países tienen normativas mucho más simples que las nuestras y podrían ser utilizadas para evitar los impuestos, lo que obliga a los bancos a ser más cautelosos con este tipo de transacciones. Y por ello, te exigirán más datos.
Depósitos o ingresos en efectivo reiterados
Aunque no se supere el límite de los 10.000 euros, realizar depósitos frecuentes en efectivo, especialmente si no hay una justificación clara, puede activar una revisión por parte del banco. En estos casos, el banco podría pedirte que expliques el origen de los fondos y presentar tus datos fiscales para verificar que todo está en regla.
Cambio en tu perfil financiero
Si abres una nueva cuenta o solicitas un producto financiero (como una hipoteca, préstamo o una inversión), el banco evaluará tu perfil económico. Esto incluye solicitar tus datos fiscales para asegurarse de que puedes cumplir con estas obligaciones.