Que nos falte el móvil, comienza a ser algo parecido a que de repente no podamos utilizar una parte de nuestro cuerpo, quizás no tan exagerado, pero si parece ser un problema en estos tiempos que corren, por lo que prevenir cualquier tipo de rotura es bien recibida. Por ello, te contamos que deberías hacer en el caso de que tu móvil le caiga agua, o peor aún, se caiga al agua.
Los móviles hoy en día cuentan con mayores especificaciones para resistir cualquier tipo de accidentes, golpes, rayaduras o incluso la lluvia y el agua. Pero no todos cuentan con una especificación IP68, o IP67, que lo protege en la mayoría de los casos, por lo que te vamos a dar los consejos que deberías de conocer para que actúes rápido y eficazmente en caso de que un accidente provoque que tu teléfono acabe como pez en el agua.
Cómo salvar tu teléfono de una rotura por agua
Si tu móvil se te cae en el agua, debes actuar con rapidez, ya que cuanto más tiempo pase en ella, más probabilidades hay de que no tenga salvación o de que los daños sean irremediables. Da igual si el teléfono es resistente al agua, si se rompe por esta causa la garantía no se va a hacer cargo o te va a poner muchos problemas. Sigue estos pasos para salvar tu smartphone caído al agua.
- Apaga el teléfono inmediatamente
La reacción más importante de todas es claramente la de apagar el teléfono como si no hubiera un mañana. Con esto conseguirás reducir el riesgo de cortocircuitos que pueden dañar irreversiblemente los componentes de tu dispositivo. De hecho, no hay que mirar si funciona bien en dicho momento, sino directamente apagarlo. Cuanto más tiempo esté en funcionamiento, más se expondrá a que el cortocircuito acabe con la vida de tu móvil para siempre. Así que simplemente apaga.
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No agites el teléfono violentamente
Si piensas que se ha colado líquido en el interior, no intentes agitar el líquido violentamente para intentar sacarlo. Puede parecer una buena idea a bote pronto, ya que si ha entrado el agua también puede salir, pero realmente no lo es. Agitar el móvil, sobre todo estando encendido, es lo peor que puedes hacer, ya que conseguirás que el líquido se expanda y se disperse por dentro del dispositivo. Esto hará dos cosas: la primera provocar un mayor número de roturas, y la segunda que sea más difícil de reparar. Para evitar esto, coge tal cual el teléfono y no lo sacudas, simplemente sécalo como te explicamos en este artículo.
- Retira accesorios y componentes externos
Extrae la tarjeta SIM, la tarjeta de memoria interna, y si tu dispositivo tuviera la posibilidad de sacar la batería, sácala. Aunque esto probablemente lo podrás hacer en un futuro próximo cuando las baterías vuelvan a ser extraíbles. Con esto conseguiremos que el aire entre y favorezca tanto el secado como la evacuación de cualquier líquido que haya quedado en su interior. En cuanto a las tarjetas SIM y memoria interna te recomendamos encarecidamente que las seques, incluso que una vez que se encuentren totalmente secas le pases una goma de borrar de estas que son rasposas y raspes suavemente los contactos. Esto hará que si los pines pueden llegar a crear un poco de óxido, no lo haga y no perjudique más el dispositivo, sobre todo a largo plazo.
- Seca el exterior con una toalla o un paño seco
También es importante que seques las tarjetas que has extraído, para que estas no se oxiden y para que después tampoco provoquen ningún daño si las vuelves a introducir en el dispositivo. Además, no dudes en secar el móvil también en su exterior.
- Usa un secador o aire para eliminar la humedad del interior
Lo ideal en estos casos es usar un secador de pelo que tenga un poco de calor, pero sin ser excesivo, ya que un calor excesivo puede provocar un serio daño, así como derretir el pegamento de las juntas de tu teléfono, por lo que puedes provocar que la pantalla se separe del resto por ejemplo. Pero un poco de calor si hará que se evapore el agua. Esto puede provocar que aparezcan gotas en el cristal o en la pantalla, pero no te preocupes, la clave aquí es la insistencia. Nuestra misión es no dejar absolutamente nada de humedad en su interior.
- Sospecha siempre que tiene más agua de la que piensas
Lo mejor es que no te conformes a la primera de cambio, y tan importante es apagar el dispositivo, como no encenderlo. Porque si piensas que no tiene nada de agua, y resulta que sí la tiene al encenderlo lo romperás, así que no lo hagas. Y asegúrate de que no queda ningún resto de agua, ni humedad antes de encenderlo.
Una vez haya quedado totalmente seco, incluso con algún intento de secado en días posteriores, ya podrás comprobar que el teléfono funciona adecuadamente. Así que cruza los dedos, y suerte.
- Prepara un lugar para que seque toda humedad posible
Puedes colocar el teléfono en un ambiente propicio para el secado. Para ello tendrás que intentar que existe un sistema de absorción de humedad, aunque muchos recomiendan usar arroz, este método no es el más efectivo porque nos puede dejar residuos que no deseamos que terminen dentro de nuestro dispositivo. Un mejor enfoque para hacer lo mismo es el de usar bolsas de gel de sílice, o lo que son lo mismo, bolsas absorbentes de humedad, que son más eficaces que el siempre sonado bote de arroz. Coloca el teléfono y las bolsas de gel en un recipiente totalmente cerrado y por al menos 48 horas.
- Lleva tu teléfono a un profesional
Una vez que el teléfono ha tenido tiempo más que suficiente de secarse, en el cual interviene un factor muy importante de paciencia, si quieres obtener los mejores resultados y no arriesgarte a nada, ya que no tendrás garantía al cual acogerte, es aconsejable llevarlo a un técnico cualificado para que lo revise antes de encenderlo nuevamente. El técnico podrá asegurar si el interior está completamente seco o incluso si existe otros daños que solucionar derivados del agua. Es aconsejable que pidas presupuesto de antemano, antes de que lo repare por si no te conviene proceder a la reparación. También es relevante que pregunte cuál puede ser el resultado de la reparación a medio y largo plazo, ya que a veces reparar, puedes reparar, pero es posible que la corrosión siga avanzando con el tiempo acabes por tener un teléfono inoperativo por el efecto de la oxidación que provoca el agua en el interior de los dispositivos.