Cada vez es mayor el número de usuarios que apuesta por los relojes inteligentes Amazfit. Principalmente, porque estos garantizan un acceso rápido a ciertos apartados del teléfono sin la necesidad de sacarlo del bolsillo, además de las múltiples formas de monitorear nuestro cuerpo a la hora de realizar ejercicio.
Las propiedades de estos accesorios aumentan con el paso del tiempo y el avance tecnológico. No solo puedes contestar llamadas fácilmente con el reloj, sino también tener un control sobre tu estado físico gracias al sensor de pulsaciones. No hay duda de que se han convertido en nuestro fiel compañero de viaje, pues van en nuestra muñeca allá dónde sea. Sin embargo, esto no es del todo óptimo. Sobre todo, a la hora de entrar en la ducha, ya que es posible que el smartwatch experimente daños.
Comprueba la certificación de tu reloj
Es de vital importancia que compruebes las diversas certificaciones que ha recibido tu modelo en cuestión. Estas se muestran en las especificaciones del producto e indican la resistencia de este.
Estas son tan relevantes como el resto de sus características, pues hacer caso omiso de este tipo de advertencias puede llegar a estropear el reloj Amazfit. En concreto, son dos las denominaciones que señalan su capacidad de protección.
La primera de ellas es la IP67, que significa que las diversas pruebas que se han llevado a cabo demuestran que no ha entrado agua en su interior al introducirlo durante media hora a un metro de profundidad; mientras que, por otro lado, la certificación IP68 indica que el wearable es completamente sumergible durante un largo periodo de tiempo, aunque a una profundidad máxima señalada por el fabricante, que habitualmente es de 50 metros.
Sin embargo, a pesar de que la certificación es una buena herramienta por la que podemos llevar a cabo el conocimiento de cómo puede soportar nuestro reloj el agua, tampoco nos asegura que no vaya a haber problemas. Por lo tanto, nos encontramos con que si hay algún problema de nuestro reloj con el agua, casi con total seguridad, la garantía no será una forma de poder arreglar el reloj.
Usa tu Amazfit en la ducha con cuidado
¿Quiere decir esto que puedes ducharte sin problema? Lo cierto es que sí, dado que la denominación IP67 afirma que el reloj se puede mojar y la IP68 que puede mantenerse sumergido bastante tiempo. Eso sí, todo depende de ciertos factores, puesto que el agua de mar sí que podría dañar el complemente a causa de la sal.
En la ducha no ocurre este problema, pues la cantidad de agua que puede caer sobre él no llega a ser significativa. Además, no es una actividad que lleve demasiado tiempo. Aun así, los fabricantes aconsejan deshacernos de ella durante el proceso. Por lo tanto, ciertamente es una cuestión que no debería preocuparnos, pero si vamos a darnos un baño prolongado, sí que tendremos que quitarlo al 100%. A pesar de esto, la experiencia advierte que el tiempo no importa y que una vez sumergido, el problema está ya sembrado.
Esto se debe a que los componentes del jabón sí que podrían afectar al smartwatch Amazfit. Por otro lado, como es obvio, no apuntes directamente con la alcachofa al dispositivo, puesto que la fuerza del agua es mayor de lo habitual. Además se trata de una de las fuentes por las que el reloj se puede dañar. Y no hablamos de dañar por fuera, que posiblemente quede muy limpito con el jabón. Y es que en el caso de que entre el jabón dentro del reloj, nos podremos encontrar con que haya posteriormente restos de óxido en el mismo. Ya sea porque el mismo se queda en el interior sin poder salir o porque no se ha secado como es debido y usado la correspondiente herramienta,
Por esta razón, y para evitar posibles problemáticas en un futuro lo más recomendable es quitárselo antes de entrar a la ducha. Es necesario señalar que, si el reloj Amazfit se estropea por este motivo, difícilmente la garantía cubrirá los gastos de reparación, ya que no pueden comprobar que no se trate de una imprudencia por tu parte al haber desobedecido las indicaciones de la marca. Siempre es mejor prevenir que curar, más aún cuando hay dinero de por medio. No cuesta absolutamente nada dejarlo fuera mientras uno se asea, así que ya sabes.
El problema del agua del mar con los smartwatch
Cuando hablamos de que un smartwatch de Amazfit cuenta con certificación con IP68, es decir, que puede resistir hasta 1,5 metros de profundidad durante 30 minutos, hablamos de clasificaciones realizadas con agua dulce y a temperatura ambiente, por lo que no reflejan las condiciones reales a las que podemos someter a nuestro smartwatch.
Es por esto que el agua de la ducha o el agua del mar pueden tener efectos diferentes y más dañinos sobre nuestro dispositivo.
A diferencia del agua de nuestra casa, el agua salada del mar es un desafío para cualquier dispositivo electrónico. La sal y los minerales presentes en el mar son corrosivos y pueden causar daños irreparables en los componentes internos y externos de los smartwatches. La cristalización de la sal puede obstruir puertos y ranuras, mientras que los minerales pueden reaccionar químicamente con los metales, provocando corrosión y deterioro acelerado.
Además, la temperatura del agua marina puede variar significativamente, lo que puede llevar a una expansión o contracción inesperada de los materiales del smartwatch, afectando su integridad estructural y funcionalidad. Por lo tanto, aunque un smartwatch de Amazfit pueda sobrevivir a una inmersión casual en agua dulce, el agua salada del mar representa un riesgo mucho mayor.
Por todo ello, es recomendable evitar usar el smartwatch en el agua del mar, pero, en caso de contacto accidental, es importante enjuagar el dispositivo con agua dulce lo antes posible. Al ducharse con el smartwatch, se debe tener en cuenta que, aunque el vapor de agua no es tan corrosivo como el agua salada, puede contener minerales y otros componentes que también podrían dañar el dispositivo a largo plazo.
Al final , lo que debes hacer es usarlo con precaución y siguiendo las indicaciones del fabricante.