No cabe duda de que la Xiaomi Mi Band es la pulsera más popular del mercado, lo lleva siendo prácticamente desde que se lanzó su primer modelo. Desde entonces su precio no ha dejado de aumentar, algo que podría seguir siendo aún más notable en el futuro inmediato. Lo que nos lleva a pensar en que es más necesaria que nunca una versión Pro.
La pulsera de Xiaomi ha sido un éxito desde el principio sobre todo por su excelente relación de prestaciones y precio, comenzó siendo una pulsera sin pantalla, con un precio que 15 euros, y ahora es prácticamente un smartwatch en se acerca a los 50€, y podría ser peor dentro de poco.
El GPS, la clave
Hace unos días conocíamos que la firma china estaba trabajando ya en una Xiaomi Mi Band 7, la nueva generación que muchos esperan con ganas, ahora que ha pasado casi un año respecto de la presentación de la sexta generación. De entre todas las funcionalidades que ofrecería la nueva generación de esta pulsera, ha llamado la atención una por encima de todas las demás. Se trata de la conectividad GPS, que estos rumores aseguran llegará con este nuevo modelo. Pero si tenemos en cuenta lo que hay actualmente en el mercado con esta conectividad, se nos antoja más necesaria que nunca una versión Pro de la Xiaomi Mi Band 7.
Lo vemos en los relojes de competidores como Amazfit y otras marcas, cómo los modelos estándar y Pro se diferencia sobre todo por una característica, la conectividad GPS. Esta es esencial para poder hacer deporte y seguimiento de él sin necesidad de llevar el teléfono encima, y es una función que ubica a los dispositivos en una especie de gama alta. Además tiene un coste que normalmente suele aumentar de forma exponencial el precio de wearable, que rara vez de partida suele bajar de los 60 euros. Por tanto es evidente que de llegar con esta tecnología la Xiaomi Mi Band 7, tendría un precio bastante más elevado de esos 54,99 euros con los que se presentó en España.
Es necesaria una versión Pro
Por esa misma razón no tendría sentido que Xiaomi lanzara una Mi Band por 69 o 79 euros integrando GPS. Lo más lógico y adecuado sin duda sería que de una vez por todas Xiaomi lanzar una Mi Band 7 Pro. De esta forma tendríamos el modelo estándar, similar al que conocemos ahora, en una horquilla de precio más o menos asequible, aunque seguro que se podría ajustar algo más respecto del precio actual, y un modelo Pro, que solo se diferencia por contar con GPS, y que sí, sería el más caro, con diferencia, que hayamos conocido hasta ahora.
Desde luego no seremos nosotros los que le digamos a Xiaomi lo que debe hacer, pero sí que ahora parece que, habiéndose superado el debate del NFC, la única gran característica que le falta a esta pulsera es el GPS. Y por tanto sí, que tiene más sentido que nunca que este año se lance un modelo Pro, o con la denominación que sea, que se posicione por encima del modelo estándar, con esta conectividad con un precio más elevado. O de lo contrario, esta pulsera habrá perdido por completo toda su esencia de wearable económico.
De todas formas, lo que puede ocurrir simplemente es lo que ha ocurrido año tras año, que no haya ni conectividad GPS ni modelo Pro. Y es que las estrategias comerciales de los grandes fabricantes son sólidas, y no suelen cambiar así como así. Recordaréis hace un par de años que conocimos una imagen de una Mi Band todo pantalla y con una cámara perforada en ella. Mucho se especuló entonces también con un modelo Pro que nunca llegó, tan siquiera con este aspecto. No hay que echar las campanas al vuelo, pero lo que es obvio es que no se nos ocurre otra forma de que Xiaomi introduzca el GPS en su pulsera sin tener que seguir aumentando el precio de ella, que con un modelo Pro.