Son varias las generaciones del sistema operativo Wear OS que existen, sin embargo, uno de sus problemas iniciales sigue presente, en mayor o menor medida. Nos referimos a los altos consumos de batería y la escasa autonomía de los relojes inteligentes con el sistema operativo favorito de muchos usuarios.
A pesar de que se ha tratado de controlar, regular y mejorar la batería que puede ofrecernos un smartwatch inteligente con Wear OS, este sigue muy lejos de lo que nos gustaría a la mayoría de usuarios. Para nada resulta cómodo tener que quitarnos el dispositivo de la muñeca a diario para cargarlo y eso ha empujado a muchas personas a buscar alternativas menos capacitadas, pero al menos con una gran autonomía.
No existe ninguna solución efectiva para los consumos de batería
Aunque podríamos daros varios tips para aumentar la duración de la batería con Wear OS, como por ejemplo desactivar la ubicación, eliminar aplicaciones que no utilizamos o incluso reducir el uso automático del sensor de frecuencia cardiaca, ninguna de estas opciones será mágica.
Lo hemos puesto a prueba en numerosos smartwatches y en todos ellos conseguimos un resultado similar, escasos minutos más de batería que ni mucho menos nos libran de tener que cargarlo al menos cada día o como mucho en alguna ocasión a los dos días.
Para explicaros de donde proceden este problema con la autonomía de Wear OS tenemos que hablar de algunos aspectos técnicos. Debemos ser conscientes de que no nos encontramos ante un dispositivo pequeño y como tal, la batería que lleva integrada es diminuta. Al estar pensado para llevarlo siempre con nosotros, no es posible ampliarla o de lo contrario se convertiría en un accesorio molesto.
Además, debemos ser conscientes de que estamos llegando a los límites tecnológicos de un cuerpo tan pequeño, ya que en algunos smartwatches con Wear OS podemos desde responder WhatsApp hasta seguir las indicaciones de Google Maps, funciones que incluso en algunos móviles básicos pueden ser tediosas. Un despliegue de potencia que se hace notar también en la batería.
Pero si tenemos que dar las razones principales para que la batería de Wear OS sea lo que es, tenemos que fijarnos en estas 4 claves:
- Tareas en segundo plano: el sistema requiere de muchos servicios siempre activos para que todo funcione como es debido y eso se lleva una buena parte de la autonomía.
- Interfaz de usuario: aunque no usemos el reloj, la interfaz siempre está lista para que interactuemos con ella y al usarlo, tiene que procesar constantemente imágenes, textos o diferentes elementos interactivos a gran velocidad.
- Conexiones inalámbricas: los relojes inteligentes dependen en gran medida del móvil, por ello el Bluetooth o la red WiFi debe estar siempre activa para poder sacarle partido.
- Sensores de salud: son muchísimos los elementos que miden nuestro cuerpo, la actividad deportiva o incluso nuestra regularidad del sueño, aspectos que se mantienen constantemente activos para darnos un resultado fiable.
Los responsables de desarrollar el software son los únicos que pueden cambiar el clásico problema de los relojes con Wear OS y no hay nada que nos haga pensar en un futuro prometedor. Si estás buscando desesperadamente un reloj que tenga una autonomía digna, con al menos 5 días de uso sin recurrir al cargador, tendrás que optar por soluciones alejadas de Wear OS y de los Apple Watch, porque ambos comparten este problema.