¿Supera la estabilización en los móviles alta gama a un estabilizador profesional?
Los avances de la fotografía en smartphones de los últimos años son tan amplios que hoy en día hay móviles de cámaras profesionales acompañados de tecnología óptima para conseguir las mejores fotos. Una de las más determinantes para el resultado final es el estabilizador óptico de imagen y muchos se están preguntando si rinde tan bien como un estabilizador profesional o es mejor comprar uno externo.
Hacer fotos con el móvil es una actividad que ha cambiado tanto a lo largo de los tiempos que resulta imposible de creer las capacidades con las que cuentan los sensores en la actualidad. Anteriormente, la calidad de imagen de las cámaras en smartphones dejaba mucho que desear y su finalidad principal era la de recopilar recuerdos, mientras que más tarde llegaron las redes sociales y con ellas los usuarios se volvieron más exquisitos con la fotografía.
Poco a poco se ha ido incrementando el rendimiento de este apartado hasta llegar al día de hoy, donde muchos usuarios emplean su teléfono como una cámara de fotos profesional y la verdad es que la distancia entre ambos dispositivos cada vez es más reducida. Esto se debe al desarrollo de tecnologías como el estabilizador óptico de imagen que llevan muchos de los lanzamientos de hoy en día, aunque no es lo mismo que utilizar otros sistemas de estabilización.
Diferencias entre estabilizadores móviles y profesionales
Los móviles no llevan todos el mismo estabilizador y en los modelos de alta gama su rendimiento es mucho mayor. Esta tecnología asegura una mejora notable a nivel de detalle, reduciendo las zonas borrosas de la imagen y dotándolas de más nitidez.
El movimiento al hacer una foto e incluso las propias pulsaciones de nuestro cuerpo pueden provocar que las fotos se vean mal, así que aquí entra el juego el estabilizador de imagen para solucionar el problema y arreglar la oscilación de la lente. No obstante, la diferencia con los estabilizadores profesionales es más que evidente, puesto que son dispositivos pensados única y exclusivamente para proporcionar una mayor estabilidad al teléfono, como es el caso de un sistema gimbal o directamente un trípode.
Estos cuentan con una mayor precisión y estabilidad a la hora de hacer fotos o grabar vídeos, ya que utilizan varios ejes de estabilización con el objetivo de lograr una imagen sin ningún tipo de movimiento antinatural. Son herramientas diseñadas por y para la fotografía, lo que quiere decir que son más efectivos a la hora de cumplir su labor. No hay que olvidar que, pese al óptimo funcionamiento de los estabilizadores en móviles de gama alta, el movimiento de las manos sigue ahí por pequeño que sea mientras agarramos el teléfono, mientras que en un trípode o sistema gimbal se mantiene totalmente fijo. Además, estos últimos ofrecen la posibilidad de obtener secuencias en movimiento sin perder la estabilidad y esto es lo que caracteriza a esta clase de estabilizadores profesionales, puesto que brinda al usuario un amplio abanico de opciones al grabar un vídeo.
Lo que debe quedar claro es que incluso los móviles con estabilizador pueden ayudarse de un estabilizador externo para mejorar todavía más los resultados. Esto lo recomendamos en escenarios muy oscuros o al intentar fotografiar las estrellas, donde el tiempo de exposición de la lente es más amplio y por lo tanto debemos mantener quieto el smartphone durante un tiempo determinado.