Llevamos un tiempo escuchando hablar de Android 13, aunque ahora es cuando por fin se ha hecho oficial la primera versión beta, la que no está destinada exclusivamente a desarrolladores y abre las puertas a los usuarios. Sin embargo, a pesar de que son muchos los teléfonos de Google que pueden comenzar a probarla, concretamente desde el Pixel 4, no es una opción que recomendemos por varios motivos que explicaremos.
Puede resultarnos muy llamativo tener acceso antes que nadie a la nueva versión de la compañía estadounidense, pues en comparación con otros smartphones que lo recibirán dentro de varios meses, nosotros podemos ir adelantados. Sin embargo, esto tiene sus riesgos, de los que nos puede hacer arrepentir en cuestión de minutos, más aún en esta versión número 13 beta que en otras anteriores que hemos podido probar.
Necesitas de mucha paciencia
A diferencia de lo que ocurre en otros smartphones y con otros cambios de software, esta primera beta de Android 13 pesa mucho, 2,14 GB concretamente. Además, se descarga muy lenta a pesar de que nos situemos a lado del WiFi y tengamos una buena conexión. Pero la lentitud del sistema no se queda solamente ahí, sino que continúa mientras se instala en el teléfono tanto en la primera parte de la instalación que realiza encendido, como a la hora de reiniciarse y finalizarla.
En algunos casos la actualización beta ha llegado a demorarse más de 2 horas, por lo que durante este tiempo no vamos a poder salir de casa tranquilamente o utilizar el teléfono con normalidad.
Permisos, permisos y más permisos
Las versiones para desarrolladores de Android 13 ya nos hacían presagiar un cambio drástico en los permisos y por el momento, es algo que no convence. Algunos de los accesos que ahora nos solicita Android 13 deben ser obligatoriamente puntuales para un determinado archivo, lo que nos obliga a activar el mismo permiso una y otra vez al usar una determinada función, por ejemplo, con las imágenes de galería.
Parece prácticamente seguro que esto no quedará así para siempre y se trata de un problema a resolver o, sino, las críticas serán muy duras contra este cambio en la seguridad. Por ello, la beta nos puede cansar antes de lo que imaginamos, dado que no vamos a poder sacar partido a las herramientas del móvil cómodamente.
Pocas novedades y sin estabilidad
Debemos ser conscientes de que la primera versión beta de cualquier software no tiene realmente todo lo que vamos a acabar disfrutando y en caso de Android eso se multiplica. Google no quiere revelar demasiados detalles antes del Google I/O que se celebrará en próximas semanas, por lo que, hasta ese momento, se esperaba una versión que dejaría pocas cosas visualmente activas.
Por otro lado, no podemos olvidarnos de que se trata de una versión temprana y, por lo tanto, hay opciones sin pulir, elementos mal traducidos y otras situaciones que nos pueden dar pie a arrepentimientos. Sumando todo esto a los apartados anteriores, es mejor tener algo de paciencia para poder exprimir Android 13 como realmente se merece.