Cuando se decide fabricar un smartphone siempre se opta de primeras por usar el material más premium posible y resistente del mercado, sobre todo en las gamas más altas. Así que, por mucha potencia o el gran nombre de la marca del móvil, si nos gastamos un dinero en un móvil, qué menos que los materiales que se han empleado en su fabricación sean buenos e incluso los mejores.
Y es que en los últimos años hemos visto como se ha dado una guerra entre las diferentes compañías con el fin de tener el mejor móvil no solo en cuanto a diseño, sino también en resistencia y durabilidad. Por ello, haremos un repaso por los pros y contras de cada uno de los materiales para que podáis ver en mayor profundidad en qué se diferencian y si realmente importa a la hora de cambiar de móvil. ¡Vamos allá!
¿Cuáles son los más usados?
Un hecho que no se puede negar es que los materiales que suelen repetir más para la fabricación de los móvil con el objetivo de atraer a gran parte del público suelen ser el cristal y el metal. Y es que si son bien usados pueden llegar a ser muy robustos, resistentes, bonitos y muy vistosos. Pero un factor que tenemos que tener en cuenta es que, por desgracia, una mayoría en los compradores se dejan influenciar mucho más por las estrategias de marketing que por las características que diferencian a un material u otro. Si no formas parte de ella, es importante que aprendas que ambas opciones cuentan con diferentes ventajas y desventajas que iremos comentando.
Tipos de materiales por dureza
Plástico, al servicio de todas las gamas
Cuando comenzaron a fabricarse los primeros smartphones, nadie pensaba en hacer dispositivos de metal, cristal u otro tipo de material. Por ello, se decantaron por el plástico, ya que era el más ligero, muy resistente y maleable. Y puede que no sea más resistente que el metal, pero sí mucho más inmune a arañazos, marcas o golpes importantes. Es decir, si quieres romperlo, puede que lo hagas antes que el aluminio, pero va a ser complicado que le hagas muescas más visibles que otros terminales con otro acabado.
A día de hoy, el plástico se asocia a los móviles más económicos y básicos del mercado, ya que son pocas las marcas las que usan este material en gamas que no sean las bajas o medias. Un hecho que ha provocado que sean pocos los usuarios que quieran tener un móvil que parece “barato”. Pero esto no se ajusta a la realidad, pues si se hiciera un buen uso de él, probablemente estaríamos hablando del mejor material disponible para conseguir todo tipo de acabados personalizados en los que no se resientan las comunicaciones, ya que son capaces de transmitir muy bien las señales RF (ondas de radiofrecuencia).
Metal, imprescindible para los marcos
Este material, sin lugar a dudas, es uno de los más utilizados y cotizados en el mercado de los móviles en los últimos años, y no precisamente por su fácil manejabilidad o su coste reducido. No obstante, y como se puede deducir, es mucho más resistente que sus competidores, pues resiste muy bien los arañazos, aunque es cierto que no mucho más que el cristal, así que no te librarás de las dichosas marcas.
Y es importante saber que los modelos que cuenten con metal también podrán deformarse, abollarse o se puede estropear con bastante facilidad, por lo que, si se cae tu smartphone o te sientas sobre él sin darte cuenta, es probable es que le dejes daños estéticos para siempre, o al menos hasta que lo repares.
Sin embargo, los móviles metálicos gustan mucho, no solo a simple vista, sino también por el tacto del aluminio que nos da la sensación de un toque más ‘premium’. Aunque esto también se debe a que la gama alta se ha llenado con este material. Además, nos ofrece un diseño inmejorable teniendo distintos acabados como el pulido, el cromado, el cepillado…
También cabe destacar que el metal no es muy buen amigo con las comunicaciones inalámbricas. Para los que lo desconozcan, las carcasas metálicas que tienen muchos móviles no incorporan el chip NFC o montan una parte plástica de tacto metalizado para poder contar con antenas que faciliten esta conexión, así que este punto también hay que tenerlo en cuenta a la hora de cambiar de dispositivo.
Cristal, elegante pero frágil
En cuanto a la fragilidad de este material en comparación con sus otros dos competidores es mucho mayor. Y aunque nuestros dispositivos cuenten con grandes protecciones como Dragontrail o la Gorilla Glass, esto no garantizará ni mucho menos que no se den arañazos, marcas o que no suceda nada si nuestro móvil si cae.
Además, este material surgió para ofrecer una alternativa frente a los otros dos. Y es que las posibilidades de innovar son muy amplias, ya sea en colores o en diseños variados. Aunque uno de sus principales fallos está en el agarre, puesto que se resbalan con solo mirarlos. Otro problema lo podemos encontrar a que suma también un mayor coste y peso al dispositivo que cuente con este acabado. Pero, lo bueno que aporta el cristal también es que deja pasar bastante bien las señales RF así que esto no será un problema. Y sin duda, la sensación y la experiencia de uso es de las mejores del mercado.
Cerámica, muy resistente pero muy caro
Xiaomi fue una de las primeras compañías que decidió emplear este material para sus terminales de alta gama, siguiéndole Samsung. Lo bueno de la cerámica es que es más dura que el cristal y el plástico, y mucho más ligera que el metal. No obstante, es el más caro en la actualidad, ya que es difícil de moldear y fabricar debido al equipamiento. También encontramos otro punto negativo, como su fragilidad a golpes, provocando que llegue a romperse antes que el metal o el plástico. Asimismo, su superficie pulida puede rayarse con facilidad, igualando en este aspecto al cristal.
Pero… ¿con cuál me tendría que quedar?
Esto dependerá de a quien le preguntes, ya que para unos será mejor opción un material u otro, puesto que como casi siempre, la elección variará en los gustos de cada usuario. Pero, si somos objetivos, comprobaremos que el mercado ya ha hablado por sí solo y se ha comprobado como el cristal y el metal se han convertido en la mejor opción a la hora de cambiar de terminal. Esto se logrado gracias a que los fabricantes han sabido combinar una buena robustez del chasis metálico con un acabado premium de cristal, haciendo que los precios de compra se puedan asumir bien por cualquiera. Aunque al final, lo más importante será adquirir el dispositivo que más le guste a cada uno.