Parecía que no iba a salir nunca. El largo periplo por el que ha pasado Samsung con el que es uno de los móviles que, en nuestra opinión, va a marcar una revolución en cuanto al formato de los smartphones ya se puede comprar en España. No vamos a negarlo, el Samsung Galaxy Fold tiene un precio no apto para todos los bolsillos. Y como todas las primeras generaciones, es tanto un salto valiente y osado, como un primer paso que veremos evolucionar en el tiempo. Hemos tenido la suerte de contar con una unidad de prueba antes de su puesta de largo, y esto es lo que nos ha transmitido usar este nuevo concepto de móvil.
Móviles «plegables» o que se cierran, realmente, no es un concepto nuevo. Nada menos que en 1996, Nokia presentaba su mítico Nokia Communicator 9000. Lejos de ofrecer las posibilidades que tiene el nuevo móvil plegable de la empresa coreana, era el tatarabuelo de este concepto «dos en uno». En ese momento, ni soñábamos con los tablets, por lo que se vendía como el primer móvil con capacidades de «ordenador», incluyendo un lustroso teclado.
Ahora bien, la propuesta y el camino que abre el Galaxy Fold, que ya no le va a quitar nadie el título de ser el primer teléfono con pantalla plegable que se pone a la venta en el mercado – tampoco será el último, pero no habrá otro «primero» -. Está hoy disponible en tiendas de medio mundo, y más en concreto, en España. El precio son 2.020 euros, realmente exclusivo para unos pocos privilegiados pero, llevar la última tecnología en el bolsillo nunca fue barato. Ahora bien, no es la única opción, operadores como Vodafone ya lo incluyen en su catálogo por un coste algo más asumible ya que lo podemos pagar a plazos por 52,50 euros al mes.
Primer contacto: el Galaxy Fold es otra cosa
Estamos ya muy acostumbrados a los smartphones con un formato que, en su momento, parecía de otra galaxia. Ahora muchos dirán que las grandes pantallas y los teléfonos sin botones son lo «lógico», pero allá por 2007, cuando se presentó el iPhone, fue una conmoción. Eran tiempos en los que las Blackberry con su teclado arrasaban y los móviles de Nokia no tenían rival. No pocos entonces vaticinaron el fracaso de los móviles «sin teclas». Pues la sensación que teníamos entonces, y que cambió todo el panorama de la telefonía móvil durante más de una década, la repetimos al utilizar las primeras horas el nuevo teléfono plegable de Samsung.
No os vamos a aburrir con sus características, las tenéis justo en el enlace del párrafo anterior y siempre podéis usar el comparador de móviles para enfrentarlo a las de los últimos lanzamientos en el mercado. Pero es que este nuevo teléfono no es una suma de especificaciones, por otra parte, todas de primera línea y herederas de las del Galaxy S10+ o el Galaxy Note 10 Plus – o al revés, ya que el Fold iba a llegar antes que este último -.
El primer impacto es que, sí, el teléfono plegado es grueso. Sus 17 mm cerrado se notan pero sus 200 gramos lo hacen extrañamente ligero para las dimensiones que ofrece. Estamos acostumbrados a teléfonos de entre 6 y 8 mm de grosor, de media, por lo que el salto es importante. ¿El teléfono es fácil de utilizar cuando está cerrado? Es funcional sin problemas, bien es cierto que la pantalla exterior de 4,6 pulgadas, para los estándares actuales, se hace ya pequeña y su resolución de 720 x 1680 píxeles, no podemos mentir, se ve a simple vista cuando ya los ojos nos tienen acostumbrados a las cómodas 1080p. Un ultimo apunte sobre esto, es cierto que llevarlo en el bolsillo no es muy cómodo. Sobre todo, el problema lo tenemos con el grosor y, con el tiempo, el espacio que podéis ver en la siguiente foto que queda al doblarlo. Tiene pinta de ser un imán para el polvo, las pelusas y la suciedad de los bolsillos.
Sin embargo, el Galaxy Fold, como comentamos al principio, es «otra cosa«. Y lo es porque esta pantalla no es la verdadera «Pantalla» del teléfono. Es funcional, nos sirve para consultar un WhatsApp y responderlo fácilmente, echar un vistazo rápido a alguna notificación, buscar un contacto para hacer una llamada, etc. Es decir, funciones puntuales, ocasionales, a las que no dedicamos más de unos segundos.
Y es que cuando vamos a USAR con mayúsculas el teléfono, nadie nos lo tiene que decir, vamos a desplegarlo para disfrutar de una tremenda pantalla de 7,3 pulgadas QHD+. Y ahí, la cosa cambia y mucho.
¿Por qué triunfará el formato plegable? Porque la gente lo entiende
No ha habido poca polémica desde que se han presentado estos móviles plegables. Hay quienes lo ven como flor de un día, como una moda y tienen razones válidas y justificadas para defender su posición. Tan válidas como los que estamos al otro lado y pensamos lo contrario, que esto ha llegado para quedarse. Y uno de los puntos clave para esta opinión es que al contrario que tecnologías como el 3D en los televisores, que nunca llegaron a despegar por lo aparatoso y, en definitiva, poco útil de su propuesta, un móvil plegable es un concepto que cualquiera, sea «techie» o no, entiende al minuto.
Os invitamos a hacer la prueba, a enseñar la propuesta del Galaxy Fold o de cualquier otro móvil plegable a vuestro entorno. Rápidamente ven claro las ventajas de llevar un móvil en el bolsillo que, en cualquier momento, se abre y es un tablet. Esto entronca, de nuevo, con las sensaciones que hemos tenido con el Fold estas primeras 24 horas.
Abrir su pantalla es, valga la redundancia, abrir una nueva experiencia. Llevamos un móvil, más o menos práctico – no lo negaremos ya lo hemos comentado, un poco menos – y de repente, sin necesidad de tener otro dispositivo, ese mismo, nos ofrece una experiencia totalmente nueva. Esa es la clave. Ver un vídeo de YouTube, navegar y leer cómodamente una página web, escribir un correo con todo el espacio del mundo, etc. Y todo ello, sin cambiar de dispositivo y ahora con una cómoda tableta de apenas 6,9 mm de grosor. Esto es una cosa que se comprende, pero no se siente hasta que lo hagáis vosotros mismos. Pasad por alguna tienda en la que os dejen probar el teléfono, y lo comprobaréis vosotros mismos.
Ni que decir tiene, que una pantalla así si que tiene sentido para el uso de la pantalla partida. «Bueno, como en los tablet» diréis muchos. Y tenéis razón, es que es exactamente esa experiencia, pero recordamos, en un dispositivo que cuando acabas, lo guardas en un bolsillo – que ya decimos que es mejor el de la chaqueta que el del pantalón -.
Por otra parte, las fundas, en el caso del formato plegable de Samsung – a diferencia por ejemplo de Huawei que en el Mate X deja expuesta toda la pantalla ya que sólo ofrece una externa -, no son tan necesarias ya que el mismo formato protege de arañazos la pantalla plegable.
¿Se notan cambios en la pantalla plegable?
Vamos a ir a sensaciones todavía más personales y detalladas. Sí, la pantalla tiene un tacto diferente. No en vano, nuestro dedo ya se ha acostumbrado al cristal templado de los smartphones y volver a tocar un polímero, que es una forma muy fina de decir un plástico, se nota. Llevamos poco tiempo con el terminal, por lo que aún no nos parece que existan arrugas o nada parecido, y nos reservamos la opinión para abrirlo y cerrarlo unos cientos de veces antes de aventurarnos a dar una opinión.
Pero creemos que Samsung, como empresa inteligente, no se habrá pillado los dedos. Ha retrasado el lanzamiento y, finalmente, se ha atrevido a ponerlo en la mano de consumidores que pagarán muchísimo dinero por él teléfono que por otra parte viene con una garantía total durante dos años. Pase lo que le pase al teléfono por el uso, no por culpa de accidentes, te lo cambian sin rechistar.
Opinión y notas finales ¿qué nos parece el Galaxy Fold?
En tan solo 24 horas no se pueden tener una conclusión definitiva sobre nada en la vida. Eso sí, y en esto permitidme hablar en primera persona aunque sólo sea porque este año he cumplido 20 años viendo, tocando y probando móviles de todo pelaje y condición. El Galaxy Fold me ha devuelto es sensación de «Wow!», de «esto es algo nuevo». Como cuando llegaron los primeros móviles que lo tenían todo (llamadas, navegador, cámara, MP3, etc.) como el Nokia N95, la sensación que te dejaba tocar el primer iPhone, la llegada de los primeros tablets, cuando aparecía Android o a los móviles les han puesto más lentes. Es esa sensación de «esto es», «han dado en el clavo», «esto es lo que la gente espera».
El Galaxy Fold es el primero, es muy caro, evidentemente no es «para todos los públicos». Pero es que esa es la clave. Es el primero, esta tecnología se seguirá desarrollando – recordemos que el primer iPhone no tenía ni App Store, algo que ahora mismo es impensable -. Los componentes bajarán de precio y, como ha pasado con las cámaras de muchos megapixeles y varias lentes, los procesadores, las pantallas de calidad, etc. acabarán llegando a gamas más económicas. Quizás no el año que viene, donde veremos la segunda generación, mucho más refinada de estos teléfonos con precios que seguirán siendo estratosféricos. Pero ya en 2021, con más marcas metidas en la pelea, es muy probable que aparezcan los primeros «gama media premium», y tiempo después, seguirán bajando a otros segmentos. Porque el formato, que es lo importante en el Galaxy Fold, funciona.