Cada vez que hablamos de las excelencias de un smartphone y su procesador, hacemos referencia a los “nanómetros” En términos absolutos, un nanómetro es la mil millonésima parte de un metro, si lo preferimos, la millonésima parte de un milímetro. Esta medida es utilizada por los departamentos de I+D de tecnologías punteras como Huawei para crear de cero los cerebros de sus smartphones.
Cuanto menor es la medida, más eficiente es el procesador, como ocurre con el chip Kirin 980 del Huawei Mate 20 Pro. Se trata de uno de los pocos microprocesadores del mercado fabricado en tecnología de 7nm. Los procesadores de 7nm cuyos transistores internos se cuentan por miles de millones y solo son visibles con microscopios electrónicos, han sido precedidos por procesos de fabricación de 22, 32, 90 o hasta 10.000 nanómetros en los albores de la informática moderna.
Tecnología microscópica
Gracias al desarrollo de esta tecnología el Kirin 980 del Mate 20 Pro ocupa un área reducida de tan solo 74.12 mm2. Esto se traduce en tamaño mucho menor que permite una mejor disipación del calor interno generado y un consumo más eficiente. Además, la reducción del chip deja espacio para otros componentes internos, que amplían las posibilidades de lo que podemos hacer con nuestro smartphone.
Las ventajas de esta minituarizaión de los procesadores son varias y permite que Android pase por encima de los iPhone. En primer lugar, en un nodo más pequeño puede caber el mismo número de transistores, por lo que se pueden obtener más chips de cada oblea de silicio. Esto se traduce en una reducción en los costes de fabricación y por tanto, fabricantes como Huawei pueden ser tremendamente competitivos en precio. También podemos aprovechar el espacio libre que deja el nodo de fabricación para incluir más transistores, lo que aumenta considerablemente el rendimiento del dispositivo.
Menor consumo, más autonomía
Otra consecuencia positiva del desarrollo en 7nm de chips como el Kirin 980 es un menor consumo energético, debido a la menor distancia entre transistores y la menor energía generada requerida para la transmisión entre ellos. No todo son los miliamperios, ya que aunque el Huawei Mate 20 Pro incorpora una gran batería de 4.200 mAh, el procesador tiene buena culpa de su gran autonomía gracias a la eficiente gestión energética.
El futuro es nanométrico
Aunque aún queda mucho por ver en la tecnología de fabricación de 7 nm, Huawei invierte cada año para que su departamento de I+D trabaje en memorar constantemente estos procesos. Quizá sea pronto para hablar de procesadores de 5 nm para nuestros móviles, pero cuando sea el momento, no tenemos duda que Huawei estará a la cabeza.