La pugna legal a tres bandas que llevamos siguiendo de cerca a lo largo de 2016 y 2015 suma un nuevo capítulo. Después de que la Unión Europea denunciara el trato de favor que Irlanda ha ejercido sobre Apple, finalmente el organismo europeo ha optado por emitir un dictamen donde denuncia el fraude fiscal de la compañía de Cupertino en territorio irlandés.
La Comisión Europea ha publicado hoy un documento fechado en agosto con 130 páginas donde enumera las razones donde se denuncia el «chiringuito» fiscal de Apple en Irlanda gracias al cual la compañía estadounidense puedo reducir casi a cero su factura fiscal en Europa durante decenas de años, mientras que el resto de ciudadanos o pequeñas y medianas empresas son vigilados con asiduidad.
Fue en septiembre de 2014, hace algo más de 2 años, cuando se iniciaron las investigaciones por parte de la Comisión Europea para esclarecer las condiciones fiscales que el gobierno irlandés fija a Apple en su territorio. Las mismas llegaron a su punto culminante en agosto de este mismo años, precisamente unas horas antes de la fecha que aparece en la documentación emitida hoy mismo.
Ahora, meses después, sabemos que la Comisión Europea exige a Apple abonar al país 13.000 millones de euros a lo que habría que sumar los intereses en concepto por los impuestos no pagados en Irlanda gracias a la política de ayudas públicas llevadas a cabo desde Dublín. Sin embargo la guerra entre ambos organismos está lejos de acabar, ya que Irlanda ha impugnado el caso ante el Tribunal de Justicia europeo y la sanción puede retrasarse meses e incluso años.
Irlanda del lado de Apple
Desde Dublín se sigue negando la mayor y evitan hablar de un trato de favor del gobierno a Apple, asegurando que la compañía de Cupertino ha pagado puntualmente los impuestos que le correspondían. Es por ello que Irlanda acusa a Bruselas de ser imparcial y anuncia que no tiene pensado actuar contra Apple tras una «actuación desmedida» en la que «la Unión Europea ha excedido sus poderes».
Según leemos en Cinco Días, Irlanda no es el único país europeo que mantiene un sistema fiscal «a la carta» como se denuncia desde Francia o Alemania. Otras regiones como Bélgica, Holanda y Luxemburgo también han presentado un trato de favor a nivel impositivo sobre determinadas compañías para atraer la inversión sobre su territorio, algo con lo que Bruselas quiere acabar empezando por esta acusación de fraude fiscal entre Apple e Irlanda.