Apple ha renovado su gama de teléfonos inteligentes, de nuevo, con dos posibilidades: iPhone 7 y iPhone 7 Plus y son iguales que sus antecesores en dimensiones, pero más ligeros, y además estrenan un hardware completamente nuevo, además de detalles de diseño también de nueva factura. Nosotros hemos hecho una prueba del iPhone 7 en profundidad, analizado cada detalle del ‘modelo pequeño’ de la firma de Cupertino, y haciendo contraste con la generación pasada. Esta es nuestra opinión.
En términos de diseño, Apple ha decepcionado de forma unánime. Es cierto que el terminal goza de un acabado difícilmente mejorable, con su construcción unibody de aluminio, pero sus rivales tienen un mejor ratio de superficie de pantalla por lo que son notablemente más compactos. Se siente algo pesado frente al iPhone 6, poco más ligero que el iPhone 6s, y en cualquier caso con un diseño inferior a rivales directos en términos de dimensiones, peso y relación de pantalla. Eso sí, se ha trabajado en detalles punteros como el botón ‘home’ capacitivo con respuesta háptica, con unas sensaciones muy buenas en la interacción, y sobre todo con unas posibilidades muy amplias de aprovechar esa sensibilidad a la presión.
En líneas generales, el iPhone 7 es lo que debió ser el iPhone 6s, y es evidente que Apple se ha reservado su ‘artillería pesada’ para el décimo aniversario del iPhone. Ahora bien, una vez más despunta en rendimiento sobre el resto de sus rivales con un ‘rendimiento por núcleo’ excepcional para su CPU, así como una potencia de GPU que también marca la máxima del mercado. Es perfectamente apreciable el salto cualitativo en el apartado fotográfico, a pesar de que rivales de principio de año le superan en diferentes campos, y en las líneas más generales es un paso al frente, pero no un salto.
Cambios como una pantalla más brillante son los que marcan esta calificación como ‘evolución, pero no revolución’, y aspectos como la resistencia al agua son los que sí muestran un cambio de aires, en positivo, por parte de la compañía de Cupertino. Es evidente que no merece la pena el desembolso desde un iPhone 6s, pero para los usuarios de generaciones anteriores sí es una compra recomendable. Y en cualquier caso, más allá de los abrumadores datos de potencia, que dejan por detrás a cualquier rival, en la experiencia de uso es muy similar a cualquier gama alta, aunque con el punto en su contra de que, por ejemplo, no cuente con conectividad NFC funcional, o que ya no podamos conectar auriculares de forma tan sencilla.