Probamos el Huawei Mate 8, toma de contacto y primeras impresiones en vídeo
Ya tenemos en nuestras manos uno de los terminales más esperados del 2016 en Europa. Se trata del Huawei Mate 8, un equipo que dado el buen resultado de su antecesor ha despertado enorme expectación y, a continuación, os vamos ha hacer un pormenorizado repaso por su diseño en una extensa galería de imágenes y vídeos, además de unas primeras pinceladas de las opiniones que nos despierta el equipo.
No vamos a negar que es uno de los smartphones que más ganas teníamos de probar. El Huawei Mate 8 llega pisando fuerte pero también con la tremenda papeleta de demuestra que sigue siendo uno de los phablets más solventes del mercado y que ofrece una de las pantallas más grandes, 6 pulgadas, en un terminal que se acerca a las dimensiones de uno de 5,5 pulgadas.
Diseño
Podéis encontrar la ficha completa del Huawei Mate 8 en nuestra base de datos y tenéis a vuestra disposición el comparador de móviles para poder enfrentarlo a cualquier otro terminal del mercado. A pesar de eso, os vamos desgranando detalles como, relacionado con lo anterior, sus dimensiones que 157.1 x 80.6 x 7.9 mm y 185 gramos de peso.
Prácticamente calca las del modelo anterior, siendo sólo un milímetro más estrecho, por lo que mantiene un tacto parecido, quizás algo más ergonómico al poder abarcarlo ligeramente mejor. Lo que si cambia son los bordes de la pantalla que finalmente no son 2.5D. Es decir, no son redondeados como los del Mate S sino cortados en diagonal, es decir, biselados. Aunque el tacto es también muy suave, no es exactamente como el redondeado modelo de 5,5 pulgadas de la marca china y la pantalla no tiene el efecto «edge» que tiene el otro equipo. Al fin al cabo, esto no es ni un inconveniente ni una ventaja, es una decisión de diseño que gustará más a unos que a otros.
El resto del equipo muestra de nuevo el robusto diseño metálico en un unibody de aluminio que sigue las formas marcadas por el Mate 7 pero estilizándolas y cambiando los «cuadrados» por «círculos» para la cámara y el sensor de huella dactilar.
Pantalla
En este caso hay pocas novedades, algo que tampoco es malo porque si algo era bueno, lo sigue siendo. Tenemos una pantalla de 6 pulgadas FullHD. Aunque parecen iguales, podemos decir que la del Mate 8 es mucho más brillante, y podréis verlo más detalladamente en la comparativa en vídeo frente al Mate 7 que también estamos preparando. Es posible que muchos piensen que era el momento de que la compañía de el salto al QHD, pero nos parece una decisión aún acertada ya que en una pantalla de 6 pulgadas, un aumento de la resolución atentaría con una de las señas de identidad de estos equipos, su apreciada autonomía, de la que hablaremos más tarde.
Cómo hemos indicado, cambia las líneas rectas y le da algo de relieve a sus marcos, estrechados para lograr un terminal más compacto y como en la anterior generación, carece de botones táctiles optando por los virtuales en pantalla, lo que permite aprovechar más el espacio. Cuenta con un ratio pantalla-tamaño del 78%, un ligero aumento frente al 77,6% de su anterior versión, para un panel IPS-NEO LCD con 16 millones de colores.
Comprobándola junto a su versión anterior, si que podemos afirmar que ha ganado en sensibilidad. Tiene una respuesta mucho más rápida y precisa, lo que es muy interesante, por ejemplo, para marcar textos o navegar de menú en menú.
Rendimiento
Hasta ahora podíamos haber dicho que el Mate 8 cambia estéticamente, siguiendo el mismo estilo, y poco más, pero empezamos con los cambios serios si levantamos el capó. En el interior tenemos el nuevo HiSillicon Kirin 950, un octa-core con cuatro núcleos Cortex A72 a 2,3 Ghz y otros cuatro Cortex A53 a 1,8 Ghz. Hay dos configuraciones del equipo, con 32 GB de almacenamiento y 3 GB de RAM y 64 GB con 4 GB de RAM. Ambas cuentan con una GPU Mali T880 MP4.
Todas estas características son una garantía de que estamos ante un móvil puntero para los tiempos que corren, pero os remitimos a nuestro análisis a fondo en los próximos días, en el que pondremos al límite las capacidades del equipo en este sentido.
Cámara
En la cámara hay muchos más cambios que sólo los 3 megapíxeles que gana frente al Mate 7. Cuenta con un sensor, por tanto, de 16 MP pero de 1/2,8″ de tamaño aunque la lente repite la apertura f/2.0, pero a este equipamiento se le ha añadido autofoco de detección de fase, flash de LED de doble tono, detección de sonrisa y la posibilidad de grabar vídeo en cámara lenta a 1080p (60 fps) y superlenta (120 fps) en 720p. Quizás el punto negativo es que de serie no puede grabar en 4K a 30fps, donde se sigue quedando en FullHD.
Acompaña a esto una frontal de 8 MP, también una mejora frente al anterior, con una apertura de f/2.4 y capacidad de grabar vídeo en 1080p. Cabe destacar, como véis en la imagen, que la cámara llega flanqueada por un enorme aro metálico, que indudablemente nos hace pensar que Huawei tiene bajo la manga una serie de accesorios en forma de lentes magnéticas para el equipo que mejoren sus prestaciones con cosas como teleobjetivos o grandes angulares.
Conectividad, software y otras funciones
Cómo no podía ser menos, el Mate 8 cuenta con todos y cada uno de los sistemas inalámbricos actuales que van desde el LTE Cat 7 (hasta 300 mbps de bajada), Wifi ac, bluetooth 4.2, NFC, GPS, acelerómetro, giroscopio, barómetro, brújula, sensor de proximidad, Radio FM – que parece que no, pero es interesante aún -, además de otros sistemas como el de cancelación de sonido con un nuevo micrófono dedicado a esta tarea para las llamadas. Lo que no tiene es el conector USB Type C como muchos de los nuevos lanzamientos, sigue con el microUSB.
Cómo hemos comentado antes, tiene sensor de huella dactilar que se aprovecha de todas las mejoras de Android 6.0 Marshmallow, software que viene instalado en el equipo de serie, algo que también se notará en la autonomía con las novedades que trae el sistema además de la que aporta el fabricante que permiten cargar el 37% de sus 4.000 mAh en 30 minutos. Sobre el papel, ofrece hasta 98 horas de reproducción de música y cerca de 528 horas en reposo. El Mate 7 daba dos días de uso sin problemas con una batería, ligeramente, más grande, 4.100 mAh. Es de suponer que las mejoras introducidas para el ahorro energético suplen esta pequeña pérdida de capacidad.
Primeras conclusiones
Este Huawei Mate 8 hará las delicias de los que tuvieron un Mate 7 o, si no probaron el anterior modelo, de los que son unos apasionados de las pantallas enormes. Sigue la esencia de su antecesor y mejora los puntos clave que le faltaban ya al terminal como son potencia y la cámara. Es cierto que Huawei no arriega en exceso con este nuevo Mate 8 ya que no deja de ser una evolución del anterior modelo pero, y no lo pueden decir muchos, ha mejorado tanto que merece el apelativo de «nueva generación». A veces, lo difícil es mejorar lo que ya era muy bueno y hacerlo aún más sobresaliente. En un primer acercamiento, el Huawei Mate 8 es todo lo que podría esperar alguien que haya usado el Mate 7 y quiera renovarlo.