El Xiaomi Redmi Note 3 ha generado gran interés entre los usuarios gracias a su atractiva relación entre el precio que adquirirá en el mercado y sus prestaciones. Entre éstas se encuentra una autonomía de alto nivel, una característica que debe en parte a su prominente batería de 4.000 mAh. Sin embargo, además de la duración de la misma, muchos pueden preguntarse cómo se las ha ingeniado el fabricante para integrar una batería de semejantes proporciones en un smartphone con un grosor de 8.65 milímetros y pantalla de 5.5 pulgadas.
Durante los últimos años hemos asistido a una frenética lucha por ver qué fabricante se alzaba con el modelo más delgado del mercado. Esa guerra llegó al punto de alcanzar cotas inferiores a los cinco milímetros de grosor. Un logro que repercute de forma notoria en la estética del smartphone, así como en la ergonomía del mismo. Sin embargo, además de la menor resistencia a la torsión y dobleces de los materiales, existe otro inconveniente. Ese no es otro que la reducción de la capacidad de la batería, uno de los componentes internos que más penaliza en las dimensiones del equipo.
4.000 mAh en 8.65 milímetros de grosor
Sin embargo, durante 2015 y ya de lleno en 2016 se aprecia un nuevo cambio de tendencia. Y es que la autonomía toma relevancia, aunque se mantiene el interés de los fabricantes por ensamblar equipos lo más delgados posibles. El Xiaomi Redmi Note 3 es uno de esos terminales puesto que es relativamente delgado, con unos 8.65 milímetros, pero a su vez cuenta en su interior con una batería de muy jugosas prestaciones gracias a sus 4.000 mAh de capacidad. Sin embargo, ¿cómo logra el fabricante una proporción ideal entre el grosor y la capacidad de la batería?
El siguiente vídeo nos saca de dudas puesto que se muestra el desmontaje del mismo Xiaomi Redmi Note 3, pieza a pieza. Lejos de valorar la dificultad de acceso a su interior y posterior desmontaje de cara a posibles arreglos –una tarea a la que nos tienen acostumbrados los chicos de iFixit- la grabación nos deja ver el diseño interno de la carcasa del phablet. En las distintas secuencias mostradas no solo podemos ver el considerable volumen de la batería, sino que también se puede visualizar el compartimento que ha facilitado la marca para darle cabida. Un apartado físico que, a tenor de las imágenes, ha requerido la colocación estratégica del resto de piezas y componentes del Xiaomi Redmi Note 3.
Sin duda, la forma de una placa base que puede suscitar el interés de otros fabricantes de cara a seguir la misma línea de diseño para fabricar equipos delgados y con generosas baterías que, a la postre, van a ofrecer una autonomía extendida; característica cada vez más valorada por los usuarios a la hora de adquirir un smartphone. Y si quieres echar un vistazo al estado de este componente, será tan fácil como entrar al menú secreto de MIUI para la batería.