Una de las características más destacadas del nuevo Motorola Moto G de tercera generación es su certificación IPX7 que, en teoría, le otorga una resistencia importante al líquido elemento. En concreto puede estar sumergido hasta 30 minutos a un metro de profundidad. Todo esto es siempre teórico y lo mejor, como de costumbre, es poner a prueba los límites reales del dispositivo, algo que ya han hecho en este caso y, además, en vídeo.
No es el primer terminal que tiene resistencia al agua. En eso los pioneros han sido los Xperia de Sony y en concreto, el Xperia M4 Aqua su último exponente, precisamente, para el mismo segmento de mercado que este Motorola Moto G (3ª Gen) donde ambos terminales son los rivales directos, debido a esta característica.
El Moto G llega con el estándar IPX7 bajo el brazo – el mismo que el Apple Watch – que, en teoría, lo hace resistente a inmersiones a un metro de profundidad durante 30 minutos. Ahora bien, eso es la teoría, ya que las dudas se despertaban con este terminal al tener carcasas intercambiables, algo que parece que no se debería llevar bien con la estanqueidad del equipo. Ya os mostramos el secreto que esconde el Moto X 2015 en sus carcasas en el repaso fotográfico que hicimos al equipo, mostrando las pertinentes membranas que protegen su interior del líquido elemento.
El equipo ya lo tenemos en nuestro banco de pruebas y, sin duda, se va a dar un chapuzón. Pero siendo fieles a la verdad, hay quien ya la remojado sin piedad su Motorola Moto G (3ª Gen) y que además, nos muestra en vídeo hasta donde puede aguantar el equipo sin problemas.
Harrys Craycraft, que así se llama el creador del vídeo, somete al Moto G de (3ª Gen) a una copiosa lluvia, con caída en los charcos incluida, además de, como se puede ver en la parte final del vídeo, deja el terminal más de 30 minutos en una jarra de agua totalmente sumergido.
El resultado, es el que se esperaba. El terminal, como promete Motorola, sigue funcionando aunque Craycraft indica que los altavoces sonaban algo apagados, ya que estaban llenos de agua – nada que un buen «meneo» no arregle, confiesa -.
Evidentemente, la última comprobación era mirar bajo la carcasa trasera que, como se cabía esperar, estaba llena de agua pero no había afectado al equipo. Parece ser que las membranas que antes comentamos en lugares estratégicos hacen bien su trabajo.
¿Es una característica que lo va a hacer triunfar de nuevo? Sin duda, es algo a tener en cuenta.