
Últimamente es la característica de moda, las pantallas QHD que nos sorprenden con su resolución y el aumento de densidad de la pantalla, es decir, de los puntos por pulgadas que cada vez son más. Incluso se empieza a hablar de que ya se están preparando las pantallas 4K. Sin embargo, más que la resolución, que ya hay más que de sobra, las pantallas de los terminales deberían empezar a desarrollar otra de sus características.
Hablamos de la tasa de refresco de la pantalla. Este detalle que se destaca tanto en los monitores y televisiones pero es aún obviado en la mayoría de las fichas técnicas de los terminales.
Para quien no lo conozca, se representa en hertzios (Hz) e identifica el número de veces que una imagen es enviada a la pantalla cada segundo para representarla. Actualmente, tanto iOS como Android o Windows Phone soporta 60 Hz de refresco, siendo el software de Microsoft el que permite elegir entre 30 o 60 Hz para las aplicaciones. Si miramos lo que ofrecen pantallas de televisión o monitores, el ratio crece hasta los 120 o incluso 144 Hz.
En los móviles, no hacía falta más refresco de pantalla… hasta ahora
Es cierto que estamos hablando de pantallas y usos muy diferentes, pero en el mercado de la telefonía móvil se está abriendo a codazos una moda que lo va a poner de relieve en las de menor tamaño. Se trata de las gafas de realidad virtual como las Gear VR, que utilizan la pantalla de los terminales para reproducir sus contenidos. Es por ello que en el caso de Samsung, cuando metemos un Galaxy S6 o un Note 4 en sus gafas, por medio de un tweak del fabricante, la pantalla aumenta su ratio de refresco a 75 Hz.
La suma es fácil, más refresco de pantalla permitirá crear imágenes para realidad virtual más nítida e inmersivas. Sin embargo, también hará falta que las propias aplicaciones permitan refrescos de pantalla mayores. Eso están intentando hacer desde el proyecto Dart on Android, cuyo uno de sus objetivos es que las apps alcancen los 120 Hz.
Sin embargo, el futuro es incierto porque, como se puede suponer de todo lo anterior, no sólo hace falta que existan pantalla que permitan refrescos superiores, sino que los sistemas operativos permitan esto. Pero el problema es que éstos están limitados por los procesadores actuales de móviles. Es por tanto es un efecto dominó el que tiene que provocarse en varias fases de la industria que, probablemente, si la realidad virtual tiene algo de éxito, lo veamos antes de lo que esperamos.
¿Qué opináis vosotros? ¿Necesitan las pantallas de los móviles que mejorar en otros aspectos antes de pensar en cosas como el 4K?