El Apple Watch sólo está disponible en un puñado de tiendas en todo el mundo, y entre ellas en Reino Unido, la oportunidad de pasar por una de ellas nos ha permitido, y en particular al que suscribe, tocar y probar de primera mano y en exclusiva para MovilZona el tan ansiado Apple Watch, del que hoy se conocía que llegaba a las 2,3 millones de reservas.
El dispositivo funcional, es decir que puedes probar, como se puede ver en el vídeo que va a continuación, no se puede despegar del stand en el que está sujeto. Por su parte, los modelos que ya te puedes probar físicamente, en realidad son «dummies», es decir, unidades que si bien presentan el interfaz, esta no es funcional y simplemente ofrece un video infinito por sus principales funciones.
Diseño y ergonomía
Entre los terminales que hemos podido tocar estaban el modelo Sport y el Watch – quizás hay que tener un pase VIP para que te enseñen un Edition de 10.000 dólares -. Aún así, desde el primer momento el dispositivo es diferente. Es un sensación difícil de explicar. Es ligero, aunque te pruebes el modelo acero, su vibración esta medida para dar una sensación completamente nueva (no sabemos si está buscado a propósito) de hecho en la demo vibra como lo hará el real cuando sienta que estamos «contentos». Es difícil explicarlo, pero es diferente a como lo hacen otros dispositivos similares y, además, sus correas tienen todas algo especial.
Excepto la «Sport» de goma, que cuenta con un cierre típico con agujeros y un émbolo, el resto, tanto la de malla metálica, como las de cuero y la de broche, todas tienen un sistema magnético de sujeción. La única que se diferencia es la de acero que ofrece un cierre «mariposa», típico de las correas de reloj suizo.
Finalmente, también hay que decir que hay una enorme diferencia entre probarse el modelo de aluminio (es decir, el Sport) y la edición en acero (Watch). No diremos que vale la diferencia de precio que hay entre ellos, pero es mucho más «reloj» el segundo que el primero. Por otra parte, también se nota la diferencia entre el de 42mm y el de 38mm, y si sois chicos, yo os diría que no lo dudéis y optéis por el de mayor tamaño. Están claramente adaptados para las muñecas femeninas y masculinas como podéis ver en la imagen de portada (42 mm) y la que ponemos ahora (38 mm).
En esencia, se nota como una pieza de moda más que tecnológica. En la visita a la tienda, precisamente, la persona que nos acompañaba, absolutamente alejada del mundo de la tecnología, ha reconocido que se esperaba algo más «geek» y se ha encontrado, sorprendentemente, con un complemento que le gustaría llevar puesto. Quizás aquí está el secreto de este producto, que no busca convencer a quien le gusta la tecnología, sino al resto.
Funciones e interfaz
Como indicamos, no ha sido posible probar el funcionamiento en la misma muñeca y hemos tenido que conformarnos para el vídeo con los que había fijos en los expositores. En primer lugar, como no podía ser menos, hay que hablar del control entre la pantalla táctil y la rueda lateral. Esta rueda, a su vez, hace las veces de botón «Home», es decir, es con el que volveremos a la pantalla principal y no con el segundo botón lateral que, en un primer momento, podría parecer que hace esa función pero sólo tiene la de encender y apagar el dispositivo.
Esta rueda, ya que el interfaz táctil viene a ser más tradicional, tiene la función, además de botón Home, de hacer más grandes o pequeños los iconos y poco más. Podemos llegar a aumentar hasta activar la aplicación que esté en el medio. Está claro que esto lo haremos pocas veces. Es un control interesante, novedoso pero, en cierta manera, algo inútil y cuya finalidad sólo es la de sustituir el «pellizco» en la pantalla para hacer zoom. Al final, acabaremos utilizando el dedo y pocas veces nos hará falta hacer mas o menos grandes los iconos. Quizás en un día a día pueda cambiar esta percepción, pero a primera vista, es lo que transmite.
Es absurdo pasar a relataros cómo es cada una de las funciones que podemos probar en las aplicaciones preinstaladas, lo podéis ver por vosotros mismos en el vídeo que hay más arriba. Lo que no se puede comprobar en el vídeo y sólo se ve al tenerlo «a mano» es la precisión que tiene la pantalla. Aún con unos dedos que no son finos, ni mucho menos, y con unos iconos ínfimos, siempre he acertado a abrir la aplicación que quería sin problemas. Por otra parte, la respuesta y el efecto «scroll» es tan bueno como el del primer día en el que el iPhone nos sorprendía con el en 2007.
Las aplicaciones en general funcionan sin apenas retardo y esconden mucho más que una simple interfaz, con un intuitivo movimiento lateral sacamos siempre mucha más información. Este es un problema que no se puede valorar en una primera prueba de contacto, nunca sabemos realmente si hemos visto todas las pantallas que nos puede ofrecer cada una ni realmente hacia que dirección está la que queremos visitar. Es posible que esto requiera de cierto aprendizaje pero es, quizás, lo menos intuitivo del dispositivo en general hasta que te fijas que bajo la pantalla tienes unos círculos que te marcan en cúal estás pero, estos están casi siempre tapados por el dedo.
En conclusión, y sin mirar el precio claro está, el Apple Watch es un gadget que entra por los ojos, pero que al ponértelo sientes que tiene medido al milímetro cada detalle. Funciona bien y se siente todavía mejor. Tiene todas las funciones que le puedes pedir a un smartwatch, y alguna que tampoco te hace falta pero que le dan un toque exótico.
Ahora bien ¿vale lo que cuesta? Estamos en la eterna pregunta y la respuesta es que si tienes un iPhone es probable que acabes cayendo en la tentación porque, ni mejor ni peor, tiene toda la esencia de los buenos productos de Apple.
A continuación os invito a hacer cualquier consulta o duda que os surja, siempre que se realicen con educación y respeto, intentaré aclarar o ampliar cualquier detalle que os interese.