El uso de pantallas de tinta electrónica, en un principio sólo ideadas para los populares e-books, siguen dando el salto los teléfonos móviles. En esta ocasión como una segunda pantalla acoplada a nuestro terminal. La idea se llama InkCase Plus y si sus creadores consiguen una financianción de 100.000 dólares podrá hacerse realidad.
Bien planteado, el uso de una segunda pantalla de tinta electrónica puede ser una buena idea. Pensemos un momento. En muchas ocasiones, sólo utilizamos el teléfono móvil para leer textos, correos, notificaciones… Para estos casos concretos, no necesitamos usar toda la potencia del teléfono y sería suficiente con poder visualizarlo en una pantalla monocromo acoplada al terminal.
Bajo esta premisa ha nacido InkCase Plus. Sus fabricantes afirman que esta segunda pantalla permitirá una lectura continuada de hasta 19 horas, lo que supondría una considerable optimización de la batería del teléfono.
Esta idea no es realmente nueva. El año pasado salió a la venta en España el teléfono ruso Yotaphone, un terminal con una pantalla de 4,3 pulgadas con resolución 720p y otra de tinta electrónica. Además, cuenta con un procesador dual-core, 2GB de RAM y 32GB de almacenamiento.
Los responsables de Oaxis, la compañía detrás de la idea de InkCase Plus han querido diferenciar su producto de su competidor ruso. Su característica diferenciadora es que la pantalla podrá usarse en diferentes dispositivos. Según G-Yay Yong, el director general de Oaxis, están creando “un dispositivo universal que puede adaptarse a todos los teléfonos. Además, tienes la opción de ver las dos pantallas al mismo tiempo, no tienes por qué elegir ver una u otra”.
La pantalla de tinta electrónica podrá sincronizarse con el teléfono a través de la conexión bluetooth del terminal. Aparte de usarse como una segunda pantalla o como lector de libros electrónicos también están desarrollando una aplicación para que pueda usarse como un cuentakilómetros para la bici. La ventaja es que sólo tendríamos que colocar la segunda pantalla sobre un soporte en el manillar mientras que puedes llevar el teléfono en un lugar más seguro.
Aunque por el momento esta pantalla sólo contaría con tres aplicaciones (transferencia de fotos, e-book y cuentakilómetros), sus creadores quieren implementar un SDK para que otros puedan crear aplicaciones para el dispositivo. La pantalla de tinta electrónica no será táctil pero incluirá botones físicos con los que responder llamadas, hacer fotos o controlar otras aplicaciones.
Si el proyecto sale adelante en Kickstarter, sus creadores prometen enviar las primeras unidades a los primeros inversores que hayan aportado un mínimo de 79 dólares. El precio de venta una vez alcanzada su financiación será de 99 dólares.