Si buscas el poder escribir en la pantalla de tu terminal Android, y este no es de la gama Galaxy Note, debes recurrir a una aplicación de terceros. Una de las mejores que se puede encontrar es Papyrus, ya que permite realizar trazos de forma muy sencilla y con tan sólo utilizar el dedo de la mano.
Este desarrollo tiene la gran virtud de ser muy sencillo de utilizar, ya que de forma básica simplemente con iniciarla y comenzar a escribir con el dedo (o un stylus) está todo hecho. Además, todo es muy intuitivo, ya que el espacio disponible para hacer los trazos es el central y abarca casi toda la pantalla del dispositivo (por lo que, cuanto mayor es esta, mucho mejor).
Pero, evidentemente, Papyrus ofrece mucho más que esto. Para empezar, la información se gestiona por cuadernos (que se pueden crear) y páginas que se generan dentro de este. Es decir, que la estructura es muy sólida y permite una organización óptima. Un ejemplo, es posible tener cuadernos para diferentes asignaturas o trabajos y, dentro de estos, las notas que se han tomado para luego ser revisadas.
Por cierto, la interfaz de uso es adecuada, siendo mucho mejor utilizar el terminal de forma apaisada que en vertical. La razón es que el espacio para escribir es mayor. En cuanto a la colocación de las diferentes opciones de uso, esta es la norma: en la parte superior están los accesos directos y, en caso de existir, en el lateral izquierdo es donde aparecen los añadidos de navegación. Todo el centro, con un fondo que recuerda a los cuadernos de toda la vida, es para escribir.
Por cierto, en la versión gratuita de Papyrus existen apartados que no están disponibles, como por ejemplo la importación o exportación en forma PDF (si se compra la Pro esto evidentemente se soluciona). Pero, el resto de opciones, están presentes sin que existen grandes posibilidades que no son de “la partida”.
Opciones de escritura
Como es sencillo pensar, las opciones que se incluyen en Papyrus son avanzadas y se pueden establecer diferentes parámetros según sean las necesidades de cada usuario. Por ejemplo, el trazo a utilizar se puede configurar en su grosor -medido en milímetros- y color. Además, la presión también puede activarse para que cuando la pantalla detecte que esta es mayor se marque más lo que se escribe. En cuanto al estilo del trazo este puede ser como el de un bolígrafo y, también, como el de un rotulador (otra de las pocas opciones de la versión Pro).
También es posible utilizar una herramienta de selección libre que permite recortar lo que hay en pantalla. Esto resulta de lo más útil, ya que se puede desde cortar hasta pegar en otras aplicaciones. Por ejemplo, de esta forma se puede digitalizar una firma de forma rápida y sin problemas, pero también para llevar de un lugar a otro lo que se ha escrito dentro de la propia Papyrus.
También hay que destacar que es posible importar imágenes desde el terminal, ya sea de entre las que hay en la memoria de este o haciendo una fotografía. De esta forma, se le puede dar una añadido a las notas que se toman con Papyrus. Aparte, no falta la herramienta de borrado y corrección, y, como no, la posibilidad de ponerle nombre personalizado a la página que se crea. Es decir, que es bastante completo este desarrollo.
En cuanto a su funcionamiento, hay que decir que este es bastante bueno, la precisión a la hora de reconocer la escritura es buena con el dedo, pero mucho mejor si se utiliza un stylus. Pero, el caso, es que Papyrus cumple perfectamente para lo que está creada, y lo cierto es que con los tablets consideramos que resulta una herramienta de lo más recomendable para modelos que no son capaces de reconocer la escritura natural por defecto.
Puedes descargar Papyrus en Samsung Apps y en Google Play, siendo gratuita en cualquiera de las dos tiendas. En cuanto a los requisitos que se deben cumplir para poder utilizar esta aplicación, hay que decir que estos son muy bajos: con disponer de 10,19 MB y Android 3.0 o superior ya no hay problema. Por cierto, por el momento este desarrollo no está traducido al español, pero ciertamente la dependencia del idioma es bastante baja.