La Generalitat valoró activar aplicaciones espía en los smartphones de los antisistema y activistas del 15-M
Ayer mismo saltaba la noticia de que la Generalitat había distribuido entre altos cargos de la Comunidad y sus escoltas smartphones con una aplicación oculta capaz de monitorizar todas las actividades del terminal e incluso realizar grabaciones de voz y/o vídeo. Hoy el Confidencial ofrece más detalles sobre este caso al publicar que el Gobierno de Cataluña pretendía instalar igualmente software espía en los móviles de algunos ciudadanos y manifestantes del movimiento 15-M.
La privacidad es un término cada vez más relativo y la tecnología ha sido uno de los medios que ha contribuido en cierto modo a «deteriorarla». Y es que dispositivos electrónicos como ordenadores, tablets y smartphones se han convertido no solo en una herramienta de vital importancia para muchos en su trabajo, sino que también es una potencial herramienta para el espionaje con el software adecuado. De hecho, la proliferación y estandarización de los smartphones propicia que sean el blanco perfecto para hackers, aunque también para organizaciones tan destacadas como la NSA.
Vulneración del derecho a la privacidad
Hasta ahora, la Agencia Nacional de Seguridad estadounidense se ha mantenido en el ojo del huracán. La razón no ha sido otra que toda la polémica creada por el debate de si la seguridad de un país pasa por el espionaje indiscriminado tanto de sus ciudadanos como del resto de órganos y personas a nivel mundial. Sin embargo, en España también empieza a aflorar información que hace referencia al uso de software de monitorización entre los ciudadanos.
La noticia ha sido publicada por El Confidencial en su edición digital, donde podemos acceder a todos los detalles que han salido a la luz a través de unos documentos redactados por el Cesicat, Centro de Seguridad de la Información de Cataluña . En éstos se contempla el plan de actuación del equipo de Mossos d´Esquadra identificados como UMT, que serían los encargados de ejecutar el plan final. Según uno de los responsables de evaluar el sistema, éste pasaba por instalar de forma silenciosa y en un espacio de tiempo muy breve un troyano (software espía) en el teléfono justo después de la detención de los sospechosos, cuando se les confisca las pertenencias personales. El blanco de esta organización hubiese sido principalmente activistas del 15-M y antisistema, entre otros ciudadanos que pudiesen suscitar el interés de la UMT.
Una app indetectable
El software en cuestión era conocido entre los implicados como Cerverus. Curiosamente el nombre de la aplicación es la misma que la de Cerberus, un software de seguridad personal para localizar un smartphone perdido, entre otras utilidades. Sin embargo, la app silenciosa que quería utilizar la Generalitat tendría distinta finalidad. Y es que se pretendía que el terminal «infectado» actuase como un verdadero radar. Para empezar, su integración con el sistema le permitiría pasar inadvertido, como si de una aplicación nativa se tratase, pero sin dejar rastro de ningún tipo. Su actividad sería totalmente silenciosa, pero permitiría el control remoto del equipo, el acceso ilimitado a las carpetas del sistema, el control del posicionamiento por GPS a través de un mapa, grabación de vídeo e incluso grabación de las llamadas. El troyano sería tan dañino que sería capaz de capturar todas las conversaciones en WhatsApp, por ejemplo, a través del teclado. Todo sería posible sin que la «víctima» se percatase lo más mínimo. El fin no sería otro que contar con el máximo de información posible, según relatan en la fuente que ha filtrado la información. De hecho, el mismo medio publicaba igualmente cómo los casos de espionaje se han materializado entre altos cargos y escoltas en la comunidad catalana. Según datos recopilados, la Generalitat se habría gastado cerca de 80.000 euros para poner en funcionamiento unos 500 smartphones «infectados» con el software espía.