Larry Ellison es un tipo que necesita pocas presentaciones. De la nada, del ostracismo más absoluto ha creado Oracle, una de las empresas de referencia mundiales en bases de datos y programación, bandera de las tecno americanas e incontestable líder en su sector. Larry además cumple a la perfección el catecismo de líder de cualquier empresa tecnológica con declaraciones, actos, gustos y forma de vivir que le permiten ser siempre una inagotable fuente de noticias para los medios. El hombre que desde los suburbios de Nueva York ha escalado a ser el quinto hombre más rico del mundo y a tener uno de los barcos privados más grandes de cuántos surcan los océanos.
Voz autorizada en este negocio
Pero Ellison es, por encima de todo, un crack de los negocios que desde 1997 a 2002 (lo dejó por las reuniones periódicas frente a su apretada agenda) perteneció al consejo de administración de Apple por expreso deseo de Jobs. Cargo en el que ha compartido muchas reuniones con Jobs en la época parece ya, más brillante de toda la historia de la firma. Un tipo que ha mirado muchas veces a los ojos al genio para alabar o criticar sus actos, un tipo que conoce Apple como pocos y que cuando él habla, todos escuchan, incluido Tim Cook. Baste como ejemplo de la amistad de Ellison con Jobs el hecho de que la boda de Ellison en 2003 el fotógrafo oficial fuera… Steve Jobs. Es decir, es un tío de dentro con la visión que proporciona ser un ejecutivo externo de altísimo nivel.
Malos presagios para Apple
Debido al gran peso que tiene Ellison en este negocio a su gran cercanía a Apple por todo lo comentado hasta ahora esta semana el mundo de Cupertino se agitó al conocer las declaraciones que sobre el futuro de la firma hacía en una entrevista a la CBS. Palabras que han caído como una losa sobre las esperanzas de la firma. En primer lugar tilda a Jobs de ser un Picasso o un Edison de la tecnología, de ser un inventor nato, para posteriormente reincidir en que fue su mejor amigo durante veinticinco años. Acto seguido afirma: » Ya vimos a Apple con Steve Jobs (indicando hacia arriba) también vimos a Apple sin Jobs (haciendo indicaciones negativas). Después volvimos a ver a Apple con Steve (indicación positiva) y ahora, hay qué ver a Apple sin Steve Jobs (indicación negativa de por medio).
Jobs es insustituible
Otra de las conclusiones claras de la entrevista con Ellison es que Jobs es insustituible. El de Oracle asegura que aunque muchas veces se nos dice que nadie es insustituible, él cree que el caso de Jobs es tema aparte y que no habrá manera de encontrar otro como él. Estas declaraciones, así como las anteriores sobre el devenir de la firma, han calado muy hondo en el sector tecnológico, habida cuenta de la pasión y amistad de Ellison por Jobs. De hecho es famosa la anécdota de Ellison cuando en el año 2000 ante la sucinta oposición de un miembro del consejo a que Steve tuviera un jet privado pagado por la compañía, saltó sin contemplaciones: “Por lo que ha hecho por la empresa deberíamos comprarle cinco aviones”. Anécdotas aparte lo que parece claro es que para Ellison, Apple podría ser una empresa más, una empresa que con el tiempo agotará las ideas del genio, caminará hacia lo común y tendrá que sumergirse en la competencia voraz del mercado. Jobs era Apple pero Ellison deja claro que Apple sin Jobs… ya no será Apple.