En el transcurso de la presentación europea del Galaxy S4 también se pudimos ver el Samsung Galaxy Mega, un terminal que impacta por las dimensiones de su pantalla, nada menos que 6,3 pulgadas, y que está pensado pasa ser uno de los que está indicado para aquellos usuarios que buscan un terminal que sea más un Tablet que otra cosa… un híbrido en toda regla.
Lo primero que llama la atención de este modelo es la pantalla… pese a que uno está advertido de sus dimensiones, se queda algo impactado al verlo… en especial si se compara con alguno de los modelos que existen en la actualidad. Un ejemplo es un iPhone como se puede ver en la imagen que se ve a continuación… hace que uno se pregunte si utilizarlo resulta sencillo. Por cierto, la calidad del panel es buena, pero sin ser espectacular, se nota que no es Full HD y su respuesta es más que adecuada. Eso sí, no se ve nada mal, de verdad.
La respuesta a esta pregunta llega rápido, ya que al utilizar el Samsung Galaxy Mega me quedó bastante claro que utilizarlo con una mano es algo casi inviable ya que apena se llega a los botones que se incluyen en la carcasa (algo que no ocurre con el Note 2, por ejemplo). Eso sí, gestos como desplazar el contenido del navegador o pulsar botones táctiles en la pantalla central no tienen problema alguno.
El diseño sigue el estilo que, hasta la fecha, ofrece la compañía coreana en sus últimos diseños. Carcasa de plástico, bien acabado, con líneas interesantes y un grosor no excesivamente elevado, 8 milímetros, para sus dimensiones y batería (3.200 mAh, extraíble). Sin duda en este apartado es muy atractivo y, pese a que no cabe bien en una mano, es bastante estilizado. Sí que me gustó bastante el lateral cromado que incluye, que le da un toque diferente.
Un funcionamiento sin fisuras
En lo que pudimos ir probando con el Samsung Galaxy Mega no descubrí que en algún apartado no se defendiera bien. Los juegos funcionan a la perfección y las aplicaciones habituales, como el navegador o el correo se muestran muy rápidas. Por lo tato, el trabajo de su procesador de doble núcleo a 1,7 GHz en combinación con los 1,5 GB de RAM parece que son una buena elección… ahora, todo dependerá de su precio.
Además, el sistema operativo Android 4.2.2, y esto también puede ser uno de los motivos de su buen comportamiento. Sinceramente lo vi, como poro, igual de solvente que el Note 2 por lo que algo debe afectar esta versión de Jelly Bean. Lo que no descubrí son grandes novedades en apartados como la cámara o los ajustes, todo está en su sitio y no hay diferencia. En definitiva, que funciona bastante bien y que puede ser una solución más que interesante para el día a día.
En lo que se refiere a su interior, pocas novedades… es un calco de los modelos de Samsung para insertar la tarjeta microSIM y la de memoria, por lo que está ambas conexiones “escondidas” dentro y hay que retirar la carcasa para acceder a ellas. Por cierto, al abrir el Samsung Galaxy Mega sorprende ver el grosor de la batería, ya que es menor del que se puede esperar.
Queda por ver que hueco en el mercado cubre este modelo, ya que su competencia directa es el Note 2, lo que hace pensar si Samsung tiene muy claro la segmentación que busca en sus terminales. Al menos, este de 6,3 pulgadas es diferencial respecto al Tablet de gama alta… ya que el modelo de 5,8” se parece en dimensiones de pantalla, que no en calidad, demasiado.
En definitiva un terminal distinto, que habrá que ver cómo encaja en el mercado con sus 6,3 pulgadas pero que hay una cosa clara para él: no es un modelo para cualquiera, ya que se tiene que aceptar la “hipoteca” de no poderlo manejar bien con una mano… pero también es cierto que es totalmente diferente y que no funciona nada mal. El Samsung Galaxy Mega es distinto, eso está claro… y parece que firma la defunción de las 7 pulgadas en lo que se refiere a la gama de producto de la compañía coreana. A mí me llama la atención, pero me costaría utilizarlo, algo que no me ocurre con el Samsung Galaxy Note 2.