Desde hace años teníamos como única verdad que Steve Jobs fue despedido por el aquel entonces CEO de Apple John Sculley. Sin embargo, la biografía del mismísmo Jobs, narrada por Walter Isaacson, y ahora las declaraciones del también ex-CEO de Pepsi dejan patente que el fundador de la compañía fue relegado por la Junta.
La biografía de Steve Jobs sigue dado de qué hablar. Cada poco tiempo vamos conociendo más detalles sobre la vida de este genio que levantó todo un imperio capaz de revolucionar la industria de la informática, de la música, de la telefonía y, tal vez, dentro de poco la de la televisión.
Primeros pasos
Una entrevista de la BBC al que hace más de dos décadas fuese CEO de Apple ha acabado por aclarar una historia que siempre tuvo una sola verdad, al menos hasta hoy. Para entender la relación de John Sculley con Steve Jobs nos tenemos que remitir al día en el que éste mantuvo una conversación con el que por aquel entonces era el presidente de Pepsi más joven de la historia. Suya fue la célebre frase que será recordada para la eternidad. Jobs incitó a John para ocupar el cargo de presidente ejecutivo de su compañía diciéndole: ¿Quieres vender toda tu vida agua azucarada o prefieres cambiar el mundo?
Primeros roces, determinantes
Poco después Sculley aceptaba el ofrecimiento y juntos mantuvieron una relación cordial, al menos hasta que las cosas empezaron a torcerse en Apple. Según se relata en la biografía escrita por Isaacson, de la que el propio Sculley dice no se separa demasiado de la verdad, las desavenencias entre ellos llegaron con el fracaso de Macintosh. Steve, depresivo por las raquíticas cifras de venta de su ordenador, quiso rebajar su precio, pero el consejero delegado se negó advirtiendo consecuencias económicas poco aconsejables para la empresa. Necesitaban dinero para seguir proyectando el Apple II. Ese encontronazo cambió radicalmente el transcurso de su hasta entonces buena relación. Tanto es así que Steve Jobs dio con sus huesos en la calle, despedido de su propia empresa. Lejos de lo que cabría esperar, no fue Sculley quien despidiera al co-fundador de Apple, sino el Consejo de la compañía.
Lo más curioso de esta historia es que la idea proyectada por Steve Jobs en el Macintosh triunfaría año y medio después con otro nombre. El fallo no estaba en la creación de Steve, sino en que el procesador de aquella máquina era incapaz de mover la interfaz del Macintosh, algo que fue posible posteriormente. El mismo John Sculley lo reconocía en la BBC. Steve Jobs iba por delante de la propia tecnología. Preguntado por el futuro de Apple en otros campos como la TV, el ex de Apple indicó que Steve confesó a Isaacson poco antes de morir que había encontrado la fórmula para hacer de la televisión un medio interactivo de éxito. ¿Será cierto? Posiblemente dentro de poco lo podamos confirmar pues se rumorea que Apple está detrás de un proyecto de envergadura que pasa por el lanzamiento de una TV propia.