Una de las preguntas que más nos han hecho a los que nos dedicamos a la información sobre tecnología es ¿merece la pena renovar el iPhone 4 por el iPhone 4S? Si bien el salto desde la anterior generación, iPhone 3GS puede estar más que recomendado, no están tan claro los beneficios para los usuarios que ya tienen un iPhone 4.
Después de la keynote de Apple, la primera de Tim Cook al frente, el sentimiento de muchos seguidores de la compañía fue el de decepción ante una renovación sólo de especificaciones en el iPhone 4S. La pregunta que corre entre los fans de Apple es ¿merece la pena pasar del iPhone 4 al iPhone 4S? La respuesta no está tan clara ya que lo que desde los propios usuarios de la empresa de Cupertino se suele pedir algo más que una lista de especificaciones técnicas nuevas.
Diseño: empate técnico.
El primero de los problemas es el diseño, precisamente porque no ha habido un nuevo diseño después de las expectativas creadas. Y no sólo eso, es que además ni siquiera se ha pensado en mejorar algo el existente. La antena, el gran caballo de batalla del iPhone 4, parece situada en el mismo sitio y no sólo eso, sino que se ha perdido la oportunidad de aprovechar novedades de iOS 5 como la posibilidad de hacer fotos pulsando el botón de volumen, que al seguir en el mismo lugar, se sitúa debajo y no arriba. Pero es que, es más, sobre el papel el iPhone 4 es algo más ligero que el iPhone 4S, sólo 3 gramos, pero la diferencia existe.
Mismo iOS 5, misma experiencia de usuario, sigue el empate
Entrando ya en las novedades de hardware, las que supuestamente son la razón para hacerse con el terminal, a la hora de la verdad al compartir interfaz y sistema operativo, la experiencia de usuario es exactamente la misma, por lo que las diferencias son algo difusas.
Más cerebro pero la misma memoria
Empecemos por el procesador A5 de doble núcleo, es evidentemente más potente que el A4 del iPhone 4 sin embargo, y según los últimos rumores, ambos terminales cuentan con la misma cantidad de memoria RAM, por lo que ahí existe un importante cuello de botella para el rendimiento del nuevo iPhone 4S. Por otra parte, la posibilidad de contar con hasta 64GB tampoco es una razón de peso en cuanto estén en marcha los servicios iCloud. Dado que no será necesario ni almacenar música o programas de televisión, ya que podrían estar alojados en la nube, 32GB se antoja un espacio más que suficiente para almacenar aplicaciones y documentos.
La cámara, la única diferencia real y distintiva
De momento parece que el iPhone 4S ofrece pocos alicientes reales para la renovación desde un iPhone 4, pero alguno tiene. En este caso, para los amantes de la fotografía ya que la cámara si que presenta diferencias más que notables. No sólo porque se aumenta a 8MP sino porque la abertura de la lente alcanza los f 2.4 ¿esto que significa? Pues que la abertura del diafragma de la cámara, por así decirlo de la «pupila» del iPhone 4S, es mayor, lo que permite captar más cantidad de luz, repercutiendo en la posibilidad de tomar mejores fotos en situaciones de luminosidad reducida. Por otra parte, la cámara frontal también ha mejorado, y pese a que ambas son VGA, la del iPhone 4S alcanza los 30fps, traducido en una imagen más fluída. Además, en su faceta como videocámara, ahora podemos capturar vídeos de hasta 1080p, es decir, FullHD mientras con la del iPhone 4 se alcanzaba un máximo de 720p, que viene a ser la calidad que puede alcanzar una pantalla HDReady. Sin embargo, con la llegada de iOS 5, ambos terminales podrán reproducir contenido FullHD, igualándose en ese aspecto.
Evidentemente, el iPhone 4S es muy superior en este aspecto a su antecesor, pero en la práctica, la diferencia sólo la notarán los verdaderos fanáticos de la fotografía y el video digital.
Bluetooth 4.0, otra gran diferencia pero inútil con la mayoría de dispositivos compatibles
Llegamos a otra de las grandes diferencias entre ambos terminales, o eso parece, la conectividad. El iPhone 4S es un terminal híbrido, es decir, puede funcionar tanto redes CDMA como GMS, algo interesante para un usuario americano, territorio en el que coexisten ambos tipos de redes móviles pero no en Europa, donde el espectro está dominado por la última de éstas, no parece algo tan clave.
Por otra parte, en este aspecto si que existe una gran diferencia, el Bluetooth 4.0, que como comentamos en un reciente artículo presenta una importante reducción del consumo de batería, un rango de alcance garantizado de 100 metros, menor latencia para la sincronización y una nueva encriptación de los datos de 128bits. En apariencia todo son ventajas pero estas se esfuman cuando se conoce que la versión 4.0 no es compatible con las anteriores de Bluetooth por lo que todas estas novedades se quedan en nada al conectarse con algún producto de la 3.0 para abajo, ya que la sincronización con estos se realiza con un chip adicional convencional.
Comparten batería y autonomía
Finalmente, analizando los datos de la autonomía tampoco es que el iPhone 4S se distinga demasiado del smartphone actual de Apple. Ambos comparten la misma batería y el iPhone 4S sólo ha ganado una hora, alcanzando las 8, en conversación frente al iPhone 4. Pero esta hora la pierde en la conexión de datos de WiFi donde rinde 9 horas frente a las 10 de iPhone 4. En el resto de parámetros – audio, vídeo, datos 3G, etc – no existe diferencia apreciable.
Subir desde el iPhone 4 no parece un gran salto
Después de este extenso repaso ¿cual es la respuesta? ¿merece la pena el renovar el teléfono? Pues para un poseedor del iPhone 4 no existen muchos alicientes, más si la opción es hacerse con una portabilidad a algún operado lo que nos va a suponer un contrato de 18 o 24 meses, tiempo en el que aparecerá el verdadero sucesor, el iPhone 5. ¿Es entonces un iPhone 4S un producto sin futuro? Pues también no, ya que hay aún mucha gente con un iPhone 3GS para los que el salto está más que recomendado, aunque también es cierto que ahora podrán hacerse con un iPhone 4 a un precio, probablemente, casi de saldo frente al del nuevo terminal.
