Ante las últimas informaciones que dicen que el próximo iPhone no se llamará iPhone 5 sino iPhone 4GS, surgen las dudas de si el próximo modelo será en verdad la quinta generación del teléfono de Apple. Según la dinámica de la firma de la manzana, el iPhone 4GS, de acabar llamándose así, sí correspondería con la quinta generación.
Desde que apareciera en junio del 2007, el iPhone 2G se consideró el primer modelo de una saga que no deja de evolucionar. Con el lanzamiento sucesivo de posteriores versiones se ha ido ampliando la familia dado lugar a una serie de generaciones, cada una de ellas marcada por diferentes cambios. Con la llegada del próximo iPhone sucederá lo mismo.
Evolución segmentada por años
El iPhone 2G se presentaba en el año 2007 en el WWDC (Conferencia anual de Apple donde se muestran las novedades de la marca) para más tarde revolucionar el mercado. El posterior dominio en el sector de los smartphone no impidió a Apple presentar una versión evolucionada de su teléfono. Surgía así el iPhone 3G, con mejoras como la velocidad de acceso a la red y la inclusión de GPS, entre otras tantas mejoras. Nacía así una nueva generación de este icono en el sector. Un año más tarde, tal como acostumbra Apple, en el mismo escenario del Moscore Center de San Francisco, llegaba el iPhone 3GS, un smartphone más evolucionado, con procesador más potente, más RAM y mejor pantalla para no ceder distancia ante una industria que empezaba a mirar con recelo al smartphone de Apple pues las ventas de este dispositivo eclipsaban. A pesar de no haber cambios estéticos aparentes, esta nueva versión se consideró la cuarta generación.
Un cambio importante
Con el iPhone 4 realmente si hubo cambios apreciables. Carcasa de formas radicalmente distintas, sustitución de materiales plasticosos por cristal y metal… y un hardware realmente potente y la llegada de la pantalla Retina, de alta densidad de puntos y definición 960 x 540 píxeles, exclusividad absoluta.
Pero ahora, aunque con la misma capacidad de vender teléfonos, la competencia ha conseguido superar en hardware, en muchos casos, al exquisito iPhone de Apple. La necesidad por renovar su teléfono y la costumbre de lanzar un modelo por año creó una atmósfera de rumores que derivó en un nombre: el iPhone 5, considerado como la quinta generación. No obstante, ante la cercanía de su presentación, o al menos su anuncio (pues se dice que la producción comenzará en septiembre, con retraso respecto a anteriores años) empieza a tomar fuerza la idea de que su nombre definitivo será iPhone 4GS, tal como la compañía hizo con el paso del iPhone 3G al modelo 3GS. No obstante, en esta ocasión el cambio será más notorio. Se sabe que el nuevo iPhone incluirá el procesador de doble núcleo Apple A5, ya incluido en el iPad 2 y que servirá a la compañía para equiparar a su estandarte con la competencia, que ya dispone desde hace meses de terminales Dual Core. También se dice que incluirá una cámara más potente de 8 megapíxeles, una pantalla de mayores dimensiones así como conectividad dual tanto para redes GSM como CDMA. Por tanto, y aunque pueda repetir el diseño del iPhone 4, no renovarse el ciclo de un año y optar por el nombre de iPhone 4GS, seguirá siendo la quinta generación y no un mero “restyling”.