Nuestros hábitos de compra han cambiado y lo podemos ver en cada una de las cosas que compramos, incluso en los coches. Si recuerdas tiempos atrás, lo más importante al comprar un coche era la marca, el motor, los caballos, si ese modelo daba muchos problemas o no e incluso el color.
Hay muchas cosas en las que nos fijamos al comprar un coche nuevo, y pese a que si es diésel, gasolina, eléctrico o híbrido es un tema candente en el día de hoy, muchos compradores se fijan en otras cosas antes de decidirse a llevarse un coche nuevo a casa.
No se compran un coche si no se conecta con el móvil
Tanto es así que un tercio de los compradores de automóviles dicen que no se comprarían un coche ni no tiene integración con su smartphone y no pueden usar Android Auto o CarPlay. La mayoría no quieren un sistema nativo, sino aprovechar las posibilidades de su móvil, y esto es un factor decisivo en su compra. Los vendedores y fabricantes de coches deben estar atentos a las necesidades de sus clientes y favorecer al máximo la integración de los coches con los smartphone. Sobre todo ahora que los móviles están trayendo muchas mejoras tecnológicas y de integración con otros dispositivos que vendrán genial a la hora de mejorar la experiencia de conducción, eso sí, siempre de forma segura.
Que un estudio afirme que un tercio de los compradores de coche no se compraría uno que no tenga Android Auto o Apple CarPlay es suficientemente significativo como para saber la importancia que tiene el uso del móvil y estas apps en la experiencia de conducción de las personas. Cada vez los usamos más y nos aprovechamos de todas sus posibilidades. Y esto hace que cada vez más personas opten por comprar solo coches que incluyan esta opción, descartando las demás.
Estos resultados parten del informe anual Mobility Consumer Pulse de McKinsey & Co tras haber consultado a 30.000 consumidores de los principales mercados del automóvil. Tanto los conductores de coches de gasolina como eléctricos consideran esencial Android Auto o CarPlay en su vehículo, con un 35 y 30% de ellos respectivamente. Incluso algunos de ellos pagarían por tenerlo si se lo ofrecieran como un extra.
Muchos aseguran que si el coche viene sin esta integración usarán el móvil en lugar de la pantalla del coche. El 52 % es lo que harían, usar el móvil, dejando solo a un 35% de ellos usando la pantalla del coche, y con un 14% de ellos con la idea de cambiar de marca en su próximo coche. Pese a eso, hay marcas que ya están eliminando esta integración, y algunas que nunca la han tenido.
De manera que aunque algunas marcas quieran imponerles sus sistemas porque les beneficia más, los compradores de coches no están dispuestos a pasar por el aro y, los que compren ese vehículo porque les interesa renunciarán a su pantalla. Otros directamente lo descartarán porque no es lo que les interesa, no tiene conectividad con el móvil y Android Auto o CarPlay.