
Zhong Xing Telecommunication Equipment Company Limited, o más conocida como ZTE es un fabricante chino que se caracteriza por ofrecer terminales y tablets a precios muy económicos. Se trata de una empresa que fue fundada en 1985. La sede de la firma se encuentra en Shenzhen, el centro neurálgico de la fabricación de móviles de todo el mundo, donde cohabita con firmas como Huawei o Xiaomi.
Además de terminales o smartphones ZTE fabrica todo tipo de antenas e infraestructuras para redes de telefonía móvil, siendo una de las pocas empresas en la materia que tiene a más de 500 operadores como clientes, de hecho en la época del lanzamiento del GSM llegó a tener una cuota mundial de un 20%. ZTE dispone de 15 centros de I+D en todo el planeta, además de tener más de 80.000 empleados en todo el mundo. ZTE comenzó su andadura en España con acuerdos estratégicos con operadores como Movistar o Yoigo para la realización de ciertos productos a medida relacionados con la antenas que dan cobertura a su red de telefonía móvil. Actualmente se trata de una compañía presente en más de 140 países, que además de realizar terminales dispone de una potentes división de infraestructuras de redes.
Inicios de ZTE como marca de móviles
ZTE empezó haciendo móviles de "marca blanca", es decir, para otras empresas, para luego pasar a hacer ciertos modelos exclusivos para algunas operadoras y, más tarde, con la llegada de Android y la era de los smartphones, lanzar su propio catálogo de móviles ZTE. En un primer momento se enfocarían a la gama de entrada pero pronto empezó a completar el catálogo de smartphones ZTE con productos más completos y de mayores prestaciones. Eso sí, sin perder el foco en la llamada "gama media", es decir, el rango de teléfonos entre 200 y 400 euros con propuestas exitosas como el ZTE Axon 7 o el ZTE Axon Mini en 2016.
En 2017 se lanzó a la conquista de la gama alta con el mencionado Axon 7, un modelo considerado por muchos, como el que mejor sonido obtenía del mercado. Todo se debía a una colaboración Dolby y un excepcional equipo de altavoces y a una gestión del sonido verdaderamente excepcional. Además el terminal en cuestión disponía de un precio muy competitivo, sobre los 500 euros, considerando que era un pleno gama alta, por prestaciones, cámara y demás -disponía de terminación en aluminio dorado muy cuidado-. Fueron mucho los usuarios que lo compraron pero no los suficientes como para que la firma pudiera volver a la andadas. Otro de sus cantos de sirena fue el ZTE Axon M, un modelo injustamente tratado por el mercado, ya que unía dos pantallas, ofreciendo un display sencillamente soberbio. No era flexible, pero si se le puede considerar como uno de los precursores de los modelos "foldables" que Samsung y Huawei lanzaron en 2019.
Sanciones
La firma vivió en 2018 uno de sus peores sucesos, al recibir una severa sanción por, según el Gobierno americano, espionaje, competencia desleal y demás asuntos. En 2016 ZTE ya recibió otra sanción sería, de 1200 millones, por vender supuestamente secretos tecnológicos a Irán y Corea del Norte, sin duda que temas muy sensibles que como comentamos acabaron por convertir es una sonada multa. En cuanto al problema de 2018, la firma no fue sino la víctima de una guerra comercial entre EEUU y Donald Trump y China que se saldó con ZTE como cabeza de turco. La sanción, impuesta por el Departamento de Comercio de los Estados Unidos (DOC), fue bastante severa ya que dejaba a la firma en un primer momento, siete años sin poder realizar acción alguna con cualquier empresa americana y no había posibilidad alguna de recurrir. Al final como era de esperar la organización Trump levantó el embargo a cambio de 1.300 millones de dólares de multa y de que personas de confianza del Gobierno estuvieran en el órgano directivo de la firma. No olvidemos que la firma usaba en aquel momento hasta un 30% de componentes americanos en sus móviles, por lo que la sanción, como dijo la firma en su momento, puso en serio aprieto a su cadena de producción.