Samsung Galaxy S25 FE











Resumen de características
El Samsung Galaxy S25 FE es la apuesta intermedia dentro de la familia Samsung Galaxy, un modelo que busca acercar la experiencia de los buques insignia a un público más amplio sin alcanzar su precio. Es un dispositivo que conserva buena parte del ADN premium de la serie S, pero con ciertos ajustes estratégicos que lo colocan en una posición muy competitiva frente a alternativas como el Pixel 10, el Xiaomi 15 o el iPhone 16e.
El teléfono cuenta con una pantalla de 6,7 pulgadas FHD+ con una frecuencia de actualización de 120 Hz protegida con Gorilla Glass Victus+ para mayor protección. Justo bajo ella está el procesador Exynos 2400 acompañado de 8 GB de RAM y con 256 GB y 512 GB de almacenamiento interno. Funciona con One UI 8 basado en Android 16.

Es de los smartphones de la marca con mejor batería gracias a una celda de 4900 mAh compatible con carga inalámbrica y carga rápida de 45 W. En cuanto a las cámaras, el Samsung Galaxy S25 FE incorpora un sistema de triple cámara trasera donde encontramos un sensor principal de 50 megapíxeles (f/1.8), una cámara de 8 megapíxeles (f/2.4, teleobjetivo) y una cámara de 12 megapíxeles (f/2.2, ultra gran angular). Delante, en un pequeño agujero, hay un sensor de 12 megapíxeles con una apertura de f/2.2.
Completan su listado de especificaciones la certificación IP68 de protección contra el polvo y el agua, conectividad Wi-Fi, NFC, GPS, Bluetooth v5.40 y USB Tipo-C.
En definitiva, una ligera evolución respecto a lo visto en el S24 FE, con una construcción más resistente, pantalla de un nivel superior, inteligencia artificial avanzada y una autonomía mejorada, aunque con algunas concesiones en rendimiento y cámara que lo separan del S25 estándar.
Precio del Samsung Galaxy S25 FE
El terminal llega al mercado en 3 configuraciones de memoria, todas ellas disponibles en el modelo de color azul, blanco o azul marino:
- Samsung Galaxy S25 FE de 8 + 128 GB por 759 euros
- Samsung Galaxy S25 FE de 8 + 256 GB por 819 euros
- Samsung Galaxy S25 FE de 8 + 512 GB por 939 euros

Aunque terminaba a principios de octubre, a día de hoy sigue vigente la promoción por la cual te llevas la versión de 256 GB al precio de la de 128 GB (es decir , 759 euros), y la de 512 GB al precio de la de 256 GB (819 euros).
Lo mejor y lo peor del Samsung Galaxy S25 FE
Lo mejor del móvil
- Excelente autonomía con carga rápida por cable de 45 W e inalámbrica de 25 W.
- La completa suite de Galaxy AI, con funciones realmente útiles e integradas.
- Promesa de siete años de actualizaciones de sistema y seguridad con One UI 8.

Lo peor del móvil
- El Galaxy S25 ofrece un rendimiento y cámaras superiores por un precio muy similar.
- La cámara pierde calidad y detalle cuando cae la luz, pese a la ayuda de la IA.
- Ligeros sobrecalentamientos en sesiones de juego o grabación prolongadas.
Alternativas al S25 FE
Dentro de la propia marca y en la competencia hay 4 móviles dispuestos a hacerle sombra al S25 FE.
- Samsung Galaxy S25: El principal rival del S25 FE está en casa, con un Galaxy S25 con pantalla FHD+ de 6,2 pulgadas a 120 Hz, procesador Snapdragon 8 Elite y 12 GB de RAM. Su triple cámara de 50+12+10 MP destaca por su versatilidad, aunque la batería de 4000 mAh y la carga rápida se quedan por detrás.
- iPhone 16e: El iPhone 16e es el teléfono más barato de Apple, y cuenta con una pantalla de 6,1 pulgadas, el chip A18, cámaras de 48 y 12 MP con Face ID, resistencia IP68 y puerto USB-C. Su mayor debilidad es la carga inalámbrica lenta de 7,5 W y los 60 Hz de refresco, algo escasos frente a lo que ofrece el móvil de Samsung.
- Xiaomi 15: El tope de gama de Xiaomi combina potencia y equilibrio con una pantalla AMOLED de 6,36 pulgadas 1.5K, Snapdragon 8 Elite y 12 GB de RAM. Su batería de 5240 mAh con carga rápida de 90 W e inalámbrica de 50 W supera a casi todos sus rivales, mientras que las tres cámaras de 50 MP y la certificación IP68 refuerzan su perfil premium.
- Google Pixel 10: El pequeño de los Google Pixel estrena el chip Tensor G5, más potente en IA, junto a 12 GB de RAM y pantalla OLED Actua de 6,3 pulgadas con 120 Hz y 3000 nits. Su triple cámara con zoom óptico 5x brilla en fotografía. Aunque su batería es inferior, también ofrece carga rápida de 45 W, inalámbrica Qi2 y Android 16 con siete años de actualizaciones.
Opinión del Samsung Galaxy S25 FE
El Galaxy S25 FE es, en esencia, una versión recortada del S25. Ofrece casi todo lo importante del modelo principal por un precio sensiblemente inferior, con un enfoque que prioriza la experiencia real sobre la especificación pura, que es donde gana el hermano mayor del teléfono.
La calidad de pantalla es sobresaliente, la batería cumple con creces y la integración de Galaxy AI aporta un valor que no vas a encontrar en la competencial a menos que caigas en las redes de Google. El diseño es elegante y la construcción robusta, lo que refuerza su sensación de producto premium.

Sin embargo, hay que ser realistas, el salto frente al S25 no es tan grande como para justificar el ahorro en todos los casos, especialmente porque el S25 estándar se puede encontrar con descuentos que lo acercan peligrosamente en precio. Además, la cámara, aunque solvente, no termina de brillar cuando la iluminación escasea, y el rendimiento del Exynos 2400 sigue sin estar a la altura de los procesadores más recientes de Qualcomm.
Aun así, la experiencia de uso global es de alto nivel, ideal para quienes quieren un móvil de gama alta equilibrado sin pagar el sobrecoste de un flagship.
Análisis del Samsung Galaxy S25 FE
El teléfono presume de una gran relación calidad-precio y es uno de los grandes protagonistas del 2025, tal y como te contamos en nuestro análisis a fondo.
Diseño y pantalla
El Galaxy S25 FE mantiene la identidad visual de la marca sin buscar reinventar nada. Samsung repite su lenguaje estético de líneas limpias y cámaras flotantes dispuestas en vertical, un formato que, aunque familiar, sigue transmitiendo una sensación de calidad y coherencia. Su cuerpo combina un marco de aluminio Armor con vidrio Gorilla Glass Victus+, lo que garantiza una buena resistencia frente a arañazos y caídas leves. Además, mantiene la certificación IP68, por lo que es capaz de resistir polvo y agua sin problemas, algo que lo sitúa por encima de muchos rivales en su rango de precio.

Con un grosor de 7,4 milímetros y un peso de 190 gramos, resulta cómodo en mano, equilibrado y bien distribuido, aunque algo más grande de lo que algunos usuarios podrían preferir. Eso sí, los colores azul marino, azul y blanco son bastante sobrios, lejos del espíritu más juvenil que alguna vez caracterizó a la línea FE.
La pantalla, por su parte, es de lo mejor que tiene el móvil. Se trata de un panel Dynamic AMOLED 2X de 6,7 pulgadas con resolución Full HD+ y frecuencia de actualización de 120 Hz (con frecuencia adaptativa, que reduce el refresco a 60 Hz cuando el contenido es estático), donde el brillo máximo alcanza los 1900 nits. Es cierto que no es el más alto cuanto hay smartphones que presumen de 300 nits o más, pero se ver perfecto tanto en la calle como en interiores.

Los colores son vivos, somo siempre sucede con los paneles de la marca, los negros profundos y la respuesta táctil excelente, confirmando que Samsung sigue liderando en calidad de paneles.
Cámara
En el apartado fotográfico, el Galaxy S25 FE repite la configuración del S24 FE con una combinación ya conocida: sensor principal de 50 megapíxeles con estabilización óptica, ultra gran angular de 12 MP y teleobjetivo de 8 MP con zoom óptico 3x. Las grandes diferencias, que no encontramos en el hardware, están en la forma de procesar las imágenes.
Y es que la compañía ha apostado por exprimir su motor ProVisual Engine basado en inteligencia artificial, con mejoras claras en nitidez, rango dinámico y reducción de ruido.

En buenas condiciones de luz, las fotos son muy detalladas, con un balance de color natural y un rango dinámico amplio. La IA interviene de forma sutil pero efectiva, aunque donde más la vas a usar es a la hora de editar las fotos, con su herramienta de borrado de objetos, mejor toma o sugerencias de encuadre.
Po otro lado tenemos el teleobjetivo, que cumple con buena nitidez hasta los tres aumentos ópticos, aunque más allá de ese rango la calidad empieza a degradarse. La cámara ultra gran angular ofrece resultados decentes, pero pierde algo de detalle en los bordes y tiende a sufrir en escenas nocturnas.
Precisamente ahí es donde se nota la principal debilidad del sistema: cuando cae la luz, el ruido aparece con más fuerza y la captura tarda más, incluso con el modo Noche activo. Samsung confía en la edición generativa para compensar esas limitaciones, ofreciendo herramientas como el borrado de elementos, la corrección de encuadres o la extensión de fondos.

En vídeo, puede grabar en 8K a 30 fps o 4K a 60 fps, con buena estabilización y enfoque rápido, aunque sin llegar a la consistencia de los modelos S25 y S25+.
La cámara frontal de 12 MP sí que ha mejorado y eso se nota a la hora de hacer autorretratos y selfies más definidos.
Batería
La batería del teléfono de Samsung es uno de los puntos donde la marca más nos ha sorprendido, con una capacidad de 4900 mAh que logra ofrecer una autonomía que supera con holgura la jornada completa, incluso en uso intensivo con redes 5G, navegación GPS o sesiones de juego. Parece que aquí la eficiencia del procesador Exynos 2400, que maneja bien el consumo energético en tareas cotidianas, tiene mucho que ver.

Pero la verdadera ventaja está en la velocidad de carga, ya que el S25 FE admite carga rápida de 45 W por cable, capaz de recuperar alrededor del 60 % en media hora, y también incluye carga inalámbrica de 25 W, una característica poco habitual en su segmento.
Rendimiento
El rendimiento del Galaxy S25 FE es correcto, aunque no brillante. Samsung ha decidido mantener su propio chipset Exynos 2400, una elección que puede generar dudas frente al Snapdragon 8 Elite que equipa el S25. En tareas diarias, el teléfono se comporta de forma fluida, con una interfaz muy bien optimizada y tiempos de respuesta inmediatos.

La experiencia con One UI 8 sobre Android 16 es excelente: estable, limpia y con todas las herramientas de Galaxy AI plenamente integradas. Funciones como Circle to Search, Live Translate o Chat Assist funcionan igual de bien que en los modelos superiores, y la promesa de siete años de actualizaciones tanto de sistema como de seguridad refuerza su atractivo a largo plazo.
En el ámbito del rendimiento gráfico, el S25 FE es capaz de mover sin problema juegos exigentes como Real Racing 3 o Genshin Impact, aunque el dispositivo tiende a calentarse tras sesiones prolongadas, lo que indica un margen térmico más ajustado que en los Galaxy con Snapdragon.
No es un terminal pensado para quienes buscan potencia bruta, pero sí para quien prioriza fluidez, estabilidad y durabilidad. Todo ello respaldado por una gestión de memoria eficiente y un almacenamiento que parte de los 128 GB con versiones superiores de 256 y 512 GB.