Después de las muchas prórrogas de Estados Unidos y las dificultades que se ha ido presentando a Huawei, la decisión y el camino de Harmony OS está marcado hacia su propio sistema operativo. En la presentación de Harmony OS 2.0 pudimos conocer que la primera beta será real en este mismo año y que el 2021 nos dejará ver una versión final de este nuevo sistema junto a EMUI 11.
Pero sin embargo la cosa no se detiene aquí y la firma China quiere que Harmony OS no sea un sistema operativo dedicado solamente a su marca, abriendo así las posibilidades a otras empresas. Este nuevo sistema operativo de Huawei es de código abierto al igual que Android y tiene en mente convertirse en un competidor del gran androide. Esto lo ha llevado a plantear las posibilidades de cambio en el sistema operativo como Xiaomi y OPPO.
El tercer sistema operativo tras Android y tras iOS
Según ha explicado el propio Zhang Ping An presidente de los servicios de Huawei, la intención es hacer posible que Harmony OS llegue a otros móviles y dispositivos de marcas que no sean la propia. Con esto marcan en el horizonte la meta de llegar a competir con los dos grandes sistemas operativos móviles, los cuales son Android y el de los iPhone iOS. Esta tarea parece complicada y muy difícil de conseguir sin un gran cambio, momento en el que entra en escena el resto de marcas chinas.
La propia Huawei ya ha conseguido que muchos desarrolladores adapten sus aplicaciones para Harmony OS, facilitando las herramientas y el proceso hasta hacerlo prácticamente igual que en Android. Esto ha permitido que en pocos meses cuentan en App Gallery con muchas aplicaciones, pero las limitaciones siguen siendo amplias en los países Europeos.
¿Qué podría hacer a otras marcas utilizar Harmony OS?
Aunque puede parecer una idea algo arriesgada, hay motivos para pensar en una posible alianza entre Xiaomi, OPPO y Huawei. Esto se daría en caso de que Donald Trump imponga limitaciones a otras marcas en Estados Unidos, el motivo que llevó a Huawei a tomar un camino que antes parecía improbable. Sin embargo, mientras esto no ocurra parece algo muy lejano.
Xiaomi y el resto de marcas en China tiene en Android un gran apoyo, habiéndose ganado la confianza de los usuarios y estando cada vez más compenetrados para ofrecer actualizaciones más rápidas y mejores servicios. El salto de un sistema operativo a otro haría tambalear los cimientos de las compañías, poniendo en riesgo la evolución.