Esta semana la firma lanzaba un nuevo smartphone que aunque muchos esperaban desde hace meses, ha terminado siendo toda una sorpresa por las buenas sensaciones que ha transmitido. Y ahora, solo un par de días después de su lanzamiento, hemos tenido la oportunidad de probar el nuevo Motorola Razr, un móvil plegable que podría marcar tendencia en los próximos meses.
Los móviles plegables este año se han estrenado con algunos modelos pioneros, como el Samsung Galaxy Fold o el Huawei Mate X, pero ahora Motorola ha lanzado el Razr, y sin duda se ha desmarcado de los formatos estrenados por los otros fabricantes. Hoy lo hemos tenido entre las manos, y hay que reconocer que las sensaciones han sido muy positivas con el terminal entre las manos.
Así es el Motorola Razr en primera persona
Por muchas imágenes o vídeo que podamos ver de un móvil, hasta que no lo tenemos entre las manos no podemos hacernos una verdadera idea de lo que es capaz de ofrecernos, y sobre todo de las sensaciones que nos transmite. Y hemos tenido la oportunidad de probarlo en primera persona para poder sentir precisamente esas sensaciones, y sobre todo para comprobar hasta qué punto es práctico este teléfono para el día a día.
Aunque se trata de un prototipo, es un móvil completamente funcional y no deber diferir mucho del que llegará a las tiendas a partir del próximo mes de enero. Como se puede comprobar en las imágenes, este nuevo móvil plegable cuenta con un tamaño muy reducido cuando lo tenemos plegado, de solo 94 x 72 x 14mm y cabe perfectamente en un bolsillo.
Este móvil está inspirado en el Razr original, y toma prestado y reinventa el popular formato de concha. y esa es precisamente la sensación que transmite, aquella comodidad de uso de esos móviles que se plegaban y desplegaban rápidamente y se adaptaban perfectamente a la forma de nuestra mano.
Completamente funcional cuando está plegado
Como podéis observar en las imágenes, cuando está plegado, podemos ver a través de su pantalla externa de 2.7 pulgadas toda esa información que necesitamos conocer cuando tenemos el móvil en reposo, como la batería restante, las notificaciones de las diferentes apps, y la hora.
Pensaréis que esta pantalla G OLED de 600×800 píxeles es monocromo, y nada más lejos de la realidad, porque es a todo color, algo que hemos podido comprobar cuando hemos hecho un selfie, y hemos visto la imagen en tiempo real a todo color.
Es uno de los puntos fuetes de este móvil, que cuando está plegado podemos hacer muchas cosas con él, porque si recibimos una llamada, podemos interactuar con ella desde esta pantalla, con las notificaciones, aunque de forma algo más limitada, acceder a los ajustes rápidos.
En definitiva, nos ofrece prácticamente la misma funcionalidad que cualquier otro móvil cuando lo tenemos en reposo encima de la mesa, e interactuamos con toda las notificaciones que genera el terminal, por lo tanto este es uno de sus aspectos más destacados.
Gran tacto desplegado
Sin duda es uno de los aspectos más positivos de este teléfono, las sensaciones que es capaz de transmitir, similares a las de los clásicos móviles de concha.
El tacto de la pantalla es perfecto, el mismo que podemos esperar de un móvil inteligente tradicional, aunque eso sí, siendo conscientes de que es una pantalla plegable y flexible que no está recubierta de cristal. Cuando está desplegado sus dimensiones son de 172 x 72 x 6.9 mm.
Pero lo mejor es eso, que la pantalla de 6.2 pulgadas P OLED con resolución Full HD+ responde al instante, al igual que el rendimiento del teléfono que es lo suficientemente rápido para no echar nada en falta gracias a su Snapdragon 710.
Además es un móvil que en comparación con otros plegables que hemos probado, es más delgado y mucho más portable. Eso sí, quizás se siente en las manos un poco pesado pero nada importante desde luego.
Fotografía
Este móvil es bastante versátil en este aspecto, y aunque su sensores no sean los más espectaculares del mercado, sí que ofrecen lo que podemos esperar de un móvil con este formato tan peculiar. Porque tenemos dos cámaras, una selfie de 5 megapíxeles, que se despliega con la pantalla, y se encuentra en la parte superior, dentro de un pequeño notch.
Mientras que la que podría considerar como cámara trasera de 16 megapíxeles se encuentra bajo la pantalla externa, y a su vez nos sirve también para hacer los selfies mientras el teléfono está cerrado.
Grandes sensaciones
Este móvil es la gran sensación del momento y no defrauda en las manos, transmite sobre todo ser un teléfono muy práctico a pesar de ser plegable, con esas sensaciones de los móviles de concha originales. Práctico tanto plegado como desplegado.
Su hardware es de sobra potente para el día a día y prácticamente todo lo encontramos en el sitio que esperamos. Veremos si finalmente hay alguna evolución entre este modelo que hemos probado hoy y el que llega finalmente a las tiendas en enero, de momento, las sensaciones son muy buenas.