El uso de la Inteligencia Artificial en los teléfonos móviles ha dejado ser algo excepcional para convertirse en una opción completamente real -y que sirve de ayuda a los usuarios-. Un ejemplo es la integración que ha conseguido Huawei en sus modelos de gama alta. Pues bien, uno de los apartados que está en fase de desarrollo es la implementación eficiente de la inteligencia cognitiva en los smartphones.
Hasta la fecha el apartado que más se ha beneficiado del uso de la IA es el de la fotografía, que gracias a su utilización permite que las cámaras de los terminales movibles sean capaces de detectar escenas y, además, ofrecer configuraciones precisas para que los usuarios sólo tengan que preocuparse de una cosa: enfocar y realizar la foto. Y, actualmente, se han dado grandes pasos al respecto, y ejemplos evidentes de esto son los Huawei P20 Pro o el nuevo Mate20 Pro, que con sus tres sensores y en uso de Inteligencia Artificial se han convertido en referencia en el mercado.
Pero se desea ir mucho más allá, y esto pasa por ofrecer un uso real de la inteligencia cognitiva en los teléfonos y tablets. Con ello se busca conseguir que estos dispositivos sean capaces de tomar decisiones de forma directa y, por extensión, que hagan la vida más sencilla a los usuarios. Un ejemplo puede ser que se ejecutan acciones que tengan por objetivo mejorar la autonomía del terminal sin que por ello se vea afectada la experiencia de uso. Evidentemente esto ya existe de forma inicial, pero habanos de llevarlo a otro nivel.
Qué es la inteligencia cognitiva y cómo beneficiará al uso de los teléfonos
Básicamente es la habilidad de aprender. Y, una vez hecho esto, dar uso a los conocimientos adquiridos. Así es como, más o menos, se entiende la inteligencia cognitiva en los seres humanos. ¿Esto es extrapolable para los smartphones? En cierta medida sí, ya que gracias a los avances técnicos, como por ejemplo la llegada de los chip NPU en los procesadores, el aprendizaje profundo de los smartphones ha saltado a otro nivel.
Evidentemente estamos en una fase inicial para llevar una verdadera inteligencia cognitiva a los terminales móviles, pero algo que se veía como descabellado hace no muchos años, ahora tiene visos de ser una completa realidad de forma efectiva. Así, se puede esperar que utilizando opciones como la adquisición de información, uso de la ubicación e, incluso, la gestión de voz e imágenes, los procesos que se realizan de forma interna sean lo suficientemente depurados para que la toma de decisiones sea acertada y efectiva.
Uso y ejemplos del uso de la inteligencia cognitiva
De esta forma, y de una forma parecida a la configuración automática de parámetros a la hora de utilizar la Inteligencia Artificial en la fotografía, los terminales serán capaces de detectar situaciones y tomar la decisión más acertada de forma independiente -para que el uso del smartphone sea el adecuado-. Evidentemente estas no afectarán a elementos críticos (como por ejemplo la información personal de los usuarios), pero sí que se dará uso en situaciones como las siguientes: el poner en silencio el dispositivo al entrar en una sala de cine; obtención y muestra de información de una lugar que se visita por primera vez -siempre teniendo en cuenta los gustos que se tienen gracias a una aprendizaje anterior-; e, incluso, el realizar ajustes de uso para obtener siempre un funcionamiento adecuado. Y, todo esto, debido a los avances en el hardware que ya han conseguido compañías como Huawei.
La inteligencia cognitiva será una paso evolutivo que, combinado con los asistentes de voz, pueden convertir a los smartphones en potentes herramientas de uso donde la manipulación por parte de los usuarios sea mínima. Y para ello, hay dos factores que se antojan como claves: el uso de la nube (y la información denominada como «Big Data») y la llegada de la conectividad 5G. Todo ello sin obviar el que resulta clave en la evolución del hardware integrado.