A falta de poco más de dos semanas para conocer los nuevos iPhones de 2018, las filtraciones siguen haciendo de las suyas. Esta vez, la información fluye a través de unas referencias encontradas en el entorno de desarrollo de Xcode. Las mismas apuntan a que el iPhone 9, el modelo con pantalla LCD, montará el procesador Apple A10 en lugar del novedoso chip Apple A12, destinado al iPhone X de 2018. Un chip con dos años a sus espaldas que Apple podría rescatar para contener el precio del nuevo modelo.
Desde hace meses, tanto los analistas como las diversas filtraciones que han aflorado a la superficie apuntan a una estrategia clara. Apple lanzará el iPhone X de 2018, un modelo de segunda generación. Vendrá acompañado del iPhone X Plus, cuya gran característica será una pantalla OLED de 6.5 pulgadas. El tercer modelo, el supuesto iPhone 9, será el encargado de ofrecer la misma estética que el iPhone X, con pantalla sin marcos, pero a un precio más contenido.
El precio del iPhone 9 será un condicionante
Precisamente, esa política de Apple de ofrecer un iPhone 9 más económico llevaría a la compañía a reducir costes de producción. Una de las consecuencias prácticamente confirmadas es la adopción de una sola cámara en la parte trasera, así como la integración de un panel LCD en lugar de OLED.
La optimización de costes no quedaría ahí, puesto que según las referencias encontradas por los desarrolladores en Xcode, el iPhone 9 también podría verse penalizado en el apartado del rendimiento. Si bien no hay información confirmada, el entorno de desarrollo ha incluido entre los iPhones compatibles un modelo identificado como iPhone xx y varias referencias adicionales como N84.
Procesador Apple A10 Fusion, el estrenado por el iPhone 7
Sin embargo, lo realmente destacable de este descubrimiento son las características asociadas al mismo. Hay referencias al panel LCD con perfil de color DCI-P3, pero también al procesador. Tal y como hemos indicado, la información encontrada se refiere al chip Apple A10 Fusion. Por tanto, todo apunta a que Apple utilizará el procesador estrenado por los iPhone 7 y iPhone 7 Plus hace dos años. El motivo parece obvio, centrado en la optimización de costes. Y es que, con una línea de producción del procesador ya abierta y amortizada, el precio de este chip seguramente sea aún más bajo.
Así pues, si la información acaba por confirmarse, parece que Apple busca el lanzamiento de un iPhone económico con la línea de diseño del iPhone X que tanto ha cautivado, pero a su vez con un hardware mucho más modesto. Realmente estaríamos ante lo que podríamos considerar un iPhone SE 2, pero con los estándares afines a un iPhone 7 que al propio iPhone SE. Características a la altura para que no ocurra lo que hemos podido ver en otros smartphones que no se han presentado nunca.