No parece que la fragmentación en Android vaya a ser un problema que desaparezca a corto plazo si los principales protagonistas del mercado se lo toman con la tranquilidad que se lo está tomando Samsung. Y es que a pesar de que Google exige a los fabricantes dos años de actualizaciones mayores, la empresa surcoreana apenas ha actualizado unos cuantos de sus dispositivos (los de gama más alta, eso sí), y lo que es peor, habrá que esperar hasta diciembre para que algunos de los móviles Samsung de las gamas media y baja reciban el soporte para Android 8 Oreo.
Según la información publicada por la propia Samsung, tendremos Android P en el mercado antes de que algunos de sus smartphones con mayores ventas a sus espaldas reciban la actualización a Oreo, algo que no sé a vosotros, pero a nosotros nos parece que debe dejar un sabor de boca bastante agridulce a sus usuarios.
Las Series A, C y J de Samsung, esas grandes olvidadas
Según la información publicada en la app «Samsung Members» del fabricante, algunos de los móviles Samsung de las series A, C y J no recibirán la actualización a Android 8.0 (u 8.1) Oreo hasta el mes de diciembre, por lo que estaríamos hablando de un plazo de 1 año y 4 meses para poder disfrutar de la actual versión del sistema operativo de Google.
Vemos normal que un fabricante de preferencia a la hora de actualizar a sus dispositivos más punteros (ya que consideramos que este es un privilegio que va incluido dentro del precio de un gama alta), pero lo que no es de recibo es que la siguiente iteración de un sistema operativo se lance al mercado y una gran parte de sus dispositivos aún cuenten con Android Nougat.
En el caso de los coreanos vemos como los móviles Samsung afectados por este retraso serían los Galaxy A9 Pro, C7 Pro, C9 Pro, J7 Neo, J7 2017, Galaxy On5 (2016), On7 (2016), y On7 (2018), y ello por no hablar de la actualización a Android Oreo del Galaxy Note 8 no llegó a España hasta el pasado mes de abril y de todos los problemas sufridos con la actualización a Oreo de los Galaxy S7 y S7 Edge.
Es cierto que la gran mayoría de los smartphones mencionados son exclusivos del mercado indio, pero eso no es ninguna excusa, por no mencionar que el Galaxy J7 2017 es un dispositivo que en nuestro país se ha vendido bastante bien. Con suerte, puede que en el mercado español este dispositivo actualice uno o dos meses antes, pero esto ya entra dentro del terreno de la especulación.
Samsung se guarda además la potestad de retrasar aún más dichas actualizaciones por razones de desarrollo y aprobación del proceso, por lo que tampoco es que se pillen los dedos, y a poco que haya algún contratiempo, nos estaríamos metiendo en enero del 2019 sin actualizar a Oreo.
Lo cierto es que es una verdadera lástima que uno de los fabricantes de mayor prestigio y ventas destine tan pocos recursos a mantener actualizado su parque de dispositivos, ya que en cierto modo es un aliciente para que otras empresas también se tomen con excesiva relajación la tarea de actualizar a la última versión de Android. Está claro que hace falta que Google adopte medidas más serias al respecto o la fragmentación será un fantasma que persiga a Android durante toda su vida.