Hace unas semanas, os mostrábamos una comparativa con la resistencia al agua y los golpes del Galaxy S9+ y el iPhone X. Ambos dispositivos pueden considerarse como los buques insignia de Samsung y Apple respectivamente. La durabilidad puede ser uno de los puntos débiles de muchos dispositivos, y eso da como resultado que los fabricantes tengan que pisar el acelerador a la hora de incorporar mejoras que los hagan más resistentes a ciertas condiciones intentando no sacrificar el diseño.
Hoy vamos a centrarnos en ver cuáles son los puntos fuertes y débiles en éste y otros campos de lo último de los de Cupertino, y en lugar de la versión mejorada del Galaxy S9, nos enfocaremos en el modelo original, que puede considerarse la otra joya de la corona de la tecnológica surcoreana. A continuación analizaremos con algo más de profundidad los aspectos en los que pueden coincidir o mostrar diferencias significativas haciendo un repaso al aspecto visual, las propiedades de imagen, rendimiento y precio entre otros. ¿Vosotros por cuál os decantáis?
Diseño
Aquí nos encontramos diferencias mínimas. El Galaxy S9 es algo más estrecho que el iPhone X, quedándose en los 68,7 milímetros frente a los 70,9 de lo último de Apple. La longitud es prácticamente igual mientras que en el peso, la apuesta de Samsung es algo más ligera que su competidora, con 163 gramos frente a los 174. Uno de los mayores atractivos del S9 en este sentido podría ser su resistencia al agua y al polvo que le ha otorgado un certificado IP68. Mientras tanto, en el caso del iPhone, destaca una diagonal que prácticamente ocupa toda la parte frontal, dejando una franja muy estrecha en el segmento inferior y la ya conocida pestaña con la cámara delantera y el altavoz en la superior. Esto contrasta con el apurado total de los bordes laterales del Galaxy y la conservación de las dos bandas, arriba y abajo.
Imagen
Un panel algo más llamativo visualmente no tiene por qué significar que sea mejor. En cuanto al tamaño de las diagonales, ambos dispositivos coinciden, quedándose en las 5,8 pulgadas. Sin embargo, Samsung sigue apostando por la imagen dotando a su modelo de una resolución de 2960×1440 píxeles frente a los 2436×1125 de su rival. En ambos casos son multitáctiles aunque evidentemente, en el primero, la densidad de puntos por pulgada, es mayor, llegando a los 529 en oposición a los 458 de su competidor. El Galaxy S9 cuenta con el refuerzo de Corning Gorilla Glass de quinta generación.
En el apartado fotográfico, también hay similitudes: Dos lentes traseras que en el caso del iPhone X, llegan a los 12 Mpx mientras que en el modelo surcoreano son prácticamente idénticas. La frontal del terminal de Apple alcanza los 7 y su rival, asciende hasta los 8. Ambos modelos permiten grabar vídeo con resolución 4K. Sin embargo, aquí sobresaldría el Galaxy S9 por varias características: Modo Slowmotion, asistente que permite crear emojis con nuestro rostro a través de un selfie, y un escáner de iris que sirve como marcador biométrico entre otras.
Rendimiento: El Samsung Galaxy S9 sobresale con matices
Las características de este campo podrían considerarse como unas de las que pueden garantizar que un móvil tenga una buena trayectoria o ésta, sea más modesta. En el terreno de la RAM, destaca el modelo de Samsung, que llega a los 4 GB frente a los 3 del iPhone X. La capacidad de almacenamiento de ambos es muy similar. El terminal de Apple parte con 64 GB aunque su versión más elevada llega a los 256. El mayor inconveniente es que en ninguno de los casos, el dispositivo de los de Cupertino no puede incorporar tarjetas Micro SD. El Galaxy S9 sí cuenta con una ranura que permite ampliar la memoria hasta los 400 GB.
La velocidad que puedan alcanzar los terminales gracias a los procesadores es otro de los campos en los que podemos ver cambios importantes: El A11 del iPhone X es considerado el mejor chip de la compañía hasta la fecha. En teoría, ofrece un ahorro de recursos cercano al 70% respecto a su antecesor y llega a frecuencias de 2,5 Ghz aproximadamente. En el caso de Samsung, vemos un componente de fabricación propia de la serie Exynos que, con sus ocho núcleos, alcanza los 2,8 Ghz. Este último terminal cuenta con Android Oreo.
Autonomía
En este terreno el vencedor es el Galaxy S9. Su batería, de 3.000 mAh, es mayor que la del iPhone X, que se queda en los 2.700 mAh aproximadamente y que además, no es extraíble. Destaca la tecnología de carga rápida de la apuesta de Samsung, y además, la posibilidad de poder hacerlo de forma inalámbrica.
Disponibilidad y precio
Ambos dispositivos ya están a la venta y encajarían en la gama alta, ya que en ambos casos, superan por mucho, los 600 euros. El más caro sería el iPhone X, cuyo precio de lanzamiento tras ver la luz en septiembre era de 1159 euros. El Samsung Galaxy S9, lanzado a comienzos de este 2018, está a la venta en portales como Amazon por unos 849 y también es posible encontrarlo en la web de la compañía. Su versión superior, el S9+ tiene un coste inicial de 949.
En vuestra opinión, ¿se tratan de dos de las mejores phablets existentes hoy en día, o creéis que hay terminales procedentes de otras firmas más potentes y económicos? Os dejamos disponible información relacionada como por ejemplo, otra comparativa del Galaxy S9 con su antecesor, el S8 para que podáis conocer más.