phoneKid, el smartphone español para menores con control parental remoto
En el Mobile World Congress es donde vemos no sólo los grandes lanzamientos, sino también las mejores ideas y, sobre todo, no lo vamos a negar, nos gusta mucho ver las que se gestan en nuestro país. El phoneKid es una de ellas y llegará este año de la mano de Escudo Web, una compañía de Talavera de la Reina – sí, la misma ciudad en la que Movistar desarrollará el 5G hasta 2020 – que lanzará el primer smartphone español para niños que vendrá con un sistema de control parental remoto.
El phoneKid es, en realidad, una solución global para padres y madres – que nadie se nos sienta ofendido – conformada por un smartphone Android con todas las funcionalidades y un servicio de control parental remoto que se instala mediante una app (tanto para iOS como Android) en el móvil de aquellos más preocupados por la seguridad y, sobre todo, por educar a los más pequeños en el uso de la telefonía móvil.
Nos hemos acercado a su stand en el MWC 2018 para conocer más a fondo cómo funcionará este proyecto, para el que ya tienen un diseño definido y sólo hay que decidir si finalmente fabricarán las unidades dentro o fuera de Europa. Se espera tener un producto listo para el canal de distribución a mediados de año con la intención de debutar en la campaña de Navidad con un precio que estará en torno a los 150 euros. Además, llega con vocación internacional, puesto que también podría salir de nuestras fronteras tanto en el mercado libre como asociado a algún operador.
Las características técnicas del smartphone, de lo que sería el hardware del phoneKid, aún no están totalmente definidas. Por los prototipos que hemos visto, se espera un teléfono con una amplia pantalla, entre 5 y 5,5 pulgadas, nos han confirmado que llegará con Android 8.0 (a pesar de que los que tenían en el stand para pruebas aún era una versión anterior) y las funcionalidades habituales en un terminal de gama de entrada (cámara de fotos, 4G, Bluetooth, etc.) Ahora bien, el verdadero toque especial lo trae el sistema que vinculará este terminal, con una licencia vitalicia, al de los padres o madres.
Un smartphone Android normal, pero con una conexión especial
El phoneKid es, en apariencia, un teléfono absolutamente normal. De hecho, huye de cualquier «infantilización» en el diseño. Eso sí, cómo se puede ver en las imágenes, los padres tienen control total de las funciones. Ahora bien, también se trata de un proyecto de educación y no de «espionaje». Se puede controlar el acceso del menor a diferentes funciones, además de otras características que veremos a continuación, pero no se puede conocer el contenido de chats o perfiles en redes sociales así como tampoco se pueden escuchar las llamadas.
Nos parece una decisión acertada, ya que no sólo un teléfono totalmente «intervenido» puede causar rechazo en los menores, sino que tienen el derecho de su parcela de privacidad para saber utilizar la tecnología con responsabilidad.
Hecho esta salvedad, nos adentramos en las funciones que ofrece phoneKid entre las que están la geolocalización del terminal o, una muy importante, el botón del pánico o SOS que realiza una llamada a los padres sin mostrar en pantalla ningún tipo de señal para no causar más problemas en una situación delicada.
Por otra parte, desde la app de control parental se puede establecer una configuración personalizada de uso. Incluso ya no habrá que estar llamando la atención una y otra vez al menor. Con la opción «Escúchame«, el padre o madre puede captar la atención del menor bloqueando el teléfono cuando llega la hora de dormir o limitando diversas funciones según la actividad que se esté realizando.
Esto se consigue gracias, también, a los «modos de uso«. Estos permiten personalizar las funciones que estarán activas y crear un panel de acceso rápido adecuado para cada situación. Por ejemplo, se puede hacer que el móvil funcione como un reproductor musical únicamente o que también pueda tomar fotos si se va de viaje, pero limitando el uso de datos o llamadas si creemos necesario que el menor debe estar más atento a lo que ve en una visita a un museo y no a lo que recibe por WhatsApp.
Otro ejemplo sería el de «Estudio«, que permite el acceso a funciones como diccionario, calculadora o traductor o establecer horarios en los que se tienen acceso a todas las aplicaciones para dejarle ese espacio de asueto fuera de horas en las que tiene que estar haciendo otra cosa.
Los ejemplos de uso son tantos como casos y familias, dada la personalización que ofrece el phoneKid, a lo que habría que añadirle la posibilidad de configurar de forma personalizada filtros de Internet o la posibilidad de consultar el historial de navegación. A su vez, también se pueden limitar las llamadas entrantes o salientes así como disponer de un servicio de chat familiar seguro, un «whatsapp» en el que sólo estará la familia.
Seguiremos de cerca este proyecto a lo largo de 2018 que tanto nos ha llamado la atención por sus funciones y, sobre todo, por demostrar que no hay que irse a otros continentes para lanzar una idea, un proyecto y un producto como un smartphone.