Los smartphones con pantallas de gran tamaño siguen ganando, y cada vez con más descaro, la partida a los modelos compactos, segmento en el que se incluyen modelos tan populares como el iPhone 7. Según el último estudio de Business Insider, las ventas en el periodo navideño han disparado la afluencia de los denominados phablet. Y es que las ventajas de un display por encima de las cinco pulgadas ofrecen una gran cantidad de ventajas, y a tenor de las cifras, parecen imponerse a las desventajas.
Las estadísticas hablan por sí solas. Lo cierto es que diferentes estudios realizados hasta la fecha vaticinan lo mismo. Los phablet cada vez ganan más terreno en el mercado de los teléfonos inteligentes. Una tendencia que no hará sino que crecer de cara a los próximos trimestres del año venidero con cifras aplastantes.
Un vistazo rápido al mercado
Cada vez se venden más teléfonos inteligentes con pantallas de mayor tamaño. Una tendencia que se puede apreciar sin tan siquiera recurrir a estudios estadísticos. Basta con mirar el catálogo de los fabricantes y apreciar cómo los modelos con display cuya diagonal se eleva por encima de las cinco pulgadas son mayoría. De hecho, las 5.5 pulgadas se han estandarizado en una buena parte de las líneas de modelos de las firmas tecnológicas.
Pero si recurrimos a las cifras propuestas en última instancia por Business Insider, durante las últimas semanas, especialmente el periodo navideño, se han incrementado las activaciones de smartphones denominados phablet. Eso sí, es preciso indicar que el estudio al que hace alusión considera phablet a los equipos con pantallas superiores a las cinco pulgadas.
No obstante, si tomamos la esencia del estudio, queda constancia de que el usuario cada vez opta por terminales con pantallas más grandes.
Estadísticas en torno a los phablet
En cifras exactas, los distintos estudios en los que se basa la gráfica adjunta apuntan a un crecimiento cada vez mayor de las ventas de phablet y una caída de los smartphones. Así, según las estadísticas, a finales de 2015 los phablet suponían una cuota del 29% frente a un 51% de los equipos con pantallas por debajo de las cinco pulgadas, donde se situarían los iPhone 6 y iPhone 6s de Apple.
A finales de este año, el porcentaje de phablets ha ascendido hasta el 46% mientras que el de smartphones se queda en el 39%. Sin embargo, más interesante se pronostica la primera parte de 2017, cuando se espera que la venta de phablets se impongan mayoritariamente hasta el 59% frente al 29% de los smartphones.
La balanza de los ros y contras de los phablet
¿Y qué lleva al usuario a optar por un phablet? Hace unos años, adquirir un phablet era motivo de un gran debate. El tamaño de los mismos se posicionaba como uno de los grandes inconvenientes. La manejabilidad del equipo en el día a día y la incomodidad que podría suponer para algunos el portarlo encima todo el tiempo eran sus principales puntos negros.
Sin embargo, con el tiempo se ha podido ver que el formato phablet tiene puntos de gran fortaleza. Aunque no como una regla inherente, phablet era sinónimo de mayor autonomía puesto que, por tamaño, el fabricante veía menos impedimentos a la hora de introducir baterías de mayor capacidad. A pesar del mayor gasto energético de la pantalla, el cómputo general solía ser favorable, con una mayor autonomía.
Otra de las grandes ventajas era, y es, la experiencia de uso de este tipo de dispositivos. La mayor superficie de la pantalla ofrece en gran parte de las ocasiones, una experiencia de usuario más gratificante. De hecho, las propias aplicaciones también se aventajan de ser ejecutadas en un phablet puesto que su interfaz se puede adaptar con más efectividad a un mayor espacio, ofreciendo el contenido de una manera más atractiva.
No debemos olvidar ni mucho menos la experiencia multimedia, tal vez uno de los factores más importantes. Y es que la reproducción de vídeos en este tipo de formatos de pantalla nos permite disfrutar en mayor medida del contenido audiovisual. De hecho, hemos de tener muy en cuenta que actualmente el vídeo acapara un importante porcentaje del contenido que podemos consumir a diario, ya sea en las redes sociales, la Red o los propios servicios de video en streaming como Netflix.