Se acabó el duo de Twitter y Vine. Así lo ha querido la compañía a cargo de Jack Dorsey después de anunciar que abandona a su suerte la red social de videos cortos. De este modo, los usuarios ya no podrán subir vídeos y compartirlos a través de su timeline, aunque por el momento se podrán seguir visualizando dichos clips de vídeo a través de la página web del servicio.
Twitter atraviesa un momento convulso. Sin capacidad para rentabilizar sus servicios, se rumoreaba que una de las vías de escape de la compañía era el interés de compra por grandes corporaciones como Disney e incluso Google. Sin embargo, los rumores quedaron en eso, en intenciones, y el valor de la firma en el mercado de valores empezó a desplomarse. Ahora, en un nuevo intento por reestructurar la red de microblogging y tomar el rumbo que consiga estimular los ingresos, los directivos anuncian que prescinden de uno de los servicios que nutrían con vídeos la red del pájaro azul.
Twitter seguirá adelante sin los vídeos de Vine
Así lo ha anunciado la compañía a través de un comunicado en el que se especifica que de ahora en adelante la app de Vine ya no tendrá soporte. Por el momento, los usuarios podrán seguir reproduciendo sus clips a través de la página web, aunque no se ha determinado con precisión cuál será el devenir de este servicio.
Una muerte lenta hasta su desaparición
Según podemos extraer del comunicado, la app de Vine seguirá disponible para su descarga, pero dejará de recibir actualizaciones. Sin duda, un mensaje entre líneas de que Twitter pretende abandonar el servicio para que muera lentamente durante los próximos meses. Si bien la web de Vine seguirá activa con todos sus vídeos, desde la que podrán ser descargados, la firma no da garantías de que el servicio siga en funcionamiento en un futuro. Y es que se especifica que cualquier cambio al respecto será anunciado a sus usuarios, un mensaje que bien podemos categorizar como subliminal, un aviso de que en cualquier momento los usuarios tendrán que hacer copia de seguridad de sus contenidos si quieren mantenerlos en su poder.
Un intento fallido
La andadura de Vine junto a Twitter se remonta a octubre de 2012, cuando la red de microblogging anunciaba la adquisición de Vine.co. Este espacio, que aún no había echado a andar aún, tenía como objetivo convertirse en una plataforma de vídeos subidos a partir de una app para iPhone, aunque a día de hoy existe versión para Android e incluso Windows Phone -Windows 10 Mobile–.
Posteriormente, la compañía unió su red social con los vídeos de Vine, que hasta ahora se caracterizaban por su brevedad, con tan solo una duración de seis segundos. Una sinergia peculiar puesto que durante los últimos años Twitter ha llevado por bandera los tweets de 140 caracteres. Sin embargo, el proyecto empezó a naufragar. La fuga masiva de usuarios, en especial los más influyentes como famosos, a otras plataformas de moda, como sucede actualmente con Instagram, ha terminado por sentenciar a Vine.
Inestabilidad
Con un valor bursátil que se ha reducido a la mitad en apenas un año, Twitter tendrá que seguir en la búsqueda de la fórmula para diferenciarse y posicionarse frente a la competencia. Con los potenciales compradores fuera de la supuesta puja por la compañía, el actual CEO debe urdir una nueva estrategia que permita a la compañía salir a flote. Sin embargo, la situación es complicada y compleja.
Si bien servicios como Instagram-propiedad de Facebook- ha terminado por dilapidar el proyecto a la sombra de Vine, no podemos perder de vista otras recientes adquisiciones de Twitter para encontrar la tecla. Nos referimos, por ejemplo, a Periscope. La app de vídeo streaming en directo fue aceptada con ímpetu en sus inicios, pero nuevamente Facebook se ha cruzado en el camino del pájaro azul. Y es que los de Mark Zuckerberg lanzaron Facebook Live, una plataforma de vídeo en directo que, en esencia, ofrece las mismas prestaciones que Periscope. Eso sí, los números respaldan el proyecto de Facebook Live puesto que la red social acapara más de 1.700 millones de usuarios activos al mes.