Aunque cada vez hay más similitudes entre iOS y Android desde el punto de vista funcional, existen características que ponen tierra de por medio entre ambas plataformas. Uno de esos factores que marca la diferencia en favor del software de Apple es el soporte que éste recibe. Y es que las actualizaciones de iOS son recibidas no solo con rapidez por los iPhone, iPad y iPod Touch, sino que además se extienden a un mayor porcentaje de estos dispositivos de generaciones anteriores. En el punto opuesto, la fragmentación que afecta al ecosistema de equipos Android.
Si dejamos a un lado otros muchos debates de por qué iOS puede ser superior o inferior a Android, no cabe la menor duda de que las actualizaciones marcan una clara línea divisoria entre Apple y Google. Y es que los propietarios de cualquier dispositivo con iOS disfrutan de una ventaja de la que la mayor parte de usuarios de Android carecen. Este hecho queda patente tras el anuncio de las cifras oficiales sobre la tasa de penetración de iOS 10 -la última versión de la plataforma- ofrecidas por la propia Apple.
iOS 10 en un 54% de los iPhones y iPads
Si bien hace apenas una semana conocíamos las primeras estadísticas proporcionadas por terceros acerca del porcentaje de dispositivos que habían recibido ya la actualización con iOS 10 -la última disponible, la más actual- , hoy ha sido Apple la que ha oficializado la cifra. Basado en la medición de equipos con iOS 10 detectados en la App Store, la compañía ha indicado que hoy en día el 54% de los equipos ejecuta la versión más actual de iOS.
Sin duda es un dato demoledor, máxime cuando la actualización lleva disponible hace poco más de un mes. De hecho, la compañía ha propiciado una actualización gradual para no saturar sus servidores retrasando la aparición de notificaciones en apps no adaptadas a iOS 10.
Decimos demoledor porque la cifra no solo indica que iOS 10 es la versión mayoritaria, sino que otro 38% corresponde a equipos con iOS 9, la anterior versión de la plataforma. Solo un 8% de los equipos escaneados ha sido detectado con versiones anteriores a la última citada.
La fragmentación de Android
Si valoramos los últimos datos de iOS 10, es obvio el alto contraste existente entre iOS y Android. Y es que los datos estadísticos correspondientes a la plataforma de Google son abismales. Si tenemos en cuenta que la gran G liberaba unas semanas antes Android 7.0 Nougat, la cual apenas está presente en un 0.1% de los dispositivos -principalmente Nexus– queda patente la diferencia en el planteamiento del soporte de software. Es más, si suprimiésemos la versión de Nougat y valorásemos la tasa de penetración de la anterior actualización, Android Marshmallow, nos encontramos que después de un año tan solo un 18.7% de smartphones y tablets disfrutan de dicha versión. Lo peor de todo es que para encontrar el mayor porcentaje de una versión de la plataforma de Google (27.7%) tenemos que remontar a Android 4.4 KitKat, una actualización que data de octubre de 2013. En lo que respecta a las siguientes, Android 5.0 y Android 5.1, los porcentajes son del 13.1 y 21.9 respectivamente.
¿Por qué tanta diferencia?
Todo radica en la estrategia de mercado escogida por ambas empresas, Mientras que Apple desarrolla iOS para un puñado de dispositivos, Google ofrece su plataforma a todo aquel fabricante interesado. Si bien de este modo Android domina como plataforma dominante (equivalente a mayores ingresos para la compañía desarrolladora), el hecho de que sean los fabricantes los que deben adaptar las actualizaciones de Google a sus modelos propicia que los smartphones queden sin soporte con relativa rapidez. De hecho, solo unos pocos fabricantes lanzan actualizaciones mayores para equipos con más de 18 meses, el tope que escoge la misma Google para actualizar sus Nexus, a partir de ahora Google Pixel.
Mientras tanto, Apple, con un ecosistema de hardware más reducido, tiene mayor control sobre el mismo y capacidad para optimizar el software a sus smartphones y tabletas. Por ese motivo hoy en día es posible instalar con más o menos garantías iOS 10 en terminales como el iPhone 4s, con cinco años a sus espaldas.
Ante esta perspectiva, es el usuario el que “sufre” las consecuencias. Si bien una gran parte de los equipos Android podrán ofrecer una experiencia de usuario satisfactoria, a pesar de no disponer de la más novedosa versión, tienen que renunciar a las nuevas características, novedades y mejoras que aporta cada nueva versión de Android, con lo que ello implica. En el caso de los propietarios de iPhone o iPad, la situación cambia puesto que pueden disfrutar de las últimas versiones de iOS con equipos relativamente antiguos.