Hay quien opina, no sin razón, que los juegos denominados de estrategia en tiempo real en realidad no son de este tipo. Básicamente, les acusan de ser unos títulos en los que se tiene que acumular recursos y ya está…. El resto generalmente viene sólo. Los más puristas buscan desarrollos por turnos en los que se tiene que emplear tanto táctica como estrategia para conseguir derrotar al enemigo. Y, esto, es justo lo que ofrece 1941 Frozen Front.
Este juego, completamente gratuito, se basa en la dura e intensa batalla de vehículos mecanizados, especialmente tanques, que se dio en el frente ruso en la Segunda Guerra Mundial, donde estos blindados se convirtieron en piezas claves de todos los ejércitos que participaron (en lo que se refiere al frente indicado, la batalla de Kursk fue el paradigma de este tipo de enfrentamientos).
Por lo tanto, nada de estrategia medieval o anterior, aquí los motores, cañones de grandes calibres y velocidad de desplazamiento son lo importante. De esta forma, el jugador se pone al frente de un número determinado de blindados en 1941 Frozen Front y tienes que lograr el objetivo encomendado por el Alto Mando, que puede ser desde conquistar una posición específica, pasando por acabar con todos los tanques rivales o, simplemente, capturar el almacén de suministros. Así, de batalla en batalla se consigue ganar la guerra.
Por cierto, los más mayores del lugar es posible que cuando vean el juego, rápidamente recuerden títulos de ordenador como Panzer General, o si se es algo más friki, a los trabajos de Nike & Cooper (NAC), donde los tableros divididos en hexágonos estaban presentes, tal y como ocurre con 1941 Frozen Front. Por cierto, que los gráficos son adecuados y nada exigentes, mientras que el sonido no aporta mucho excepto algunos efectos que son simpáticos.
Decisiones adecuadas, son esenciales
Esto es algo que se debe tener muy en cuenta, ya que el número de tropas, donde también existen algunas de infantería que son necesarias para tomar ciertas posiciones, son limitadas. Generalmente, excepto en batallas finales de dimensiones casi épicas, no se reciben refuerzos, por lo que hay que cuidarlas como oro en paño. Eso sí, existen opciones de “arreglarlas” mediante suministros en 1941 Frozen Front, que son limitados y por lo tanto no se deben malgastar (al eliminar enemigos se da la opción de conseguir más).
Un excelente detalle de 1941 Frozen Front es que el tutorial, aunque algo largo, es excelente y se aprende a tener todo claro a la hora de mejorar el juego. Así, por ejemplo, desde el simple movimiento de tropas como el conocer el estado en el que se encuentra o los objetivos a los que pueden impactar se conoce una vez finalizado este. Hecho esto, ponerse a dirigir los tanques asignados es algo que no tiene mayor complicación… otra cuestión es ganar la batalla, claro.
La dificultad existente es variable, y cuanto más se va avanzando peor se ponen las cosas, se dirijan a las tropas del eje o los aliados, por lo que el reto está siempre constante. Por cierto, es posible jugar partidas puntuales multijugador, por lo que esta es una opción llamativa y, además, encontrar rival no es excesivamente complejo. El caso es que los amantes de la estrategia por turnos tienen una excelente opción con 1941 Frozen Front.
Por cierto, es importante comentar que la cantidad de anuncios que se incluyen es elevada, por lo que si se desea quitarlo se tiene que pagar por el desarrollo completo. Además, la IA (Inteligencia Artificial), no es excesivamente mala si se tiene en cuenta lo poco que ocupa… pero al pasar varios niveles hay ciertas pautas que se repiten.
Descargar 1941 Frozen Front
Conseguir 1941 Frozen Front es de lo más sencillo, ya que es posible descargarlo de Galaxy Apps o Play Store. No es muy exigente en cuanto a requisitos, ya que con tener Android 4.0.3 o superior es posible jugar sin problemas en terminales de Doble Núcleo. Complejo y con bastantes variables, este desarrollo merece la pena para tener un idea de lo que realmente es la estrategia en la que se tiene que trazar un plan complejo en el que no tiene mucho -o nada- que ver el tener o no tener materias primas.