A nadie se le escapa ya que Microsoft tiene un serio problema, dificil de resolver con la cuota de mercado de su sistema operativo para móviles. De Windows Phone pasamos el año pasado a Windows 10 Mobile, y el salto de los usuarios a esta plataforma está siendo extremadamente lento, tanto que la mayoría de los usuarios de Microsoft siguen anclados en Windows Phone 8.1. Ese es un dato que debería inquietar a los propietarios de un terminal con este sistema operativo, ya que se trata de un sistema operativo del que los principales desarrolladores están saliendo en estampida. En resumidas cuentas, por las siguientes razones, si tienes un Windows Phone, deberías ir pensando en deshacerte de él.
Microsoft en el terreno de la telefonía móvil es un enfermo terminal al que sólo un milagro puede salvarle, y no es una apreciación personal, sino que los números no engañan, cuando repasamos un informe sobre la penetración de la plataforma a nivel mundial, fechado en este mes de julio de 2016.
Nefasto futuro para Windows Phone
Sólo hay que ver los gráficos que os adjuntamos hoy para entender que la situación de Windows Phone en el mercado es catastrófica. En los últimos meses y prácticamente todos los días conocemos una nueva desarrolladora de software que anuncia su marcha de la plataforma de Windows Phone 8.1, y sólo algunos de ellos anuncian que seguirán desarrollando en Windows 10 Mobile.
Como puede verse en este gráfico, la penetración de Windows 10 Mobile en su propio mercado de usuarios es muy baja después de un año, sólo del 11,9%, mientras que la mayoría de usuarios siguen anclados en Windows phone 8.1, con nada menos que un 79,1% del total de usuarios de Windows para móviles. ¿Esto qué quiere decir? pues que si los desarrolladores se están marchando de la versión más extendida de Windows Phone, no se puede esperar que el apoyo para Windows 10 Mobile vaya a ser tan siquiera igual. Otro dato que dice mucho de la poca confianza que despierta Micrososft entre los fabricantes.
Sólo el 3,05% de los Windows Phone fabricados en todo el mundo pertenecían a otros fabricantes que no fueran los de Redmond, y con una cuota de participación menor al 1% en todos los casos. Lo que quiere decir que fuera de Microsoft la presencia de otras marcas es testimonial, prácticamente inexistente. Y esa es una tendencia terriblemente difícil de cambiar.
HP Elite X3, condenado al fracaso
Entre este turbio panorama para Windows Phone, el único lanzamiento notable es el del HP Elite X3, que montará un Snapdragon 820 y costará unos 800 euros. Un terminal más pensado para la productividad y el público profesional que difícilmente levantará la cuota de Windows Phone.
Sin duda supone un salto al vacío de HP en un sector que necesita de otro tipo de terminales, más accesible, baratos y sobre todo con el apoyo de otros fabricantes y desarrolladores de software, algo con lo que hoy no cuenta Windows Phone.