La estrategia y trayectoria de Microsoft en el mercado de smartphones es cuanto menos intensa. La transformación de la compañía ha sido una constante, especialmente desde que apostó de lleno por Windows Phone, una plataforma totalmente renovada para revivir de entre los muertos tras el funesto final de Windows Mobile. Google y Apple, con Android e iOS y los respectivos smartphones premium y iPhones, han tenido mucho que ver. Sin embargo, los de Redmond siguen su camino y por ahora, el resultado, es Windows 10 Mobile. ¿Qué otros cambios nos esperan de ahora en adelante? ¿Estarán encaminados y serán suficientes para desarrollar un Microsoft Lumia al nivel del iPhone 6s o Samsung Galaxy S6?
Como ya hemos indicado, la transformación de la plataforma de Microsoft para móviles y tabletas ha sido total. Lo cierto es que los norteamericanos apostaron fuerte por el concepto de las Live Tiles, una interfaz simple y dinámica que la ha hecho particular frente a sus máximos adversarios. Sin embargo, la diferenciación en lo que respecta a la experiencia de usuario no es el único punto sobre el que ha trabajado el gigante del software. La firma ha aprovechado su supremacía con Windows como testigo y ha fomentado la convergencia de plataformas. Dicho de otro modo, potencia la sinergia entre distintos dispositivos –ordenadores, consolas, smartphones, tablets e híbridos- a partir de un software común.
Hardware y software van de la mano
Sin embargo, si bien la evolución del software; ya sea Windows 10 Mobile como las aplicaciones adaptadas al distinto formato de pantalla; tampoco podemos perder de vista la adaptación al mundo del hardware. Si bien desde la llegada de Satya Nadella al máximo cargo de la compañía ha quedado claro que la prioridad de la firma gira en torno al negocio del software, también apreciamos cómo los norteamericanos han tenido que adaptarse al mercado de smartphones para, de algún modo, imponer su plataforma.
Un primer intento no del todo satisfactorio
Podemos interpretar que el primer paso dado en este sentido fue el acuerdo de colaboración con Nokia. La finlandesa se prestó para resurgir en este negocio con dispositivos Nokia Lumia abanderados por el sistema operativo Windows Phone. En cierto modo, una unión comercial con intereses comunes. El fabricante recuperaba prestigio en el sector haciendo lo que mejor sabía hacer años atrás, fabricar teléfonos, y Microsoft aprovechaba la imagen de marca de la compañía nórdica para impulsar su plataforma. Sin embargo, a pesar de sus acabados, la competencia iba por delante en prestaciones –aunque en este sentido Windows Phone no era tan exigente con el hardware como Android, pero el marketing es así. Las ventas no despegaban.
Irrupción de los Microsoft Lumia 950 y cambio de perspectiva
Tras la compra de Nokia, Microsoft empezó a fabricar sus propios smartphones a partir de la infraestructura absorbida. En este punto es cuando empezamos a apreciar cierto cambio en el nivel del hardware integrado en los Microsoft Lumia. Sin embargo, la consagración de los de Redmond llegaba recientemente, con la presentación de los Microsoft Lumia 950 y Microsoft Lumia 950 XL. Éstos sí están al nivel de prestaciones de los actuales buques insignia de otras marcas, independientemente de la plataforma de software suministrada. De hecho, se espera que el interés por estos dispositivos vaya al alza. Sin embargo, aún falta algo para que Microsoft pueda enfrentarse de tú a tú a otras firmas de prestigio como Apple y Samsung.
El supuesto Microsoft Lumia 850, la base
Es aquí en este punto donde intuimos que Microsoft puede dar un nuevo paso en el mercado de smartphones y para ello tan solo tenemos que echar una vista a los últimos rumores que circulan por la Red. Nos referimos al Microsoft Lumia 850, un terminal del que se decía que había sido cancelado poco antes de que la multinacional presentase los nuevos Lumia 950. Sin embargo, vuelven a resurgir datos y éstos nos pueden dar una visión de lo que nos espera por parte de los norteamericanos.
Y es que una vez afrontado el apartado técnico, con modelos que ahora sí están a la altura con hardware premium, Microsoft puede aplicar las mejoras definitivas para que sus Microsoft Lumia sean aún más atractivos. Nos referimos al apartado estético, donde la información en torno al Microsoft Lumia 850 nos habla de smartphones con carcasa metálica y finos, muy finos. Así lo ilustran algunas de las imágenes renderizadas que se han difundido durante las últimas horas en Internet, recreaciones que según la fuente de la filtración han sido realizadas en base a los bocetos del proyecto liderado por Microsoft.
Metal para los Lumia, ¿la clave definitiva?
Por tanto, el Microsoft Lumia 850 podría colocarse en la evolución de la firma como un nuevo punto de inflexión en el mercado de smartphones. Un cambio para mejorar la estética de sus equipos y hacerlos más atractivos a base de una carcasa de aluminio delgada, muy delgada y estilizada, dos de los ingredientes que actualmente fomentan las ventas en la gama media y gama alta, los materiales metálicos y diseños extra delgados. Una fórmula que Apple ha utilizado desde la irrupción del iPhone 5 y que a día de hoy sigue aprovechando en el iPhone 6s, el más estilizado de los iPhones hasta la fecha. Un efecto aún más destacado y visible en el caso de Samsung, donde el Samsung Galaxy S6 ha propiciado un importante cambio en la línea de smartphones de la marca. El paso del plástico al metal y el cristal ha sido vital para que el fabricante siga asociado a marca de la que nacen modelos punteros, modelos premium, un reconocimiento que parte de las exigencias del gran público.
Salvando las diferencias en lo que concierne al software, ¿conseguirá Microsoft ese smartphone que pueda compararse de tú a tú a todo un iPhone 6s o un Samsung Galaxy S6?