Con la presentación de Samsung a lo largo del día de ayer, la firma adelantó muchos acontecimientos. Las decisiones tomadas en torno a los planes de comercialización del Samsung Galaxy Note 5, además de algunas de sus características, pueden definir directa e indirectamente el panorama del mercado de los phablet de aquí a finales de año. Primero porque la arriesgada decisión de dejar fuera de Europa el Note 5 deja a la expectativa qué tirón comercial tendrá su phablet de referencia o, en su defecto, el nuevo Samsung Galaxy S6 Edge+ allí donde lo supla. En segundo lugar, será importante hacer un seguimiento a la ventaja que la surcoreana puede ofrecer a sus más inmediatos perseguidores, y en este plano Huawei tendrá un peso importante. ¿Por qué? Más detalles a continuación.
Para valorar la posible repercusión de las decisiones llevadas a cabo por Samsung en torno a la presentación y lanzamiento comercial de los nuevos Samsung Galaxy Note 5 y Samsung Galaxy S6 Edge+ debemos remontarnos a la evolución paralela del propio fabricante y otras marcas en el segmento de los phablets. Es obvio que Samsung ha sido la referencia en este cada vez más importante segmento del mercado de móviles dado que esta misma daba vida al primer equipo de estas características con el primer Galaxy Note. Desde entonces se ha convertido en la estela a seguir porque ha sido la que mayores éxitos ha logrado con este tipo de dispositivos. Sin embargo, algunas marcas no tardaron en reaccionar y aprovechar el frenesí generado entre los clientes que se vieron arrastrados por el potencial a explotar de estos “megateléfonos” o “tabletófonos”. Hasta la misma Apple, esa que se caracterizaba por su fuerte personalidad -a la hora de defender los pequeños formatos- y poder de persuasión, se veía arrastrada hacia este segmento con la creación del iPhone 6 Plus. Sin embargo, y aunque existen otras marcas en medio, no debemos perder de vista a Huawei.
Huawei sube como la espuma, y detrás hay razones convincentes
Y es que los chinos llegan en un momento de forma espectacular, con una progresión y ritmo de crecimiento impactante, producto de aplicar unos estándares de calidad y nivel de innovación muy altos en sus nuevas líneas de dispositivos electrónicos. Nos referimos a equipos que han mejorado notablemente su diseño, materiales y calidad de acabados, así como la tecnología que atesoran en su interior. El resultado es modelos como el Huawei P8, máxima expresión del esfuerzo de Huawei para adaptarse a las nuevas necesidades del mercado y de los usuarios. De hecho, su posición global en la industria del movil ha ascendido hasta la tercera posición. Sin embargo, lo mismo es aplicable para los phablet, donde el Huawei Ascend Mate 7 y similares en gamas más bajas han aumentado notablemente su presencia en el mercado. Tal vez los gustos asiáticos –generalmente encajan muy bien los equipos con pantallas grandes- haya propiciado que la multinacional tenga una posición de privilegio en este segmento a nivel mundial al apostar desde un principio por este formato. Sin duda, será una buena oportunidad de sacar partido al bloc de notas de EMUI.
Los últimos movimientos de Samsung
Llegado a este punto es donde las distintas trayectorias de Samsung y Huawei en el mercado de los phablet pueden confluir e incluso divergir cambiando el curso, para bien y para mal de ambas. Sin embargo, Samsung se ha adelantado a este punto de confrontación y ha dejado ver sus cartas de la mano de los nuevos Samsung Galaxy Note 5 y Galaxy S6 Edge Plus. A grandes rasgos, los nuevos terminales son modelos competitivos, potentes y muy bonitos estéticamente hablando. A pesar de todo, la presentación de ayer no solo dejó indiferentes a algunos, sino que decepcionó a otros tantos. ¿Por qué? En primer lugar la decisión de apartar –al menos momentáneamente- el Samsung Galaxy Note 5 de Europa ha sido un jarro de agua fría para los seguidores de la marca, y en especial a aquellos que repiten año tras año con cada nueva generación del Galaxy Note. Recordemos que la firma quiere hacer prevalecer el Samsung Galaxy S6 Edge Plus por encima del Note 5 alegando que los europeos no sacan partido al stylus S Pen.
Precisamente ese es uno de los factores que puede pasar factura a la marca a medio plazo en favor de Huawei. Eso y querer anteponer el concepto de pantalla curva, a pesar de su atractivo y potencial, al puntero óptico con un modo de proceder que no es el más acertado de cara al cliente ¿Por qué no una convivencia conjunta de ambos modelos para que sea el cliente el que decida? Una estrategia que ha escocido entre los usuarios y a la que hemos de sumar a los efectos causados por la eliminación de características tales como la batería extraíble y el slot para tarjetas microSD. La suma de estos componentes, a los que se adhieren los precios cada vez más elevados de este tipo de teléfonos, puede generar un efecto adverso contra la imagen de marca ganada por Samsung en lo que a los phablet se refiere. Y es que ese amor por los Samsung Galaxy Note venía, en parte, por la exclusividad de S Pen y la aportación de prestaciones muy arraigadas entre los usuarios de Android (microSD y batería extraíble).
Huawei Mate 8, el turno de Huawei
Con la propuesta de Samsung en la mesa para al menos el próximo año, Huawei tiene en su mano la oportunidad de ofrecer un phablet más cercano a los gustos de los fervientes seguidores de la categoría phablet. Y es que el Huawei Mate 8, que previsiblemente se presentará en la feria IFA de Berlín, puede ser la catapulta de los chinos para cambiar las reglas del juego. Si bien no hay esperanzas para que, al menos en esta nueva generación, la multinacional asiática ofrezca una solución similar a S Pen de Samsung, si hay posibilidad de que el renovado Mate cumpla en mayor grado con las expectativas que depositan los clientes de un phablet. Y es que el aluminio bien terminado en una carcasa relativamente fina y una pantalla con un ratio tan elevado respecto a la superficie del frontal (marcos diminutos) que cumple a la perfección con el concepto phablet (se prevé que repita las seis pulgadas del Mate 7) son dos de las razones entre las razones que pueden convencer a un importante volumen de usuarios. Si a la ecuación sumamos que la marca previsiblemente seguirá manteniendo el slot para tarjetas de memoria y ofrecerá unos niveles de autonomía muy superiores al resto de alternativas –efecto que puede hacer olvidar al cliente la ausencia de batería extraíble- tal y como hizo y hace el Huawei Ascend Mate 7, por no olvidar un precio posiblemente entre 200 y 300 euros por debajo de la apuesta de Samsung, tenemos ante nosotros una alternativa que tal vez seduzca incluso a los devotos del Galaxy Note.