La reorganización en el sector de las telecomunicaciones no ha hecho más que empezar. Si durante este año hemos asistido a dos grandes absorciones como son la de Orange y Vodafone al hacerse con Jazztel y Ono respectivamente, hoy es la operadora vasca Euskaltel la que prepara el terreno con la compra de la cablera gallega R. De este modo la teleco se afianza en el norte de España al ampliar sus dominios con su propia red de fibra óptica y la infraestructura de la compañía gallega. El montante de la operación se ha fijado en 1.150 millones de euros.
Movimiento estratégico el realizado por Euskaltel, que formaliza su opción de compra por R. A falta de que las autoridades en materia de competencia de mercados en España apruebe la operación, la teleco vasca ofrecerá 1.150 millones de euros por la cablera, ahora en manos de capitales riesgo CVC (70%) y la entidad financiera gallega Abanca (30%). La operación se satisfará en su mayoría en metálico y el resto en acciones de la empresa resultante.
Una operación tasada en 1.150 millones de euros
Tras debutar a principios de mes en la Bolsa, las previsiones se han cumplido. Euskaltel ha hecho una oferta formal por la cablera R y, en principio, el acuerdo es total entre ambas compañías a falta de que el organismo regulador autorice la transacción. Con este movimiento Euskaltel busca aumentar su presencia en el sector de las telecomunicaciones, donde ya dispone de una red propia de más de 365.000 kilómetros de fibra óptica desde la que ofrece conexiones a Internet, televisión de pago y telefonía móvil. Sin embargo, la adquisición de la cablera R le permitirá extender sus dominios más allá del País Vasco dado que la unión de las dos telecos aumentaría la red troncal de fibra hasta los 725.000 KM y, con ello, el número potencial de clientes.
Telecable, en el punto de mira
La adquisición de R denota el interés de Euskaltel por aumentar el valor de la compañía, que muy pronto podría anunciar otra transacción. Nos referimos a Telecable, la operadora asturiana con la que ya ha habido contactos en el pasado y que actualmente estaría tasada en unos 600 millones de euros. De este modo el grupo vasco se convertiría en la opción local mayoritaria en el norte de España, algo que podrían ver con buenos ojos las grandes del sector. Y es que se especula con la posibilidad de que Vodafone se aproveche de la tesitura y acabe por adquirir la compañía resultante de la fusión de las principales operadoras regionales cuya cartera de clientes en móvil se estimaría en 850.000 usuarios y 600.000 en banda ancha fija. Un movimiento más en pleno proceso de reorganización que apunta a un mercado concentrado en las tres grandes del sector: Movistar, Orange y Vodafone.